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Vistalegre, elecciones europeas y el discurso: Vox calca el plan inicial de Podemos
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Vistalegre, elecciones europeas y el discurso: Vox calca el plan inicial de Podemos

El lugar elegido para el mayor acto de la historia del partido: Vistalegre. Además, Abascal planea ser el candidato en las europeas. Tiene que ser él quien lleve el mensaje a Europa

Foto: Santiago Abascal. (Ilustración: Raúl Arias)
Santiago Abascal. (Ilustración: Raúl Arias)

Tras su lanzamiento en el mayor acto de la historia del partido el pasado domingo en Vistalegre, Vox empieza a diseñar su estrategia política y comunicativa para irrumpir en las instituciones de la mano de las próximas convocatorias electorales. Aunque su intención es concurrir a las autonómicas y municipales, la formación que dirige Santiago Abascal tiene dos grandes objetivos: Europa y el Congreso de los Diputados. En el calendario, lo primero aparece señalado para el mes de mayo y, a partir de ahora, esa será su meta. En Vox tenían aparcada toda iniciativa hasta el 7 de octubre, el día elegido para, según dijo José Ortega Lara desde el atril en el barrio obrero de Carabanchel, "alcanzar la mayoría de edad".

Entrar en el Parlamento Europeo es en estos momentos la principal aspiración de Abascal porque entiende que será lo que realmente sitúe a Vox en el mapa político. Siguiendo el modelo de Podemos, el partido de ultraderecha considera esencial empezar a tener voz en Bruselas, donde además es más fácil obtener representación por el sistema de circunscripción única. Máxime ante el crecimiento exponencial que experimentan sus homólogos en el resto de Europa y que en España todavía no se ha materializado. Desde hace meses Vox ha empezado a movilizarse en este terreno, aunque la interlocución todavía no es lo suficientemente fluida. El objetivo de Abascal es formar parte de un frente que ya empieza a construirse de cara a las europeas y que encabezarían Marine Le Pen desde Francia y el italiano Matteo Salvini, con quien las relaciones no son especialmente buenas por sus lazos con el independentismo. Con todo, esos contactos empiezan a ser formales y las intenciones son nítidas: frente común en el Parlamento Europeo.

Vox llena Vistalegre con objetivo de ganar escaños en las próximas elecciones

Aunque Vox todavía no ha concretado los plazos en la agenda y debe establecer las fechas en las que celebrará primarias, según ha podido saber este diario, el plan para Europa pasa por que Abascal sea cabeza de lista. El modelo sería idéntico al de Podemos en 2014 cuando Pablo Iglesias obtuvo escaño de eurodiputado, con la consiguiente visibilidad mediática que le otorgó, además de suponer una fuente de recursos. Las encuestas que manejan en el partido garantizan su presencia en las instituciones europeas y entienden que debe ser Abascal quien lleve el mensaje de la formación y establezca lazos de unión y sinergias con sus homólogos para empezar a consolidar la marca.

Después, cuando se convoquen elecciones generales —Pedro Sánchez siempre ha manifestado su voluntad de agotar la legislatura y el acuerdo presupuestario con Podemos afianza esa posibilidad— el líder de Vox volvería a España para encabezar la candidatura al Congreso por Madrid. Ahí viene la segunda gran meta: entrar en la Cámara Baja, con el marchamo de ser una formación con presencia institucional y, por tanto, con cuota mediática.

placeholder Acto convocado por Vox y que reunió a 10.000 personas en Vistalegre la semana pasada. (EFE)
Acto convocado por Vox y que reunió a 10.000 personas en Vistalegre la semana pasada. (EFE)

En todo caso, las similitudes en la estrategia de Abascal con la seguida por Podemos no escatiman en ejemplos. Precisamente, el escenario elegido para el primer gran acto en la historia del partido no fue otro que el emblemático Palacio de Vistalegre. Unas 10.000 personas abarrotaron el recinto de uno de los barrios obreros icónicos de Madrid y otras 3.000 se quedaron a las puertas al completarse el aforo, según los datos de los organizadores y las imágenes distribuidas. "Hemos desbordado Vistalegre y desbordaremos las urnas", lanzó Abascal al inicio de su intervención. "No asaltaremos el cielo, lo conquistaremos", dijo a continuación. Los recuerdos son inevitables.

El mismo lugar que supuso la consolidación de Podemos, ahora se ha convertido en la lanzadera del partido de ultraderecha. El dirigente del partido José Antonio Ortega Lara aseguraba en su intervención del pasado domingo que "Vox ha alcanzado su mayoría de edad y este acto lo demuestra". Un punto de inflexión, no solo para Vox, sino para la política española, como en su día lo fue la asamblea de la formación liderada por Pablo Iglesias.

Foto: Imagen del acto de Vox en Vistalegre. (EC) Opinión

A nivel discursivo algunos de los conceptos y metáforas utilizadas por Vox habían sonado casi tres años antes en boca de los principales dirigentes morados. El "desborde", "la España que madruga", la asunción de que Vox no es una organización política clásica, sino un "instrumento" —en este caso "al servicio de España"—, las apelaciones al "sentido común", a los "exiliados económicos", como el 15-M había denominado ya antes de Podemos a los jóvenes que tenían que emigrar por falta de trabajo, o a la patria, buscando resignificar este concepto, como todos los demás, según sus postulados. Mismos términos, distintos significados. Abascal también ha leído a Antonio Gramsci, el faro estratégico de Podemos, junto a Maquiavelo.

Entonces Podemos buscó situarse en el tablero político agrupando en un mismo bloque al "bipartidismo" y buscando así la diferenciación. Rocío Monasterio, vicesecretaria de acción social de Vox, sumó a esta ecuación a Ciudadanos durante su intervención, esa "veleta" que "usa su ambigüedad para sostener el bipartidismo". Polarizar con la "clase política" y las formaciones tradicionales es uno camino rápido para marcar distancias y ofertar renovación cuando los partidos y los políticos siguen siendo señalados por los españoles como uno de los principales problemas del país, según el CIS. "Los grandes partidos han caducado, entre otras cosas por la carcoma de la corrupción o su aburguesamiento", exclamó Monasterio.

placeholder El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, saluda en Vistalegre en febrero de 2017. (EFE)
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, saluda en Vistalegre en febrero de 2017. (EFE)

Abascal se errejonizó por momentos sobre el escenario de Vistalegre al apelar al "sentido común", recurso habitual cuando tu programa se percibe como radical, pero sobre todo cuando remarcó el objetivo de que "los jóvenes no tengan que abandonar su patria" y que se "recupere el contrato generacional que se ha roto", no por la gente, sino que "lo han destruido políticos irresponsables y corruptos, condenando a los jóvenes al exilio económico". Arengas muy similares ha repetido el estratega podemita en sus mítines, haciendo saltar las lágrimas de padres y, sobre todo, de abuelos que se identificaban con esta situación. Apelar a las pasiones, una de las características que los detractores del populismo suelen destacar de esta forma de reconstruir el espacio político.

La confrontación con las "oligarquías" tampoco faltó en el discurso de Abascal. Más similitudes de las izquierdas y derechas populistas, por definición 'anti establishment'. Vox no tiene conceptos fetiche como "casta", pero se refiere con animadversión a las "élites" o las "oligarquías". Abascal, en clave de precampaña para las europeas, resignifica la eurofobia, con la que se asimilan sus potenciales socios en el europarlamento, para asimilarla a las "oligarquías que quieren inmigración masiva". En este punto borda el discurso de la izquierda populista europea: "Quieren mano de obra esclava para abaratar los salarios de los españoles". Mismas formas, distinto fondo. Abascal, por su parte, se define como "euroexigente", siempre en oposición a "los 'europapanatas' que solo quieren obedecer los dictados de los burócratas globalistas de Bruselas".

El proteccionismo y la soberanía nacional es otra bandera que se disputan los populismos de derechas y de izquierdas, si bien sus nexos son más discursivos que programáticos, y Podemos ya ha ido desbrozando este camino.

Tras su lanzamiento en el mayor acto de la historia del partido el pasado domingo en Vistalegre, Vox empieza a diseñar su estrategia política y comunicativa para irrumpir en las instituciones de la mano de las próximas convocatorias electorales. Aunque su intención es concurrir a las autonómicas y municipales, la formación que dirige Santiago Abascal tiene dos grandes objetivos: Europa y el Congreso de los Diputados. En el calendario, lo primero aparece señalado para el mes de mayo y, a partir de ahora, esa será su meta. En Vox tenían aparcada toda iniciativa hasta el 7 de octubre, el día elegido para, según dijo José Ortega Lara desde el atril en el barrio obrero de Carabanchel, "alcanzar la mayoría de edad".

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