El milagro de Paradores: mileuristas, una cúpula millonaria y 8 millones de beneficio

La empresa pública Paradores ganó en 2016 más de ocho millones de euros. Esta cifra consolidaba una nueva tendencia de números negros. El ejercicio anterior, había obtenido cuatro millones de euros en beneficios por primera vez después de haber encadenado media docena de años de pérdidas, y había logrado cancelar toda la deuda que acumulaba con las entidades financieras. Este 'milagro', sin embargo, no es todo alegría. O no para todos.

El sindicato de funcionarios CSIF denuncia la enorme "precariedad" que reina en esta empresa pública, y la muestra es la nómina de un empleado que lleva más de 20 años en Paradores y que ni siquiera alcanza los 1.000 euros de ingresos al mes. Se trata de un recepcionista de 47 años, padre de dos hijos, que domina inglés y francés y que se encuadra en el nivel 3 de la tabla salarial que aprobó el Ministerio de Trabajo en 2008 y que entró en vigor al año siguiente. El empleado cuenta con 14 pagas, pero dos de ellas se le ingresan prorrateadas y suman 138 euros al mes al sueldo base de apenas 900 euros que recibe.

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Su historia no es un caso aislado, ya que en su misma posición se encuentran decenas de empleados que entraron después de que se derogara el plus de antigüedad. "No se trata de que haya despidos, sino de que los empleados se marchan en cuanto tienen oportunidad, y de esto me doy cuenta cuando voy a visitar otros centros por motivos laborales y observo que no está el mismo personal", explica el recepcionista, quien protesta por que Paradores no tenga en cuenta la antigüedad desde hace años y por el hecho de que la cúpula de la empresa se niega a negociar un nuevo convenio.

Los del nivel 1, el máximo que contempla el texto marco de la sociedad pública, tampoco están mucho mejor. Se trata de jefes de departamento (cocina, mantenimiento, recepción, etc.) que incluso llegan a ser la máxima autoridad del establecimiento cuando puntualmente el director del mismo se encuentra ausente y cuyo sueldo supera ligeramente los 14.000 euros anuales distribuidos en 14 pagas. Es decir, menos de 1.200 euros al mes.

El jefe de cocina de un conocido parador, que se ha prestado a mostrar su nómina a El Confidencial, asegura que tiene cocineros a sus órdenes que ingresan más que él. El hombre, que tiene una antigüedad de 14 años en la empresa pero que no recibe un solo euro por este concepto, arguye que estos subordinados entraron hace más de 30 años en la sociedad y sí engordan su nómina con este plus. "Por aquel entonces, aún no se había eliminado la antigüedad", explica el técnico, que antes contaba con un equipo de siete personas que ahora ha bajado a seis. "Y con más trabajo", apostilla el jefe de cocina, quien confiesa que durante los años que ha pasado al frente del departamento ha tenido que enseñar a sus subordinados a hacer tortillas de patatas o croquetas.

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"En Paradores, la responsabilidad está pagada a precio de saldo", aseguran desde la organización sindical. "¿Cómo puede pagarse a ese precio la responsabilidad en una empresa pública que en 2016 obtuvo un beneficio neto superior a los ocho millones de euros?", se preguntan desde el sindicato de funcionarios, que recuerda que el precio de una habitación en estos establecimientos se sitúa en torno a los 160 euros y que en Semana Santa, por ejemplo, se dispara hasta los 600 euros.

CSIF se queja de que, en contraste con estos ingresos que reciben los trabajadores, los directivos se embolsan cantidades desorbitadas. La propia presidenta de la entidad, Ángeles Alarcó, exmujer del exministro Rodrigo Rato y renovada en el cargo hace un año, recibe más de 170.000 euros al año, cifra a la que hay que sumar las dietas a que tienen derecho los directivos de la sociedad pública.