Anboto, la terrorista que ha leído la nota de disolución de ETA desde una cárcel francesa

En ETA no se concebía a una sin el otro, hasta que él murió. Marixol Iparragirre Genetxea (1961), conocida como 'Anboto', juró odio eterno a la Policía y la Guardia Civil cuando las Fuerzas de Seguridad del Estado acabaron con la vida de su novio, José Manuel Aristimuño Pana, en un enfrenamiento en marzo de 1981. Fue entonces cuando se radicalizó dentro de las estructuras de ETA y se volvió una de las mujeres más poderosas, escalando hasta lo más alto de la banda terrorista.

Iparragirre se crio en el seno de una familia de militantes de ETA y se la considera exjefa de los comandos legales (compuestos por individuos no fichados) de la banda terrorista. La ficha policial de la época decía sobre ella: "Es elegante, con buena presencia, frecuenta ambientes selectos de la capital y viste ropa de calidad". A Anboto le encantaba la noche madrileña.

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Su primer asesinato fue el del cartero Estanislao Galíndez, en Amurrio (Álava). Después cometería otros cinco más. Primero como parte del comando Araba, después como un hilo más del tejido que la banda terrorista urdió en Madrid. Tras su primer asesinato vendrían los del guardia civil Fernando Amor en Lullando (Álava) y los policías Félix Gallego en Vitoria, Manuel Fuentes en Bilbao y Antonio Ligero y Rafael Mucientes en el Alto de Armentía.

La bautizaron en la banda terrorista como a un monte de Vizcaya en el que, según la tradición, vive la dama Mari de Anboto, quien puede convertirse en aire o fuego. Su prueba de fuego fue el ametrallamiento de una unidad móvil de RTVE en el pabellón deportivo de Mendirroza, en Vitoria. Además de los cinco asesinatos que se le adjudican, también se le acusa de haber participado en varias acciones terroristas con un saldo de 15 muertos.

Huida a Francia

En 1992, Anboto estuvo a punto de ser detenida en Madrid, pero logró escapar de la policía y decidió huir a Francia, donde abandonó las pistolas y pasó a ocuparse de los comandos legales. Entonces era compañera sentimental de Mikel Albisu, alias 'Antza', uno de los máximos dirigentes de la banda terrorista.

No sería hasta 12 años después cuando la policía francesa descabezaría la cúpula de la banda terrorista en Francia. Antza y Anboto eran detenidos en una casa rural en octubre de 2004 en la localidad de Salies-de-Béarn desencadenada en una basta operación policial entre siete localidades al sur de Francia y en la que participaron más de 150 agentes que llevaba varios meses fraguándose. Entonces, Anboto era la encargada de gestionar el aparato de extorsión de la banda terrorista.

Fue condenada junto a Mikel Antza a 20 años de cárcel por el Tribunal de lo Criminal de París el 17 de diciembre de 2010. El tribunal francés consideró a Antza jefe político y a Anboto responsable financiera de la organización terrorista ETA. El próximo año, la etarra será trasladada a Madrid en cumplimiento de una euroorden que la acusa de un nuevo asesinato.

Anboto era, desde Francia, la encargada de marcar las citas para entregar el material explosivo y lo hacía llegar a través de intermediarios, siendo así como transmitió la orden de atentar contra el museo Guggenheim de Bilbao. Hoy continúa cumpliendo condena con Antza a 900 kilómetros del País Vasco, en la cárcel francesa de Reau Sud Francilien. A la espera de que vuelva a España para ser juzgada de nuevo, este jueves millones de españoles han escuchado su voz al leer el comunicado en que la banda terrorista ha anunciado su disolución.