Trapero: "Estoy aquí por hacer mi trabajo lo mejor que pude"

Josep Lluis Trapero reanudó este martes su declaración ante el tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga por rebelión. En uno de los momentos álgidos de la mañana, cuando el interrogatorio fiscal rozaba las tres horas de duración, el mayor evidenció, por primera vez, su malestar por la situación en la que se encuentra. "Fui imputado por sedición por hacer mi trabajo lo mejor que pude", indicó para añadir que la situación le provoca "una tristeza enorme". "Que un mando de policía tenga que escuchar las cosas que dicen que he hecho y no he hecho....Lo digo desde la tristeza no, lo siguiente". "Lo triste es que mis compañeros que han estado ahí piensan lo mismo. Me sentía injustamente tratado, yo y el cuerpo", visiblemente cansado tras el largo interrogatorio.

Volvieron hoy a la sala los testimonios de los días previos a la celebración del referéndum del 1 de octubre y al clima que los presidía. El mayor, en el mismo tono reposado que empleó en la primera jornada, quiso explicar la prudencia con la que se abordó este ambiente candente. En referencia a la última semana de septiembre, coincidiendo con los registros, lanzó un mensaje: "Cualquier mixto (cerilla) podía encender una hoguera importante".

El comisario en jefe de la policía autonómica explicaba en este punto la difusión a sus hombres de un comunicado sobre la contención que debía presidir sus actos en estos días. Indicó que se remitió para tranquilizar al colectivo policial y advertir que debían ser cuidadosos con el uso de la fuerza. "Una actuación desmedida en ese momento, como estaba el ambiente social, hubiese sido muy difícil de gestionar", explicó.

Aún así, reemprendió el camino del reconocimiento parcial de las cosas que parece presidir esta declaración. Sobre los agentes, indicó que no le cabe duda de que la actitud era la de impedir el referéndum. "Dentro de un colectivo de 7.800 mossos puede haber algunos de ellos, 10 o 100, que por motivaciones ideológicas hicieran menos de lo que tocaba, lo asumo como algo que podía pasar. Nuestra frustración era ver que no podíamos hacer más, no teníamos recursos ni entre los tres cuerpos teníamos recursos para parar a dos millones de personas", indicó.

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Volvió, como ya hizo este lunes, a defender la actuación tanto del 20 de septiembre como de los días posteriores. Era una cuestión, explicó, de sopesar la actuación ante la presencia de un elevado número de personas en actitud de resistencia. "¿Qué hacemos? ¿Nos liamos a palos con 10.000 personas?", se preguntó en respuesta a las preguntas del fiscal Miguel Ángel Carballo que cuestionaba su actuación.

Ante la insistencia sobre la inoperancia de actuación de dos agentes frente a la 'masa' que se congregó en los centros apuntó que él no fue el único. "No solo yo sino la totalidad de mandos que en ese momento estudiamos esa manera de proceder". "Nosotros pensamos que tendría más efecto disuasorio el trabajo que se hacía el fin de semana. Y que en los colegios que sí abrieran, se haría caso a dos agentes de la autoridad. Nos sorprendió la actitud de defensa de la gente, de cómo vivió eso. Fuimos de los primeros sorprendidos", insistió como ya hizo ayer.

Sin embargo, negó que esperaran un nivel de violencia elevado. Ni preveían artefactos explosivos ni actividad armada a principios de septiembre. "Nunca se valoró en estos términos", precisó. Aseguró que, ante del 1-O nunca oyó hablar de los Comités de Defensa de la República (entonces del Referéndum) y eludió las críticas del interrogador respecto a su información de los planes policiales a la cúpula política. "Tanto el señor Soler como Forn nos decían que la policía cumpliría siempre la ley. Si nos engañaron, no lo sé", aseguró.

Las Aduanas

Por lo demás, volvió a negar connivencia alguna con el Govern de Carles Puigdemont. En esta ocasión, Carballo entró en un nuevo bloque, repasando los correos electrónicos que se intercambiaron desde distintas instancias en los días previos al referéndum del 1-O. También en este nivel de concreción, el mayor rechazó sintonía alguna con los políticos y, por ejemplo, detalló cómo se opuso a ofrecer datos para facilitar un futuro control de la Aduanas por parte de la Generalitat.

El fiscal hizo referencia a un email en el que se le reclama presencia policial en un encuentro destinado a examinar un control fronterizo en el que Cataluña dispusiera de competencias plenas. Indicó que sus hombres se encontraron, de golpe, con esa sorpresa. Al llegar a la cita se quedaron "a cuadros". "Les dijimos: 'De esto nada, ningún tipo de información' y murió el tema. No facilitamos información, ni la teníamos previa, ni le puedo explicar nada más", contestó al representante del Ministerio Público.

No era la primera intentona del Govern. Antes de eso -detalló- desde el departamento de Economía se les había reclamado acceso a archivos reservados. "Estaban intentando obtener datos de la base de gestión de hoteles y apartamentos para seguridad ciudadana. Nos negamos, ya que solo está autorizada para la seguridad. Lo querían por información fiscal", describió. Se les requirió también detalle de las investigaciones de fraude y blanqueo de capitales. "Les dijimos otra vez que no. Debían solicitarlo a la autoridad judicial", precisó.

Respecto a la intervención del exconseller de Interior condenado, Joaquim Forn, en los planes frente al referéndum, puso de manifiesto: "Hubiera sido una barbaridad que el conseller opinara sobre una medida concreta, como cuántos agentes mandamos a un sitio, y no se recogió la aportación que hizo, pero desde mi punto de vista la podría haber impuesto", especificó.