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Celebrar la Navidad, su último error: así cayó en Tenerife un fugitivo acusado de homicidio
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se enfrenta a 100 años de cárcel

Celebrar la Navidad, su último error: así cayó en Tenerife un fugitivo acusado de homicidio

El detenido es uno de los hombres clave de un grupo criminal que introduce grandes cantidades de cocaína y hachís en Reino Unido y en otros países de la Unión Europea

Foto: Imagen de archivo de dos agentes de la Policía Nacional. (EFE)
Imagen de archivo de dos agentes de la Policía Nacional. (EFE)

Los investigadores sabían que se escondía en Tenerife, pero llevaban meses sin dar con su guarida. La situación cambió a comienzos de diciembre, cuando advirtieron que varios de sus familiares habían comprado billetes para visitar la isla por Navidad. Ante la sospecha de que el fugitivo pretendía reunirse con ellos para celebrar estas fechas, los agentes de la Policía Nacional montaron un dispositivo en el aeropuerto de Tenerife Sur a su llegada, una operación que se saldó con la detención de uno de los fugitivos más buscados de Reino Unido: J.L., un capo británico de 35 años al que se le imputan 29 delitos penados con alrededor de 100 años de prisión.

El detenido es uno de los hombres clave de un grupo criminal que introduce grandes cantidades de cocaína y hachís en Reino Unido y en otros países de la Unión Europea, una organización que destaca además por la gran violencia con la que actúa. Los investigadores sospechan que entre 2011 y 2018 ha operado en Reino Unido, Islandia, Países Bajos, Emiratos Árabes Unidos, Portugal, España, China y México, para lo que cuenta con toda una red de criminales. En el caso de J.L., que seguía llevando a cabo actividades de dirección y control desde Tenerife, las autoridades inglesas le acusan de homicidio, secuestro, toma de rehenes, pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, tráfico de armas, blanqueo de capitales, delitos informáticos y robo con armas.

Foto: Un furgón policial - Archivo. (EFE)

Fuentes cercanas a la investigación explican a El Confidencial que el aviso de que podía encontrarse en Tenerife llegó desde Escocia, donde detectaron varias llamadas a Canarias por parte de miembros de la organización que se encuentran en el sur de España. Tras activarse la orden europea de detención y entrega por tráfico de drogas y crimen organizado, el equipo de fugitivos de la Policía Nacional puso en marcha la búsqueda en las isla, pero pasaron meses sin que apareciera ninguna pista sobre su paradero: el sujeto no compraba nada a su nombre y tampoco se dejaba ver entre la comunidad británica de Tenerife.

Sus medidas de seguridad llegaban a tal punto que, según señalan fuentes policiales, ni siquiera después de su detención ha sido posible encontrar el lugar en el que se escondía. Los agentes sospechan que podría esconder información relevante sobre su organización en la isla, pero el detenido se niega a colaborar y no ha dejado ningún rastro que permita dar con su guarida. Pese a ello, la policía ya ha localizado un local que frecuentaba en Tenerife, una línea de investigación que podría permitir nuevos hallazgos en las próximas semanas. Aunque el fugitivo ya está en prisión a la espera de ser entregado a las autoridades inglesas, la policía confía en que reconstruir su paso por España sirva para identificar a otros miembros del grupo al que pertenece.

10 fugitivos detenidos en diciembre

Además del ciudadano británico, en el mes de diciembre otros diez fugitivos buscados por delitos como tráfico de armas o abuso de menores han sido detenidos en distintos puntos de España. Destaca en este sentido el caso de un hombre de origen portugués al que las autoridades de su país buscaban por un suceso que se remonta a diciembre de 2003, cuando violó a una mujer tras conocerla en una sala de fiestas. El sujeto, que además tiene antecedentes policiales en España por malos tratos, fue detenido a finales de 2018 en Madrid.

Los investigadores sabían que se escondía en Tenerife, pero llevaban meses sin dar con su guarida. La situación cambió a comienzos de diciembre, cuando advirtieron que varios de sus familiares habían comprado billetes para visitar la isla por Navidad. Ante la sospecha de que el fugitivo pretendía reunirse con ellos para celebrar estas fechas, los agentes de la Policía Nacional montaron un dispositivo en el aeropuerto de Tenerife Sur a su llegada, una operación que se saldó con la detención de uno de los fugitivos más buscados de Reino Unido: J.L., un capo británico de 35 años al que se le imputan 29 delitos penados con alrededor de 100 años de prisión.

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