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Las fotos de las comilonas y carnavales de Granados en su 'Falcon Crest' de Ávila
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las imágenes descubiertas por la guardia civil

Las fotos de las comilonas y carnavales de Granados en su 'Falcon Crest' de Ávila

Los investigadores de la UCO descubren fotografías que demuestran que Granados disfrutó durante años, junto a su familia, de una finca de 84 hectáreas regalada por constructores

El instructor del caso Púnica, el juez Eloy Velasco, tiene en su mesa un informe de la Guardia Civil que prueba la vinculación de Francisco Granados con una enorme finca de Ávila que presuntamente le regalaron constructores a los que favoreció con adjudicaciones públicas y recalificaciones urbanísticas. Aunque los empresarios figuraban como titulares del terreno, el exsecretario general del PP de Madrid y exconsejero autonómico de Presidencia llegó a controlar hasta el 50% de la propiedad, valorado en 1,3 millones de euros, a través de testaferros y sociedades instrumentales. Hasta ahora, Granados se había defendido asegurando que solo acudió a la finca ocasionalmente y que siempre lo hizo por invitación de uno de los empresarios, Ramiro Cid, también imputado en Púnica. Pero los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado han localizado fotografías que confirman que actuó durante años como verdadero propietario de la finca.

Las imágenes están incluidas en los anexos de un informe de la UCO centrado exclusivamente en este cortijo de 84 hectáreas, que ya fue desvelado en parte por El Confidencial. Los agentes precisan que, “tras el análisis de los efectos intervenidos en este registro [vivienda de Granados en Valdemoro], se localizan (…) numerosas fotografías de Francisco Granados, su familia y personas vinculadas a él en actitud de esparcimiento en la finca Fuentenebro”, un terreno con dos viviendas, caballerizas, tentadero, piscina con vestuarios y hasta un embalse, situado en el municipio abulense de Higuera de las Dueñas, a solo hora y media en coche de los despachos de la Comunidad de Madrid que ocupó el presunto cerebro de Púnica entre 2003 y 2011.


En una de las instantáneas descubiertas, se ve a Granados en uno de los salones de la vivienda principal de Fuentenebro mientras preside una mesa con una quincena de comensales. La mayoría son familiares, entre ellos, su mujer Nieves Alarcón —también imputada en Púnica—; su cuñada María del Mar Alarcón; el marido de esta, Alberto González; otra cuñada, Paloma María Alarcón; el esposo de esta, Segundo Varón; un cuñado, Germán Alarcón; la mujer de este, Cristina Rosa; un segundo cuñado, Juan Antonio Alarcón, y también la esposa de este, Sonia María Figueras. En el otro extremo de la mesa se sienta su suegro, Juan Alarcón Domenech, imputado por Velasco en diciembre de 2015 por ocultar en el altillo de un armario un millón de euros en efectivo de su yerno.

La UCO encontró más imágenes de Granados en la finca acompañado de familiares, demasiadas para ser un simple huésped de Ramiro Cid. En otra de las fotos, por ejemplo, aparece Granados junto a su mujer y sus hijas subido a un vehículo 'quad', uno de los seis que halló la Guardia Civil en Fuentenebro junto a otros activos, como un coche Ford Ranger, una furgoneta Renault Kangoo, 19 escopetas de caza, 24 caballos pura raza española y una máquina excavadora sin matricular. En otra imagen, Granados sale presidiendo otra comida, esta vez escoltado por su hermano, Alfonso Granados, y también en compañía de varios cuñados, dentro nuevamente del salón de la vivienda principal de Fuentenebro, una construcción de dos plantas y 1.400 metros cuadrados de superficie habitable.

Según la UCO, “Granados quería disfrazar el vínculo” con la finca, “dando apariencia de ser simplemente un huésped invitado por Ramiro Cid y no como copropietario”. El político utilizó a María José Marijuán, la mujer de su jefe de gabinete, Ignacio Palacios, para entrar con una firma instrumental, Ayjopen Consulting SL, en el accionariado de Tuvalu Gestión SL, la mercantil con la que Cid controlaba Fuentenebro. Pero la investigación ha terminado revelando este vínculo, a pesar de los esfuerzos de Granados por desdibujarlo. Los investigadores sostienen que estas fotografías, junto a otras pruebas —intervenciones telefónicas, declaraciones de testigos, investigaciones patrimoniales, hojas de excel...— confirmarían que disfrutó intensamente de esta lujosa propiedad hasta ser detenido en octubre de 2014.

En algunas de las fotos, Granados aparece en Fuentenebro en compañía de Cid, como en otro grupo de imágenes encontrado por los investigadores en la propia finca, “en una de las habitaciones y en el interior de un aparador”, y que también forman parte del informe entregado al juez Velasco. Granados sale en ellas disfrazado con un traje de época y Cid le acompaña vestido con la misma ropa. Sin embargo, los investigadores subrayan que las fotografías descubiertas en sus discos duros acreditan que el presunto cabecilla de Púnica visitó la propiedad de forma “asidua los fines de semana y días festivos” a lo largo de años y que lo hizo continuamente “acompañado de amigos y familiares”, a los que él mismo invitó, sin necesidad de contar con la autorización de Cid, comportándose así como dueño a todos los efectos de Fuentenebro.

Según la UCO, la propiedad sería uno de los muchos regalos que Granados recibió de constructores y adjudicatarios públicos por ayudarles presuntamente en concursos y planes urbanísticos desde los puestos de responsabilidad que ocupó en el Ayuntamiento de Valdemoro, hasta 2003, y en la Comunidad de Madrid, hasta 2011. Por su participación en esta finca, los investigadores sostienen que pudo cometer un delito de cohecho y otro de blanqueo de capitales.

El instructor del caso Púnica, el juez Eloy Velasco, tiene en su mesa un informe de la Guardia Civil que prueba la vinculación de Francisco Granados con una enorme finca de Ávila que presuntamente le regalaron constructores a los que favoreció con adjudicaciones públicas y recalificaciones urbanísticas. Aunque los empresarios figuraban como titulares del terreno, el exsecretario general del PP de Madrid y exconsejero autonómico de Presidencia llegó a controlar hasta el 50% de la propiedad, valorado en 1,3 millones de euros, a través de testaferros y sociedades instrumentales. Hasta ahora, Granados se había defendido asegurando que solo acudió a la finca ocasionalmente y que siempre lo hizo por invitación de uno de los empresarios, Ramiro Cid, también imputado en Púnica. Pero los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado han localizado fotografías que confirman que actuó durante años como verdadero propietario de la finca.

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