Más de 10 años de ataques y acoso a la familia de Albert Rivera
El jueves le tocó a la tienda de comidas de María Jesús. Pero, años atrás, el negocio familiar ya sufrió otros duros ataques entre pedradas y pintadas con acusaciones de "fascismo"
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"Ciudadanos, no es vuestra tierra ni vuestra lucha". La frase, escrita en catalán, aparecía estampada en la fachada del negocio que tiene la madre de Albert Rivera en Granollers este jueves por la mañana. Una casa de comidas para llevar que abrió junto a la tía del líder de Ciudadanos en la localidad barcelonesa y que sufrió los efectos de la embestida independentista la noche anterior.
Se trata de una prueba más de que la tensión social en Cataluña se dispara por momentos. El objetivo ya no es el 1 de octubre. De momento, es ver cómo se llega a él. La familia Rivera sabe bien lo que son los ataques del secesionismo más radical. Lo han sufrido en sus propias carnes en varias ocasiones. Pero la respuesta del político es siempre la misma: "No nos callarán. Los demócratas y el Estado de derecho somos más fuertes”. Pueden ser más fuertes, pero los disgustos duelen igual.
Aunque señalen a nuestras familias o nuestros comercios no nos callarán. Me metí en política para defender la libertad en Cataluña. Seguimos pic.twitter.com/0UT3mwf7ht
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) 21 de septiembre de 2017
María Jesús Díaz abrió la nueva tienda un año antes de que el negocio familiar que custodiaba junto a su marido echara el cierre después de tres décadas. Albert Rivera lo contaba con cierto detalle en una entrevista con Ana Rosa Quintana en septiembre de 2015, pocos meses antes de afrontar las primeras elecciones generales como candidato a la presidencia del Gobierno. Explicó entonces cómo su padre, con una vida entera de autónomo a las espaldas, se vio con 63 años sin trabajo y pagando 300 euros de cuota. “Eso no puede ser”.
Hablaba por su padre y por otros muchísimos autónomos del país, para los que defiende una ley pionera a nivel nacional. En el caso de su padre, el Bazar del Puerto, negocio familiar durante 30 años, se vio forzado a cerrar. La buena mano en la cocina llevó a su madre y a su tía a emprender una nueva aventura que les sirve a día de hoy como fuente de ingresos y que este jueves fue atacada con carteles independentistas.
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“Me metí en política para defender la libertad en Cataluña”. Rivera no esconde la esencia de su andadura, que este 2017 cumple 11 años. Tampoco es la primera vez en que se ve obligado a defenderse a sí mismo o a su familia. El Bazar del Puerto también sufrió ataques anteriormente. El primero, en 2005, cuando un grupo de personas rompieron los cristales principales de la tienda. Dos años después, en 2007, Rivera recibió en su casa una carta anónima con una fotografía suya en la que había una bala sin percutir en la frente y de ella salía un reguero de sangre simulado. La condena de un año y 10 meses de prisión llegaría en 2009 para los acusados, que pertenecían entonces a las juventudes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
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En 2008 el negocio de los padres de Rivera amanecía con un nuevo episodio de violencia. La fachada principal registraba una gran pintada con el mensaje “puercos fascistas” junto a una diana. Ataque que, según manifestó entonces el propio Rivera, era una prueba del “auténtico odio entre los ciudadanos que se está generando, marcando a la gente y a las familias en función de su ideología”. La Generalitat no lo condenó, como tampoco lo hizo tras la amenaza de muerte que él había recibido meses antes.
Han pasado años y pocas cosas han cambiado en ese sentido. Tras el ataque a la tienda de su madre, Rivera insistió este jueves al presidente Puigdemont a “parar esta locura”, acusando al Govern de estar alentando la oleada de protestas radicales desde las instituciones y zanjando la cuestión sin medias tintas: “Los responsables de lo que pasa tienen nombres y apellidos: Carles Puigdemont y Oriol Junqueras”.
"Ciudadanos, no es vuestra tierra ni vuestra lucha". La frase, escrita en catalán, aparecía estampada en la fachada del negocio que tiene la madre de Albert Rivera en Granollers este jueves por la mañana. Una casa de comidas para llevar que abrió junto a la tía del líder de Ciudadanos en la localidad barcelonesa y que sufrió los efectos de la embestida independentista la noche anterior.