Rosell justifica sus ingresos por "las elevadas cantidades que se mueven en el fútbol"

El expresidente del Barça Sandro Rosell asegura en un escrito en el que solicita ser excarcelado que las sumas que cobró en cuentas de Andorra son habituales en el mundo del fútbol, donde se mueven "elevadas cantidades". También destaca que ser titular o cotitular de una sociedad radicada en jurisdicciones como la citada, Panamá y otras similares "no es constitutivo 'per se' de ningún delito de corrupción o blanqueo".

"Sin duda, a los profanos en materia deportiva nos pueden sorprender las elevadas cantidades dinerarias que se mueven en el mundo del fútbol profesional, y el hecho de que algunas de ellas se abonen a través de paraísos fiscales", asegura en concreto su abogado, en un escrito presentado a la Audiencia Nacional al que ha tenido acceso El Confidencial.

El que fuera máximo representante del club blaugrana defiende su inocencia e insiste, como ya hizo en su declaración ante la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, en que nunca cobró ningún tipo de comisión ilegal. Según su versión, los ingresos recibidos por la mercantil Uptrend en la cuenta bancaria que esta compañía disponía en Andorra "respondían exclusivamente a la remuneración percibida por los servicios legales de intermediación prestados a favor de la compañía saudí ISE".

Rosell se queja, además, de que no puede defenderse correctamente porque en los registros realizados se le ha despojado de sus archivos documentales completos, en los que se incluyen "las pruebas de descargo que pudiera presentar", y destaca que regularizó todos sus ingresos con Hacienda.

Carga también contra el expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) Ricardo Teixeira, con el que —según la tesis de la Fiscalía— repartió las presuntas comisiones ilícitas cobradas, y precisa que este se encuentra "a día de hoy afincado tranquilamente en su país natal, sin estar sujeto a ningún procedimiento penal". Respecto a la labor de intermediación emprendida por Rosell, asegura que permitió que la CBF obtuviera, por los derechos audiovisuales de la selección brasileña en los partidos amistosos, ingresos muy superiores de los que percibía anteriormente.

"De su intervención no puede derivarse perjuicio alguno, sino todo lo contrario: la CBF pasó de cobrar unos 0,6 millones de dólares por partido amistoso [de la mercantil TRAFFIC] a percibir 1,1 millones de la compañía saudí ISE", precisa.

No hay riesgo de fuga

La defensa del expresidente del Barça descarta que exista riesgo de fuga y asegura que cuenta con un pleno arraigo familiar, ya que está casado y es padre de dos hijas muy jóvenes, lo que convierte en algo "absolutamente impensable" su marcha a cualquier otro país. "Y más cuando la propia jueza instructora ha procedido a embargarle y bloquearle la 'inmensa fortuna' que le atribuye, constándole perfectamente por tanto que más del 95% de su patrimonio se encuentra en España, y solo una ínfima parte en el extranjero", dice el escrito.

También destaca que se trata de una persona muy popular que sería facilmente reconocida "en cualquier parte del planeta" e incide en que es imposible que renuncie a "algo tan preciado como la cercanía a su esposa, hijas, hermanos y padres y a su patrimonio".

Rosell critica la afirmación realizada por la jueza Lamela en su auto de prisión, en el que aseguró que el exdirectivo azulgrana ha convertido el delito en su "modo de vida o fuente principal de ingresos", y asegura que se trata de un juicio de valor "absolutamente aventurado y carente de la menor razonabilidad". "De modo gratuito e incompatible con la presunción de inocencia, se trasladan graves prejuicios a la opinión pública sobre el señor Rosell, que además van mucho más allá de las presentes imputaciones", dice.

La magistrada dictó su ingreso en prisión incondicional y sin fianza el pasado 25 de abril. Le acusa de urdir una compleja trama de sociedades instrumentales, testaferros y cuentas en paraísos fiscales para blanquear al menos 15 millones en comisiones irregulares. La mayor parte del dinero procedía de la venta de derechos televisivos de partidos de la selección nacional de fútbol de Brasil.