El equipo de Casado se agarra a los arrepentidos de Vox para salvar el 26-M

La dirección del Partido Popular se agarra a los primeros datos demoscópicos, propios y ajenos, sobre un posible bajón en las expectativas de voto de Vox para salir mejor librado el 26-M que de las elecciones generales del 28-A. Sin querer aportar dato concreto alguno, dado el fiasco de todas sus previsiones en los últimos comicios, fuentes de la sede de Génova se limitan a hablar de "remontada", descartar que Ciudadanos pueda ponerse por delante y pedir más tiempo para Pablo Casado, ocurra lo que ocurra en las municipales y autonómicas. "La etapa de Casado empieza hoy", insisten en el equipo del presidente del PP una vez acreditados sus diputados y senadores en ambas Cámaras.

En el Partido Popular, insisten en que la mayoría de los gobiernos regionales y las principales alcaldías donde se medirá su éxito o fracaso electoral general se van a jugar por las sumas de bloques de formaciones y por muy pocos diputados o concejales. Sobre todo, es el caso de la Comunidad de Madrid y del ayuntamiento de la capital de España, donde el fraccionamiento del voto de centro derecha empata con el de la izquierda.

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En medios del PP insisten en que una parte significativa de sus antiguos votantes que el 28-A se decantaron por Vox puede haberse arrepentido de su decisión al comprobar cómo la división ha contribuido de forma decisiva a que Pedro Sánchez siga en la Moncloa. El propio Casado reitera todos los días en todos los actos el ejemplo del Senado. Los candidatos de Santiago Abascal a la Cámara Baja reunieron cinco millones de votos que supusieron "cero senadores", mientras que los de Ciudadanos llegaron a los 10 millones para lograr cuatro escaños. Frente a esa dispersión de apoyos, el PSOE, con 13 millones de 'cruces' en sus listas, tiene ahora 121 senadores, la mayoría absoluta.

El equipo de dirección de Casado se quiere anticipar a la crisis en que puede instalarse el PP en caso de retroceder en poder local con el recordatorio de que cuando sustituyeron al de Mariano Rajoy ya existía el riesgo de que Ciudadanos se pusiera por delante, según las encuestas. Ahora recuerdan que los de Rivera siguen por detrás y dan por hecho que el 26-M marcarán más distancia con los candidatos de Cs en toda España. Por eso siguen empeñados en la sede de Génova en reclamar más tiempo para que el presidente del partido encabece "la remontada" durante la legislatura que empieza.

El equipo de dirección de Casado se quiere anticipar a la crisis en que puede instalarse el PP en el caso de retroceder en poder local

Frente a las dudas de los críticos del partido preparados para reclamar como mínimo un giro de estrategia y cambios en los equipos después del 26-M, en la actual dirección se preparan para un estricto cierre de filas y para exigir unidad pase lo que pase en las urnas, porque "la era Casado" empieza justo ahora. "El domingo, a votar, y el lunes, a trabajar", comentaba este lunes un fiel casadista sobre las perspectivas en caso de confirmarse los presagios de las encuestas. También recordaba que los mismos sondeos que cuestionan que el PP pueda mantener cualquier parcela de poder autonómico son los que daban a Vox hasta 70 escaños en las generales, casi tres veces más que los obtenidos al final.

El propio Pablo Casado pidió este lunes a sus diputados y senadores unidad, moderación y "centralidad" para afrontar la próxima cita ante las urnas y la legislatura que empieza en las Cortes. Según el presidente del PP, su partido siempre ha enarbolado esas tres virtudes y en los próximos años la incertidumbre va a presidir la vida política. Por eso, el sucesor de Rajoy pidió a los suyos que ofrezcan "certidumbre, fiabilidad y confianza" a los ciudadanos desde su liderazgo en la oposición.