Incautan restos procedentes de varias especies protegidas en una finca de Tenerife

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Playa de las Américas (Seprona) han instruido acta administrativa por infracción a la Ley de Contrabando a un varón de 65 años, vecino de la localidad de San Isidro, además de proceder a la incautación de varias especies pertenecientes al Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que éste tenía en su poder.

La investigación comenzó tras la denuncia de un particular que aseguraba que en una finca ubicada en la localidad de Aldea Blanca, término municipal de San Miguel de Abona, una persona se encontraba en posesión de varias especies protegidas por el mencionado Convenio.

Una vez en el lugar de los hechos, los agentes del Seprona analizaron las especies encontradas, verificando que figuraban en el catálogo de especies protegidas por el Convenio CITES (Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre), careciendo de cualquier tipo de documentación que amparara su legítima tenencia, así como su procedencia.

Tras la incautación, pudieron contabilizar los siguientes efectos: una tortuga boba (Caretta Caretta), un caparazón de tortuga boba (Caretta Caretta), un caparazón de tortuga verde (Chelonia Mydas), un caballito de mar naturalizado (Hippocampus), cinco corales de grandes dimensiones (subclase Octocorallia y Hexacorallia), varias piezas coralinas de distintas especies de corales, un número indeterminado de restos de animales marinos, exoesqueletos de crustáceos, y varias dentaduras de escualos. Al mismo tiempo, se intervienen varias piezas de maderas supuestamente procedentes del continente africano y Sudamérica.

Todas las infracciones cometidas afectan al Real Decreto 11628/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula el listado y catálogo español de especies exóticas invasoras; a la Ley de Contrabando; Reglamento CE 338/19 997 del Consejo sobre Fauna Silvestre, así como el propio convenio CITES.