Delcy Rodríguez cubría la ruta de tráfico de oro Caracas-Estambul perseguida por EEUU

El Gobierno de Nicolás Maduro está enviando grandes cantidades de oro a Turquía al menos desde 2018. Según han detectado el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y Transparencia Internacional Venezuela, la mayor parte sale en forma de contrabando para el lucro de altos cargos chavistas. Ante la presión de EEUU, la principal salida del oro es la ruta Caracas-Estambul, donde el Gobierno turco refina el metal. Ese es el mismo camino que cubría el avión privado en el que llegó a Madrid en la madrugada del lunes 20 de enero la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, antes de verse con el ministro de Transportes, José Luis Ábalos.

La número dos de Maduro aterrizó en Barajas en un avión privado modelo Dassault Falcon 900LX, matrícula TC-AKE, propiedad de la empresa turca Ak Havacilik ve Ulastirma. Tomó tierra a las 00:12 procedente del aeropuerto Maiqueitía Simón Bolívar de Caracas. Instantes después de aterrizar en Barajas, Ábalos acudió a su encuentro.

Según la versión del Gobierno, el dirigente socialista trató de convencerla de que no entrara en territorio español porque, en ese caso, la Policía se vería obligada a detenerla como consecuencia de las sanciones europeas que le impiden pisar el espacio Schengen. Pero el propio ministro ha admitido que, tras reunirse con ella durante 20 o 25 minutos en el 'jet' privado, la mandataria bajó de la aeronave y pasó la noche en una sala vip del aeropuerto hasta que, ya en la mañana del lunes, fue trasladada hasta el edificio Satélite de la Terminal 4, donde embarcó en un vuelo comercial de Qatar Airways rumbo a Doha (Qatar). Unas horas después, sobre las dos de la tarde de ese lunes, el 'jet' privado despegó presumiblemente sin pasajeros dirección al aeropuerto internacional de Estambul, el lugar al que se dirigía realmente la vicepresidenta de Maduro para reunirse con su homólogo turco.

Venezuela y Turquía han forjado una alianza frente a Estados Unidos. Pero bajo esos acuerdos políticos, Washington denuncia que el régimen bolivariano está sacando ilegalmente toneladas de oro del país para burlar las sanciones internacionales. Esa ruta con Turquía se abrió en diciembre de 2018, cuando el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visitó a Nicolás Maduro y ambos firmaron un acuerdo bilateral sobre la explotación directa del oro extraído de suelo venezolano para que Turquía lo refine.

Desde el pasado octubre, la aeronave que usó Rodríguez ha realizado con frecuencia trayectos habituales del tráfico de oro venezolano. El 'jet' privado frecuenta los aeropuertos de Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Suiza, Rusia y Seychelles, países donde, o bien se refina el oro o se pone en el mercado el preciado metal.

Rodríguez es una de las políticas venezolanas que han viajado con más asiduidad a Turquía, país que Estados Unidos considera clave para que algunos dirigentes chavistas lleven a cabo "operaciones ilegales en el sector del oro". Washington señala a Tareck el Aissami, actual vicepresidente de Economía, como la persona que ha creado la estructura para vender oro a Turquía. Por estas actividades vinculadas al comercio ilícito de oro, el Departamento del Tesoro ha publicado sanciones a más de 20 miembros del Gobierno venezolano.

Estambul-Caracas-Buenos Aires

El mismo avión de pabellón turco ha realizado otros movimientos vinculados a la cúpula del chavismo. El pasado diciembre, la aeronave voló supuestamente vacía desde Estambul a Caracas para recoger allí a cinco altos cargos del Gobierno de Maduro y trasladarlos a Buenos Aires, donde asistieron a la toma de posesión del nuevo presidente de Argentina, Alberto Fernández. El régimen bolivariano optó por hacer el viaje en el Falcon 900LX matrícula TC-AKE, a pesar de que se encontraba a 9.000 kilómetros de distancia. Entre los integrantes de la comitiva que acudió a Buenos Aires se encontraba un hermano de Delcy Rodríguez, Jorge, ministro de Comunicación.

Una compañía española de alquiler de aviones privados que opera en la Terminal Ejecutiva de Barajas explica a El Confidencial que los equipajes que entran o salen por ese punto del aeropuerto están sometidos a los mismos controles de las Fuerzas de Seguridad del Estado que hay en las terminales convencionales. En el caso de los aviones en tránsito, como el que trasladó a la número dos de Maduro hasta Madrid, no es extraño que se efectúen inspecciones para chequear su carga, más aún cuando las aeronaves proceden de países de riesgo como Venezuela. El Ministerio del Interior ha declinado aclarar a preguntas de este diario si se registró el Falcon de Rodríguez antes de que volviera a despegar rumbo a Estambul.

Un expolio nacional

Transparencia Internacional Venezuela publicó en diciembre pasado un informe sobre el contrabando de oro. Mercedes de Freitas, fundadora y directora de esa oenegé en Venezuela, afirma que "entre el 70% y 90% del oro que se extrae sale del territorio del país de manera ilegal en operaciones en las que están implicados altos funcionarios del Gobierno y familiares cercanos al entorno presidencial de Maduro". De Freitas incide en que el informe estima que el erario público del país caribeño perdió 2.700 millones de dólares hasta 2018 por el tráfico ilegal de oro.

Las sanciones han proliferado en el último año. En marzo de 2019, el Tesoro estadounidense sancionó a la estatal minera Minerven y a su presidente, Adrián Antonio Perdomo, por colaborar con la explotación ilegal del oro venezolano y bloqueó todos sus bienes en Estados Unidos.

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En 2011, Chávez decretó la nacionalización de la explotación y comercialización de la industria del oro. El Ejecutivo de Maduro profundizó en esa política estratégica y creó en 2016 el llamado Arco Minero del Orinoco, un inmenso territorio rico en oro y otros metales preciosos en el centro-este de Venezuela. La empresa de capital mixto estatal-privado Oro Azul SA lleva la gestión para recabar el oro y hacerlo refinar principalmente en Turquía, pero también en Suiza, Bélgica y Emiratos Árabes Unidos. A su mando está Jorge Arreaza, yerno de Chávez y actual ministro de Exteriores.

“En los últimos tiempos, Venezuela había convertido las islas de Curazao y Aruba en las potencias exportadoras de oro de América”, contó a este diario un conocedor de esas actividades ilegales de miembros del Gobierno de Maduro en la industria aurífera.

El comercio ilegal de los lingotes afloró cuando un cargamento de 50 kilos, valorado en unos dos millones de euros, fue aprehendido en febrero de 2018 en el aeropuerto Reina Beatrix de Aruba después de llegar de Maracaibo, según desveló el medio 'Runrunes'. La mercancía había sido embarcada de manera clandestina por un escolta aduanero venezolano. La investigación demostró que la minería del Orinoco la explotan militares, guerrilleros, intermediarios extranjeros y bandas de criminales.