Juana Rivas, condenada a cinco años de cárcel y seis sin ejercer la patria potestad

El Juzgado de lo Penal 1 de Granada ha condenado a Juana Rivas a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores después de que el pasado verano permaneciera un mes en paradero desconocido con sus dos hijos incumpliendo las resoluciones judiciales que le obligaban a entregarlos al padre, Francesco Arcuri, al que ha acusado de manera reiterada de malos tratos, algo que él siempre ha negado.

El magistrado Manuel Piñar también ha inhabilitado a Rivas a ejercer la patria potestad sobre los niños, de 12 y cuatro años, durante seis años, y a indemnizar a su exmarido con 30.000 euros por daño moral y material, así como al pago de las costas, incluidas las de la acusación. Los hechos se remontan a mayo de 2016, cuando Rivas llegó a España con sus hijos y no volvió a Italia, donde vivió durante casi tres años, y denunció a su exmarido por malos tratos. Arcuri denunció los hechos y un juez ordenó la entrega inmediata de los niños, que ahora viven en Italia con su padre.

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EP

El abogado de Rivas, José Estanislao López, ha anunciado que recurrirán la condena y ha considerado la sentencia un "fracaso" del sistema judicial. Por su parte, la defensa de Arcuri, Enrique Zambrano, dice estar "satisfecho" con el fallo. "Se han cumplido todas nuestas peticiones", ha declarado a El Confidencial.

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No se acreditan malos tratos después de 2009

El Confidencial ha tenido acceso a la sentencia. En ella se afirma, en relación con los supuestos malos tratos de Arcuri a Rivas, que "salvo el episodio de malos tratos ocurrido en 2009, no se ha acreditado ningún otro posterior" ni a ella ni a su hijo mayor. Ese año, y probados los hechos tras una discusión en la que él la golpeó, fue condenado a tres meses de prisión por lesiones en España.

El texto remarca que desde entonces "no se han detectado desajustes psicológicos relacionados con los malos tratos contra él o por haberlos presenciado", por lo que descarta que exista un "grave peligro" para su integridad física. Cabe recordar que Rivas alegó que huyó de Italia en 2016 porque "no quería vivir más" bajo "las torturas" de su expareja y que no le entregó a los niños porque estaban "escapando del maltrato" y quería protegerlos.

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Dicha sentencia hace referencia a la denuncia que Juana Rivas interpuso contra Arcuri por malos tratos el 12 de julio de 2016, "pero la denuncia se archivó por falta de competencia", una decisión que tomó el juzgado de violencia de la Mujer número dos de Granada. De esta manera, la sentencia solo considera probados los hechos de 2009 y que, de ahí en adelante, los informes periciales no revelan que en sus hijos haya "rastro alguno de seculas y vestigios que deja en un menor haber tenido que ponerse en medio del padre y de la padre para proteger a esta cuando recibía golpes", como Rivas ha asegurado en el juicio y alegó al poner la denuncia en julio de 2016.

Rivas, con "voluntad dañina" de acusar a su ex

El texto pone de relive en varias ocasiones que "no es creíble la certeza de los hechos" contenidos en la denuncia de 2016 porque no explica si fue maltratada entre 2012 y ese año en Italia "al nivel que ella dijo de tortura y terror" y se pregunta por qué de haber ocurrido en Italia no denunció allí "al momento en que se producía cada uno de los varios episodios que tuvieron lugar". Sobre la no entrega de sus hijos a pesar de la existencia de una resolución judicial, el magistrado destaca que Rivas "era sabedora" de la obligación que tenía y que lo hizo "de forma consciente y deliberada, lo incumplió".

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Hay que destacar que la sentencia obliga a Juana Rivas a pagar 30.000 euros por daños morales y materiales. En este sentido, el juez asegura que existe una "voluntad dañina y lesiva" de atentar contra el honor de Arcuri al "predicar a los cuatro vientos" que ha sido una mujer maltratada y torturada, que su exmarido ha aterrado a su familia y "golpeado al hijo mayor" cuando no ha existido una "condena firme" al respecto.

El abogado de Arcuri, "satisfecho"

El Confidencial se ha puesto en contacto con Enrique Zambrano, abogado de Arcuri en España, que confirma que está "satisfecho" con el fallo aunque ha declinado hablar sobre su cliente, que está en Italia con sus dos hijos. "Nos van a devolver hasta el último céntimo y se ha aceptado nuestra petición de inhabilitación durante seis años", ha dicho.

A pesar de que la sentencia es recurrible, Zambrano cree que "está tan bien justificada" que a pesar de que esta se recurra será ratificada por la Audiencia Provincial de Granada. Por el momento, el letrado pide "calma" y destaca que actualmente Arcuri cuenta con la guarda y custodia provisional de los menores mientras Juana Rivas tiene derecho a un sistema de comunicación y un régimen de visitas.

Una vez la sentencia sea firme, algo que Zambrano espera que llegue a finales de este año o principios de 2019, Italia será la que decida si Arcuri tiene la custodia definitiva de los menores. De ser así, el exmarido de Juana Rivas podría establecer su propio régimen de visitas.

"Gran sorpresa. No nos lo esperábamos"

Este medio ha conversado también con el Centro de la Mujer de Maracena (Granada), que ha asesorado desde el principio a Rivas. Su directora, Francisca Granados, desconocía la resolución de la sentencia así como el resto de trabajadoras, que han recibido la noticia como "una gran sorpresa".

"No me lo esperaba... ha salido esto muy pronto", ha afirmado una de ellas en conversación con este medio.

Garzón: "Merece el indulto del Gobierno"

Las reacciones políticas a la sentencia de Juana Rivas no se han hecho esperar. El líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha pedido el indulto para ella y considera que el fallo proviene de "una justicia patriarcal profundamente injusta".

Al abogado de Arcuri no le ha gustado en absoluto estas declaraciones y ha pedido que "los políticos se metan en política".