Rajoy toma el PP de Madrid y gana más tiempo para decidir las listas de 2019

Las decisiones de Mariano Rajoy sobre la sustitución de Cristina Cifuentes en la presidencia de la Comunidad de Madrid y en la del PP regional prolongan la incertidumbre y dan más tiempo al inquilino de La Moncloa para elegir el cartel electoral para mayo de 2019. Ni el futuro jefe del Ejecutivo autonómico, Ángel Garrido, desde la Puerta del Sol ni el nuevo presidente de los populares madrileños, Pío García-Escudero, desde el Senado cuentan para encabezar las próximas candidaturas.

La nueva etapa que anunció el presidente del Gobierno para el PP de Madrid se irá perfilando después de la investidura de Garrido, según apuntan fuentes de la sede de Génova después del ejercicio de continuismo de su jefe. El consejero de Presidencia y número dos de Cifuentes es quien mejor conoce el funcionamiento del Gobierno autonómico, el candidato perfecto para culminar la legislatura, dado que Rajoy y el PP asumen que la gestión del actual equipo es notable y como tal se iba a vender en la campaña electoral antes del episodio del máster.

Garrido era también el candidato sugerido por Cifuentes como sustituto cuando la expresidenta aceptó que tenía que dimitir, ya antes de que saltara el vídeo de las cremas. María Dolores de Cospedal también era partidaria de esa continuidad y, según admiten medios de Génova, había otras alternativas, pero al final se impuso la máxima de Rajoy: "Lo que funciona es mejor no cambiarlo".

La vía intermedia para la sucesión entre el consejero de Presidencia y un diputado sin vínculos con el pasado ni experiencia de gestión alguna estaba representada por el portavoz parlamentario, Enrique Ossorio, y su nombre llegó a estar sobre la mesa, según admiten fuentes del PP, aunque también reconocen que Garrido fue siempre la opción primera ofrecida al jefe.

El control directo y efectivo sobre el PP de Madrid pasa a dos dirigentes de la máxima confianza de Rajoy. Juan Carlos Vera se ocupará del "día a día" como secretario general con el aval del nuevo presidente, Pío García-Escudero, quien compatibilizará esa tutela con su cargo al frente del Senado hasta que pasen las elecciones autonómicas de mayo próximo. Ambos tienen hilo directo con Rajoy y el encargo de preparar las próximas listas, lo que les da la máxima autoridad sobre toda la organización madrileña del PP, incluidos cifuentistas, aguirristas y miembros de la vieja guardia.

Con esos dos movimientos en Madrid, los nombramientos de Garrido y de García-Escudero, Rajoy también confirma que guarda para más adelante sus verdaderas cartas para las candidaturas del PP a la comunidad autónoma y al ayuntamiento de la capital. Recurra a mover el banquillo del Gobierno con Soraya Sáenz de Santamaría o el de Génova con Pablo Casado, el presidente del Gobierno no tiene prisa. En el PP apuntan que la promoción de Casado podría empezar con su integración en el futuro equipo de García-Escudero y Vera. "O no", como advirtió en expresión marianista el coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo.