Los poderes del Estado arropan al Rey y la heredera en sus primeras palabras públicas

Todos los poderes del Estado se concentraron este miércoles en el Instituto Cervantes de Madrid para rendir homenaje a la Constitución española en conmemoración a la votación que tuvo lugar el 31 de octubre de 1978 en el Congreso de los Diputados, con la que quedó aprobado el texto. Una fecha señalada que la Casa Real eligió para que la princesa de Asturias pronunciara sus primeras palabras públicas, coincidiendo además con el día en que cumple 13 años. La princesa Leonor se subió al atril y entonó -con voz aún infantil, pero segura y sin notarse nervios pese a la enorme expectación mediática- el artículo 1 de la Carta Magna, cuya parte final representa precisamente el mandato que heredará: “La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria”. Felipe VI permaneció a su lado durante la lectura y, al término, todos los presentes aplaudieron arropando a la Corona sin fisuras.

El Rey se encargó de inaugurar la lectura constitucional con el Preámbulo e inmediatamente después cedió la palabra a su hija mayor para que continuara el acto. La princesa de Asturias se sentó a la derecha de su padre, como ya hizo por primera vez en el desfile de la Fiesta Nacional ejerciendo como heredera. Antes de empezar a leer, don Felipe agradeció la iniciativa del Gobierno y el Instituto Cervantes, expresando su alegría por "compartir un día tan especial" con el Ejecutivo, los poderes del Estado y "tantos ciudadanos y ciudadanas". "Pocas maneras hay mejores para reafirmar, una vez más, la fidelidad y el compromiso de la Corona con la democracia y la libertad, con España y la Constitución española", proclamó el jefe del Estado.

El presidente del Gobierno, que llegó tras acudir a la sesión de control al Gobierno en la Cámara Baja, ocupó el otro asiento junto a la Princesa. Pedro Sánchez leyó justo después de la heredera el artículo 2, que no podía ser más apropiado para el jefe del Ejecutivo en el momento actual: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.

Al otro lado de Felipe VI estuvo la reina Letizia y justo a continuación, la infanta Sofía. En la primera fila también tomaron asiento los padres vivos de la Carta Magna: Miquel Roca Junyent (que protagonizó un tropiezo por el escalón junto al atril que quedó en un susto) y José Pedro Pérez-Llorca, (Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón finamente no acudió por encontrarse indispuesto); los presidentes del Congreso y Senado, Ana Pastor y Pío García-Escudero, y los del CGPJ y el Tribunal Constitucional, Carlos Lesmes y Juan José González Rivas​, además de la vicepresidenta, Carmen Calvo, que también acudió tras responder en la sesión de control al Ejecutivo en plena tormenta por el futuro de la exhumación de Franco.

La duración del acto protagonizado por el Rey y la princesa de Asturias fue de en torno a veinte minutos. Al término de la lectura de los diez primeros artículos de la Constitución, la familia real abandonó el Instituto Cervantes. Tras un receso, el resto de miembros del Gobierno de Sánchez fue desfilando por el atril para dar continuidad a la lectura. Los ministros catalanes, Josep Borrell y Meritxell Batet, optaron por leer en catalán, en un claro guiño a las lenguas cooficiales del Estado. También participaron el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido; la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena; y los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera. También leyeron la fiscal general, María José Segarra; el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha; y el director de la RAE, Darío Villanueva. El resto de la lectura constitucional se desarrollará a lo largo de la mañana a través de representantes de la cultura y del público inscrito.