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Marchena cita al histórico Alonso Martínez para echar por tierra la queja de las defensas
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durante la declaración de un guardia civil

Marchena cita al histórico Alonso Martínez para echar por tierra la queja de las defensas

"¿Usted cree que los testigos hábiles para declarar en el juicio oral son aquellos que han declarado antes en la instrucción? Esto es ir hacia otro modelo de proceso", lanzó el magistrado

Foto: El presidente del tribunal y ponente de la sentencia, Manuel Marchena (2d). (EFE)
El presidente del tribunal y ponente de la sentencia, Manuel Marchena (2d). (EFE)

El histórico jurista Manuel Alonso Martínez apareció este martes en el juicio del 'procés'. Y lo hizo de la mano del presidente del tribunal, Manuel Marchena, que recurrió al político del siglo XIX para echar por tierra las quejas formuladas por las defensas durante el interrogatorio a un guardia civil. El abogado de Junqueras alegó que el testigo no había comparecido en la fase de instrucción y eso dificultaba su estrategia, ante lo que el magistrado respondió tajante: "¿Usted cree que los testigos hábiles para declarar en el juicio oral son aquellos que han declarado antes en la instrucción? Esto es ir hacia otro modelo de proceso. Como entendamos que para ir al juicio oral previamente hay que declarar en la instrucción, estaríamos incluso pervirtiendo la exposición de motivos de Alonso Martínez".

La primera en interrumpir el interrogatorio del guardia civil fue la abogada de Jordi Cuixart, Marina Roig: "Creo que el interrogatorio en estos momentos está desbordando el marco de lo que es la propuesta de prueba, por tanto esta defensa formularía protesta por la ampliación de este interrogatorio", argumentó la letrada, apuntando en este sentido a que la Fiscalía solo había pedido la testifical por su participación en "diversos registros autorizados por el Juzgado de Instrucción Número 13 [de Barcelona]". Si las preguntas iban más allá de estas operaciones policiales, la letrada defendió que el tribunal debía parar los pies a la Fiscalía.

Marchena le respondió entonces que "el problema de la ampliación del interrogatorio se ha planteado ya en otra ocasión", recordándole así que el tribunal mantendría la misma postura: "Allí dijimos que la declaración de pertinencia es dinámica, que una serie de preguntas pueden conducir a la pertinencia de otras. En principio, si de lo que se está preguntando es exclusivamente de hechos de los que el propio testigo tuvo conocimiento por razón de su intervención, la sala no estima que haya riesgo ni declaración de impertinencia". El presidente del tribunal defendió de esta manera que los interrogatorios no pueden limitarse a las breves explicaciones por las que se pide una testifical en el escrito de acusación, pues esto implicaría limitar en exceso las comparecencias.

El magistrado dio por concluida la discusión, pero entonces Roig tomó la palabra de nuevo para pedir que "el testigo identifique cuál es el atestado por él confeccionado respecto a las conclusiones que está desarrollando". Con una sonrisa, Marchena descartó que fuera el momento de lanzar esta solicitud: "Usted va a tener un turno de preguntas. Creo que podría preguntarle eso, no hace falta que se lo diga al fiscal para que lo pregunte el fiscal". Mano izquierda, pero puño cerrado.

Tras este breve rifirrafe, el presidente del tribunal se giró para que la Fiscalía continuara con el interrogatorio, momento en el que el abogado de Oriol Junqueras y Raül Romeva, Andreu Van den Eynde, interrumpió una vez más la comparecencia: "Existe otra faceta en la que está más preocupada esta defensa y es que para articular una defensa efectiva, está el problema de no haber declarado ninguno de estos testigos en fase de instrucción". Según sostuvo, esto implica que "las defensas se enteran en este momento del ámbito de conocimiento del testigo y, por lo tanto, eso genera una cierta problemática a la hora de articular la estrategia defensiva".

La sorpresa se reflejaba en la cara del juez conforme el abogado avanzaba en su exposición. Y así lo mostró en su respuesta: "¿Usted cree que los testigos hábiles para declarar en el juicio oral son aquellos que han declarado antes en la instrucción? Esto es ir hacia otro modelo de proceso. Como entendamos que para ir al juicio oral previamente hay que declarar en la instrucción, estaríamos incluso pervirtiendo la exposición de motivos de Alonso Martínez", contestó atónito. Aunque la queja no se había pronunciado antes en la sala, Van den Eynde sí la había recogido en un escrito presentado la pasada semana en el Supremo, documento en el que cargaba contra Marchena. Tras plantearla ante el tribunal, el propio magistrado se encargó de echarla por tierra: "No tache usted a un testigo por el hecho de que el juez instructor no lo haya llamado", zanjó.

Tras el receso, nueva bronca

El interrogatorio al guardia civil se reanudó a las 16:00, tras el receso para comer, y Van den Eynde no tardó en volver a chocar con Marchena. "El TSJ hizo un comunicado diciendo que ustedes tomaban en méritos de las diligencias previas no las había ordenado el instructor. Se montó una polémica porque ustedes estaban citando a gente sin control judicial", lanzó el abogado al agente.

El guardia civil ni siquiera tuvo tiempo para responder. El presidente del tribunal volvió a intervenir para atar en corto al abogado: "Señor letrado, vamos a hacer una pregunta que esté conectada a lo que el testigo puede aportar", advirtió Marchena. "Cuestionar ahora quién es el que realiza la citación como imputado o como testigo, si eso era correcto o no... Yo creo que no está conectado a lo que puede manifestar el testigo. Como usted comprenderá, la afirmación del testigo de si es correcto o no al tribunal no le va a vincular".

Lejos de atender el aviso, Van den Eyde siguió adelante: "He preguntado quién decidía, quién tomaba esa decisión sin control judicial. Es una tesis de defensa", insistió. Y Marchena le cortó de nuevo: "Las tesis no se defienden en el interrogatorio. En el interrogatorio se pregunta. Preguntas y respuestas, preguntas y respuestas... Hágame caso señor letrado, formule una pregunta", terminó ordenando Marchena. En esta segunda discusión con Van den Eynde, el enfado se reflejaba ya en la cara del presidente del tribunal.

La abogada de Cuixart se encara con Marchena

Llegado el turno del tercer testigo de la Guardia Civil, este protagonizó una dura declaración sobre lo ocurrido durante el registro en Exteriores el 20 de septiembre, ante lo que las defensas trataron de desacreditarle con preguntas sobre cómo eran las banderas de Òmnium Cultural o si le lanzaron claveles durante la operación. La situación llegó a tal punto que Marchena protagonizó un nuevo cara a cara con la abogada Marina Roig.

"El contraste entre su testimonio y el atestado hemos dicho que no vale. En consecuencia, lo que usted quiera saber del atestado, pregúnteselo", avisó el juez ante la primera pregunta de la abogada. "Señoría, estoy poniendo de manifiesto que el testigo ha faltado a la verdad en la declaración", respondió Roig. A partir de ese momento, el intercambio entre la abogada y el magistrado fue subiendo de tono.

"No vamos a interrumpir el juicio ahora porque usted ha llegado a la conclusión por contraste entre lo que consta en un atestado y lo que está declarando de que el testigo ha incurrido en un falso testimonio. No lo hemos hecho con nadie", avisó de nuevo el juez. El presidente del tribunal insistió además en que la letrada no va a sentir indefensión, afirmación a la que ella contestó con una negativa: "No es que la vaya a sentir, es que ya la estoy sintiendo".

Llegados a ese punto, Marchena, visiblemente molesto, criticó los escritos que las defensas presentaron contra él la pasada semana, asegurando en este sentido que quieren "de alguna forma construir una especie de juicio por escrito en paralelo" frente a un proceso que se desarrolla "conforme al principio de publicidad, concentración y contradicción". El presidente del tribunal mantiene así la misma postura desde el comienzo del juicio, dejando además claro que los escritos de protesta de las defensas no van a hacerle cambiar de actitud.

El histórico jurista Manuel Alonso Martínez apareció este martes en el juicio del 'procés'. Y lo hizo de la mano del presidente del tribunal, Manuel Marchena, que recurrió al político del siglo XIX para echar por tierra las quejas formuladas por las defensas durante el interrogatorio a un guardia civil. El abogado de Junqueras alegó que el testigo no había comparecido en la fase de instrucción y eso dificultaba su estrategia, ante lo que el magistrado respondió tajante: "¿Usted cree que los testigos hábiles para declarar en el juicio oral son aquellos que han declarado antes en la instrucción? Esto es ir hacia otro modelo de proceso. Como entendamos que para ir al juicio oral previamente hay que declarar en la instrucción, estaríamos incluso pervirtiendo la exposición de motivos de Alonso Martínez".

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