Alfombra roja para un vizconde francés: el parque histórico que sueña Page en Toledo

Philippe de Villiers (1949) es vizconde. En 2016 compró en Londres un anillo que podría haber pertenecido a Juana de Arco. Quería devolverlo a Francia. Pagó 377.000 euros y tuvo problemas para sacarlo del país por las leyes de patrimonio. Cuando por fin lo consiguió, montó una ceremonia en una basílica en la que un niño rubio paseó el anillo en un cojín. Fue secretario de Estado de Cultura con Jacques Chirac, diputado y eurodiputado. También fue subprefecto, pero abandonó el cargo cuando ganó las elecciones François Miterrand, ya que no quería trabajar para un Gobierno de izquierdas. Tiene tres hijos y cuatro hijas, de las cuales dos son monjas. En 1978 montó un espectáculo histórico cerca de Nantes tirando de voluntarios, de gente de la zona. Se trataba de recrear episodios de la historia de la Vendée, de las refriegas entre revolucionarios y contrarrevolucionarios, con especial atención a los excesos jacobinos y exaltando la etapa anterior, previa al discurso de la lucha de clases.

La prensa francesa describe a De Villiers como un hombre extremadamente culto, religioso y tradicionalista, euroescéptico, admirador de Vladimir Putin y enemigo declarado del islam. Entre 1995 y 2007, se presentó a las elecciones francesas con un partido que él mismo fundó (Mouvement pour la France) y que tuvo cierto tirón, alcanzando más de un 2% de los votos. Su discurso, precursor de la 'alt-right', fue tachado inmediatamente de islamófobo. “Los tres males que gangrenan nuestra sociedad son el mundialismo, el socialismo y el comunitarismo”, dijo en una ocasión. En 2007, Jean Marie Le Pen le propuso una alianza estratégica y él la rechazó. Abandonó el Parlamento Europeo asqueado de la política y concentró sus esfuerzos en el proyecto que más le entusiasmaba: su espectáculo histórico, ya convertido en un fenómeno cultural que cosechaba premios internacionales y atraía a cientos de miles de visitantes cada año (en 2017, superó los 2,3 millones) llamado Puy du Fou. El nombre, sacado del francés antiguo, significa 'la colina de las hayas', y su adaptación a la historia de España está cerca de convertirse en el primer parque temático de la provincia de Toledo.

El proyecto ha revolucionado la vida pública de la ciudad, una polémica en la que defensores y detractores han empezado a organizar charlas por los barrios y vistas guiadas por los terrenos donde se planea construir el parque para ofrecer su versión. El Gobierno de Emiliano García-Page, una coalición entre el PSOE y Podemos, le puso puente de plata a la inversión, promocionándola mediante una figura especial (PSI, proyecto de singular interés) reservada para “actuaciones de relevante interés social o económico” y que actualmente se encuentra en fase de alegaciones. El director general de Planificación Territorial de Castilla-La Mancha, Javier Barrado, admite que es una figura que casi no se utiliza: no se tramitó ningún PSI durante la legislatura anterior y solo se ha puesto en marcha otro más en la actual, para un centro de innovación de la empresa finlandesa Nokian Tyres para la investigación de neumáticos. “El de Puy du Fou está plenamente justificado y cumple todos los requisitos”, argumenta Barrado. “Es una actividad que a día de hoy no existe en la región: un parque no al uso, una teatralización de hechos históricos cuya utilidad los promotores justifican muy bien y está respaldada por todos los informes encargados”, insiste.

Pese a la polémica, la iniciativa, que promete miles de puestos de trabajo directos e indirectos para la provincia, apenas ha tenido hasta ahora oposición política frontal. Solo uno de los dos diputados de Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha, David Llorente, se ha posicionado abiertamente en contra, asegurando que tiene “fuertes impactos urbanísticos, empleo incierto y precario y una visión cultural excluyente y retrógrada”. Ante la ausencia de contestación política, el hueco lo ha ocupado una plataforma ciudadana multidisciplinar (Queremos saber la verdad del Puy du Fou) que aglutina a ecologistas, académicos, economistas, urbanistas, etcétera, y que han reunido en un documento 30 alegaciones, exigiendo la suspensión de la tramitación del PSI “ante las evidentes faltas de documentación, ilegalidades, ausencia de viabilidad e irregularidades”.

Miguel Ángel Hernández, activista de Ecologistas en Acción, es una de las voces críticas que han dado un paso al frente. “El Gobierno autonómico”, argumenta, “se ha echado en manos de los promotores, aceptando invitaciones a Francia a ver el parque de Nantes y brindando con champán. Toledo es en sí misma una ciudad histórica y no necesita un parque circense para mostrarse al mundo. Hay que tener en cuenta precedentes ruinosos como el aeropuerto de Ciudad Real o la Tierra del Quijote en la región. O el Parque Warner y Terra Mítica, en otras comunidades autónomas”, dice. La primera pega que la plataforma le pone al proyecto gira en torno a la concesión del PSI. Ya que, dicen, otorga ventajas a la hora de conseguir subvenciones y permite “pasar por alto la legalidad” en cuestiones medioambientales y de urbanismo.

Los promotores están instalados desde hace meses en una amplia oficina del edificio Alcázar, en el casco histórico, a dos pasos de la plaza de Zocodover. Desde allí, más de 20 personas preparan la apertura de la primera fase del proyecto, programada para 2019. Ya han adquirido una finca de 159 hectáreas (Zurraquín) situada en uno de los parajes más hermosos del término municipal, a 10 minutos del casco histórico y a menos de una hora de Madrid. “Los terrenos eran de dos propietarios anónimos y no te puedo decir cuánto hemos pagado, pero es más de 10 veces del precio por hectárea para ese tipo de suelo”, explica Erwan de la Villeon, consejero delegado del parque en España. Si damos por buenas sus palabras, estaríamos hablando de más de 10 millones de euros.

Desde la plataforma, denuncian que se trata de suelo protegido: “Una finca rústica con diferentes valores naturales que motivaron su protección en el Plan de Ordenación Municipal de Toledo aprobado en 2007 y anulado durante la tramitación de información pública del PSI”. Hernández argumenta que “al ser suelo protegido y una finca rústica, es mucho más barato que si fuese urbanizable, y además no tienen que hacerse cargo de los requisitos exigidos para construir en suelo urbanizable, como la carga de usos públicos". Le da la razón José Miguel Aparicio, investigador científico del CSIC, experto en recursos naturales y miembro de la plataforma. “El 50% de la finca es agrícola, pero en el resto hay hasta seis tipos de hábitat protegidos por la Unión Europea. Y eso va en contra de las propias directivas de la UE”.

El 50% de la finca es agrícola, pero en el resto hay hasta seis tipos de hábitat protegidos por la Unión Europea

De la Villeon nos acompaña a visitar la finca y niega que se esté incumpliendo ninguna normativa. Al revés, asegura, la planificación contempla repoblar, plantar y generar un espacio agradable para los visitantes lleno de árboles y vegetación, similar al construido en Nantes. “Hay que olvidarse de la idea de un parque de atracciones. Aquí no hay cacharros, ni cemento. Son espectáculos. Se parece más al Circo del Sol que a Disneyland. Lo que buscamos precisamente es un lugar apartado de la ciudad para novelar la historia a través de la cultura popular”, asegura. Toda la idea francesa está fundamentada sobre conceptos opuestos a los de los grandes centros de ocio estadounidenses: comercio cediendo espacio a los artesanos locales, gestión de las entradas para evitar colas, etcétera. “Necesitamos un entorno natural, pendientes, colinas, aislarnos de la modernidad. No podemos hacer esto en un suelo llano, listo para urbanizar, como algunos de los que nos ofrecían al principio”, insiste De la Villeon.

Los promotores han contratado a un profesor de botánica de la Universidad de Castilla-La Mancha, Santiago Sardinero, para preparar el proyecto paisajístico, que incluye la plantación de 2.500 árboles. “Se trata de una finca donde fundamentalmente hay campos de cereal y plantas ruberales —malas hierbas—, con algunos restos de vegetación natural”, dice. Su plan pasa por “aumentar las estructuras vegetales” metiendo especies que ya están en la zona y multiplicando los entornos de encinares, tomillares, coscojales, retamales… “Entiendo que los grupos ecologistas están en su papel, pero el valor paisajístico de un campo de cultivo es el que es… Creo que hay suficientes cultivos cerealistas fumigados en la zona como para que no podamos transformar esto en algo más evolucionado que, además, es compatible con la réplica de un poblado medieval, por ejemplo”. Ante las dudas que genera el abastecimiento de agua (se planea inundar un área para hacer batallas navales) en una región que sufre sequías crónicas y racionamiento en verano en muchos pueblos, Puy du Fou ha proyectado crear una depuradora y limitar el consumo al mínimo. “Será todo para consumo humano y tendrá un impacto muy menor al de una industria cualquiera del polígono industrial o un campo de golf”, responden desde la promotora.

Entiendo que los grupos ecologistas están en su papel, pero el valor paisajístico de un campo de cultivo es el que es

De Villiers estudió con cautela el mercado antes de elegir una localización en la que replicar la idea del parque de Nantes. Valoraron una decena de localizaciones en Europa. “Al final, estábamos entre los alrededores de Madrid, Toscana y Salzburgo. Y una vez que elegimos Madrid, vimos muchos terrenos, en muchos sitios. Desde Valdeluz (Guadalajara) hasta Tres Cantos (Madrid)”, comenta De la Villeon. Uno de los motivos por los cuales optaron finalmente por Toledo, explica, es que encontraron desde el principio el apoyo y el entusiasmo del Gobierno regional de Page. La consejera de Economía de la Junta, Patricia Franco, explica que atraer inversiones extranjeras es una de las prioridades de su Gobierno. “Toda la política que estamos implementando va dirigida a la generación de riqueza y empleo con nuevos proyectos. Y esto son más de 200 millones de euros que pueden tener un impacto directo en el turismo de la región, porque es un parque muy reconocido internacionalmente”, explica. “Si es un éxito en Francia, que tiene unas condiciones climatológicas más adversas, aquí lo puede ser mucho más. Y con lo rica que es la historia española… Creemos que es perfectamente viable y positivo para la región”.

La plataforma también cuestiona la aportación de capital público que se planea otorgar, especialmente una inversión de cinco millones de euros a través de Sodicamam, una empresa pública creada para financiar proyectos estratégicos. “Pero no se trata de ninguna excepción”, defiende la consejera Franco. “Es en torno al 2% del capital social y a los 10 años nos salimos. Es una participación minoritaria y simbólica con la que se pretende generar confianza, porque queremos que el proyecto salga bien y se quede. No estamos dando nada que no demos en nuestra cartera de servicios a cualquier empresa que se quiera implantar”, justifica. Replica Fernando del Amo, economista y miembro de la plataforma: “La Junta no está sobrada y esos millones deberían ir a proyectos más locales y menos especulativos”. También se cuestiona que Puy du Fou solicite subveciones europeas y estatales aprovechando la concesión del PSI. "Deberían competir por ellas, como una empresa más".

Puede alojar hasta 28.000 personas en un día, y con números parecidos se podría llenar toda la oferta hotelera actual de Oropesa a Madridejos

Las voces críticas también discuten que la implantación del parque vaya a tener un efecto beneficioso para el turismo de Toledo. Dicen que podría incluso provocar el efecto contrario: entrar en competición con el centro histórico y los pequeños y medianos negocios de los que vive la ciudad. El argumento lo combate Víctor Iglesias, coordinador de la Comisión de Hospedaje de la Asociación de Hostelería y Turismo de Toledo (AHT). “El parque de Francia puede alojar hasta 28.000 personas en un día. Con números parecidos, se podría llenar toda la oferta hotelera actual de Oropesa a Madridejos. Y es algo que se va a hacer poco a poco, así que no generará problemas”. El proyecto está planteado en cinco fases de desarrollo: si todo sale según lo proyectado, en 2028 el Puy du Fou español tendría las dimensiones que tenía el francés a finales de 2016. Otro de los argumentos en que insisten los hosteleros posicionados a favor y la Junta es que Toledo es una ciudad que se visita por el día, con un índice de pernoctación bajísimo. “Como en Puy du Fou el espectáculo estrella acaba a medianoche, muchos turistas deberían quedarse a dormir. Es un 'win win”.

Las cifras de empleo son también objeto de polémica. Desde la plataforma, se teme que genere solo trabajo precario, ya que solo un 15% de los empleos directos anunciados son contratos indefinidos. “Los trabajadores temporales”, dice el documento de las alegaciones, “probablemente van a recibir salarios bajos, como sucede en otros parques. En este sentido, habría también que hacer una simulación de cuánto cuesta mantener este tipo de trabajos precarios a costa de la Administración y en función de las prestaciones de desempleo que eventualmente haya que liquidar. Podemos encontrarnos con la sorpresa de que el balance sea negativo para las arcas públicas”.

De la Villeon defiende la contratación estacional, ya que el parque permanecerá cerrado entre noviembre y marzo, y asegura que ha habido una cierta confusión al respecto causada por la traducción y por el hecho de que en el parque de Nantes hay una gran cantidad de voluntarios en las actuaciones. “En España no habrá voluntarios y el 75% de los empleos serán fijos discontinuos, del resto, la mitad serán temporales y la mitad fijos”. Las estimaciones sobre los puestos directos generados que hace la promotora están escalonadas en fases: 87 en 2019, 689 en 2021, 721 en 2023, 769 en 2025 y 938 en 2030.

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El último de los miedos de los opositores tiene que ver con la vertiente cultural y política del proyecto. Los miembros de la plataforma temen que la escenificación de la historia de España y de la 'ciudad de las tres culturas' quede en manos de alguien como Phillipe de Villiers, quien se encarga personalmente de elaborar los guiones. Llorente, el diputado crítico de Podemos, insiste en que “el proyecto es especialmente preocupante desde un punto de vista cultural e ideológico”, porque “el promotor es un ultraderechista reconocido por sus posiciones abiertamente xenófobas e islamófobas” y “es inaceptable que se ponga en manos de una persona con este perfil el relato de Toledo”.

De la Villeon responde con indignación, insistiendo en que las ideas políticas del fundador no tienen nada que ver con un parque "aplaudido incluso por intelectuales comunistas en Francia", y asegurando que en los espectáculos se presentarán personajes históricos musulmanes como Almanzor o Averroes. “De hecho”, concluye, “uno de los protagonistas que más han seducido a De Villiers es Maimónides”, un filósofo y médico judío de Al-Andalus. También están Don Quijote, Cristóbal Colón, Carlos V, Trajano, El Cid, San Ildefonso de Toledo, Don Juan, Elcano, Lope de Vega, Cabeza de Vaca, Núñez de Balboa, Séneca y el Lazarillo de Tormes.