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El cerebro de Moncloa a Pablo Iglesias: "Me gustaría ver a Echenique de vicepresidente"
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las confesiones de iván redondo en 'la tuerka'

El cerebro de Moncloa a Pablo Iglesias: "Me gustaría ver a Echenique de vicepresidente"

Discreto y con una cuenta de resultados envidiable, Redondo se confesó hace dos años en una entrevista con Iglesias que ayuda a entender su visión y su papel la confección del nuevo Ejecutivo

"Nos sabe leer muy bien, pero no nos aportaría demasiado". Así respondía en una charla informal un dirigente de Podemos a la pregunta de si estaban interesados en los servicios del asesor Iván Redondo, por entonces un desconocido fuera de los ambientes de la fontanería política y con simpatías intelectuales, e incluso generacionales, hacia la formación. Ocurrió hace algo más de un año y medio, y ahora, aquel asesor que tan bien interpretaba a los de Pablo Iglesias, según reconocían desde el propio partido, se ha convertido en el hombre fuerte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien le ha nombrado director del Gabinete de Presidencia. Un motivo más en las filas moradas para cuidar su estrategia ante la nueva coyuntura, pues en Moncloa mueve los hilos un perspicaz asesor que supo ver y entender la irrupción de Podemos, lo que le da más armas que la vieja guardia socialista para achicar su espacio. El mismo que en abril de 2016 afirmaba que le gustaría ver en la vicepresidencia del Gobierno a Pablo Echenique.

Discreto y con una cuenta de resultados envidiable (desde José Antonio Monago a Xavier García Albiol, pasando por la conformación del Gobierno de Sánchez), Redondo realizaba esta y otras confesiones en una entrevista conducida por Pablo Iglesias en su programa 'Otra Vuelta de Tuerka'. Un formato y un espacio propicio para desnudarse, y el nuevo cerebro de Moncloa así lo hizo, dejando frases atípicas para un asesor político que chocan todavía más si se miran con la perspectiva del puesto que ahora ocupa: "No es lo mismo ganar el Gobierno que ganar el poder".

placeholder Iván Redondo (i), nuevo director de Gabinete de Pedro Sánchez , con el dirigente socialista Paco Salazar.
Iván Redondo (i), nuevo director de Gabinete de Pedro Sánchez , con el dirigente socialista Paco Salazar.

Otras de sus respuestas, en cambio, hacen que ahora se entiendan mejor algunas de las decisiones de Sánchez en la formación de su Gobierno, y en las que existe casi un total consenso sobre su influencia: "La política tiene que cambiar con los tiempos, y creo firmemente en el entendimiento entre la izquierda y la derecha" o "todos los Gobiernos son legítimos, luego ya se verá la acción de cada Gobierno".

En esta visión transversal de la política insiste en varias ocasiones, reiterando que "hace falta que la izquierda y la derecha se sienten, se legitimen y acuerden lo que tienen que acordar". Diálogo, adaptación a las nuevas formas y demandas generacionales, simbolismo y un 'marketing' político más propio de las redes sociales: "Hay que llevar el mensaje a la gente, conectar con ella, y humanizarlo. No creo en el elitismo, en lanzar una idea que nadie entiende". Afinar y alejar la improvisación, porque, según asegura, "las grandes decisiones son cuestión de muy pocos puntos. El 80% de los votos los producen el 20% de los mensajes".

"La política tiene que cambiar con los tiempos, y creo firmemente en el entendimiento entre la izquierda y la derecha"

Con la perspectiva del tiempo, algunas de aquellas respuestas, sinceras, en una conversación muy cercana con Pablo Iglesias, en la que las cámaras parecen convertirse en mero 'atrezzo', ayudan a entender la confección de un Gobierno socialista que ha tratado de pasar del talante al talento. Y es que Iván Redondo no solo confesaba que le gustaría ver a Echenique como vicepresidente del Gobierno, sino también a Pablo Casado. Por su "preparación", por su "identificación" con ellos (también generacional) y porque le haría "estar orgulloso de mi país".

Una transversalidad y afán por la renovación generacional -"las grandes batallas en la izquierda y la derecha se librarán con un cambio generacional, todos los partidos van a vivir una transición"- que tampoco lo lleva a caer en el rupturismo. "El PSOE hace bien renovándose, pero se comporta más como un partido emergente", dice remarcando que se refiere al sentido peyorativo del concepto emergente, "que como un partido con 137 años de historia". Su máxima, pues, es que "hay que saber construir gobierno y construir relato". Lo primero ya lo ha hecho, lo segundo se verá en los próximos meses, aunque la propia paridad sea un relato en sí mismo.

Tampoco se mostró muy indulgente con Pedro Sánchez en las pocas ocasiones en las que se refirió directamente al por entonces secretario general de los socialistas. Le critica que en la moción de censura se pareciese más al protagonista de 'El ala oeste de la Casa Blanca', que al de 'House of Cards'. Siguiendo con las comparaciones entre la realidad política española y las series, Redondo elige 'Borgen' para asociarla a Ciudadanos y 'Juego de Tronos' a Podemos, "por la estrategia permanente". Sobre la serie danesa, 'Borgen', añade que "en España no tenemos esa cultura (de los pactos transversales), pero con el tiempo iremos viendo más acuerdos. Yo estoy por eso y dejar los estereotipos a un lado".

"El PSOE hace bien renovándose, pero se comporta más como un partido emergente que como un partido con 137 años de historia"

De 'House of Cards', su serie política fetiche, añade que debería ser una asignatura obligatoria en ciertas carreras, al igual que la lectura de tres maestros de la sospecha presentes en ella: Marx, Freud y Nietzsche. Esto es porque, frente "al Gobierno ideal" que narra 'El ala oeste de la Casa Blanca', la serie protagonizada por Kevin Spacey muestra "el Gobierno posible". Otras de las enseñanzas que extrae de la serie son que "en política te graban siempre" y que se debe "definir bien tu estrategia y hace un plan de acción, que es siempre un calendario. El tiempo en política es lo más importante".

Especialmente relevante es cómo remata la entrevista el ahora director del Gabinete de Presidencia del Gobierno. Amante del ajedrez, sobre todo el que practicó Bobby Fischer, Redondo le regala un peón a Iglesias, mientras le explica que representa al asesor, a la persona que "siempre está detrás y que hay que destacar porque cuando llega a la casilla ocho puede transformarse en cualquier pieza; y es con la estructura de peones como se gana en política". Su peón ya se ha convertido en dama para manejar con ella con los designios del nuevo tablero instalado en Moncloa.

"Nos sabe leer muy bien, pero no nos aportaría demasiado". Así respondía en una charla informal un dirigente de Podemos a la pregunta de si estaban interesados en los servicios del asesor Iván Redondo, por entonces un desconocido fuera de los ambientes de la fontanería política y con simpatías intelectuales, e incluso generacionales, hacia la formación. Ocurrió hace algo más de un año y medio, y ahora, aquel asesor que tan bien interpretaba a los de Pablo Iglesias, según reconocían desde el propio partido, se ha convertido en el hombre fuerte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien le ha nombrado director del Gabinete de Presidencia. Un motivo más en las filas moradas para cuidar su estrategia ante la nueva coyuntura, pues en Moncloa mueve los hilos un perspicaz asesor que supo ver y entender la irrupción de Podemos, lo que le da más armas que la vieja guardia socialista para achicar su espacio. El mismo que en abril de 2016 afirmaba que le gustaría ver en la vicepresidencia del Gobierno a Pablo Echenique.

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