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Iglesias y Errejón colocan a sus peones y Teresa Rodríguez gana espacio en Andalucía
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el líder convoca a sus dirigentes regionales

Iglesias y Errejón colocan a sus peones y Teresa Rodríguez gana espacio en Andalucía

Los movimientos de los 'errejonistas' se centran en dar la batalla en la próxima ejecutiva para conseguir que el nuevo secretario de Organización no sea del núcleo duro de Iglesias

Las diferentes familias de Podemos toman posiciones de cara al próximo consejo ciudadano estatal (equivalente a la ejecutiva del partido) que se celebrará después de Semana Santa con el fin de tratar el conflicto interno. El órdago lanzado por los 'errejonistas' en Madrid contra Luis Alegre, secretario general autonómico y persona de la máxima confianza de Pablo Iglesias, ha escalado hasta la cúpula del partido. El golpe de mano del líder de la formación, tratando de cortar de raíz la rebelión de los afines a Errejón mediante la destitución de su máximo exponente, el número tres y secretario de Organización Sergio Pascual, no ha hecho más que espolear el conflicto.

Los afines a Errejón preparan la batalla para responder al golpe en el consejo ciudadano, donde cuentan con mayoría. El número dos y su persona de confianza, el recién cesado Sergio Pascual, fueron los impulsores de la estructuración territorial de Podemos mientras Iglesias ejercía como eurodiputado, por lo que cuentan con una mayoría de afines, muchos de ellos miembros de la ejecutiva. El secretario de la formación, por su parte, se reúne hoy de urgencia con los líderes autonómicos. Dos de ellos ya le han mostrado fidelidad, la secretaria general andaluza, Teresa Rodríguez, y el responsable autonómico en Aragón, Pablo Echenique. La secretaria general navarra, Laura Pérez, es otra de las representantes que se impusieron en las primarias contra la lista oficialista, por lo que difícilmente decantará su apoyo por Errejón.

Rodríguez y Pérez están vinculadas a la corriente Anticapitalistas, con la que Iglesias ha trabado una alianza táctica. La actuación de los denominados 'anticapis' en el consejo autonómico de Madrid ha sido esencial para mantener a Luis Alegre en su puesto y aplacar la estrategia de los 'errejonistas', que pretendían forzar la creación de una dirección colegiada mediante sus dimisiones y la convocatoria de nuevas primarias. En los órganos estatales, apenas cuentan con representantes, pero aglutinan a una buena parte de las bases críticas del partido.

La líder andaluza trasladará este viernes a Iglesias que opta por un modelo con mayor reparto del poder orgánico mediante un mapa de 'comarcalización'

La alianza táctica de Iglesias con el sector que encabezan el eurodiputado Miguel Urbán y la propia Rodríguez no es suficiente para confrontar con la mayoría alineada con Errejón en el consejo. En este contexto se enmarca el encuentro de este viernes, con el que “la secretaría general de Podemos asume su competencia de gestionar de manera interina las labores de la secretaría de Organización”. Unas funciones que asumirá hasta el próximo consejo, en el que se elegirá a un nuevo responsable para este cometido.

Si hay un territorio al que haya conmocionado la destitución fulminante del secretario de Organización es Andalucía. La pugna abierta entre la secretaria general de Podemos, Teresa Rodríguez, y el número tres del partido, al que Pablo Iglesias había dejado la tutela de la líder de Izquierda Anticapitalista, se hizo visible desde el primer minuto. El pulso interno condicionó la vida de la organización desde el inicio y abrió dos bandos claros. Como contrapeso más relevante, en ausencia de Sergio Pascual, siempre estaba Begoña Gutiérrez, diputada andaluza y líder del partido en Sevilla. Esta última, en un escrito dirigido a los miembros del partido en esta comunidad, recalca que ante el cese de Pascual “estamos todos desconcertados, máxime cuando el mismo tiene lugar a pocas horas de recibir un 'mail' en el que se hace un llamamiento a la unidad, la belleza y los cuidados dentro de nuestra organización”. La diputada andaluza critica la decisión porque “el momento elegido, sin duda, es cuanto menos inoportuno, con esto solo se consigue reforzar las posiciones de nuestros adversarios en pleno proceso de investidura y generar incertidumbres dentro de nuestra propia organización”.

La líder andaluza trasladará este viernes a Pablo Iglesias que ella va a optar en Andalucía por un modelo con mayor reparto del poder orgánico mediante un mapa de 'comarcalización'. Quiere evitar que la pugna de Madrid arrase Andalucía y abra un pulso entre los dirigentes locales, designados en gran parte por Sergio Pascual, y el propio aparato andaluz que ella dirige. Su discurso pasa por defender la necesidad de dar más cabida en la organización a los círculos y los militantes de base, aunque ahora no darán batalla y cerrarán filas con el secretario general. La destitución de Pascual libera a la líder andaluza de tutelas y fortalece de forma indirecta su liderazgo en Andalucía. Ella se niega públicamente a celebrar la dimisión y se limita a asegurar que no tiene datos exactos sobre los debates internos que han llevado a esta decisión. “No puedo interpretarla”, aseguró. Este viernes acudirá a la reunión convocada por Iglesias “para mostrar una imagen de unidad”.

Un cargo de consenso

Rodríguez, como Pablo Echenique, que fueron quienes plantaron cara al modelo de organización aprobado en Vistalegre, exigiendo un partido más cercano y abierto a las bases, no pedirán ahora cambios inmediatos. Más bien aprovecharán para cerrar filas con Iglesias en una estrategia más a largo plazo. La líder andaluza aspira a reforzar su poder en Madrid. De hecho, al ser preguntada sobre si supone una pérdida de poder para Andalucía que Sergio Pascual esté fuera del núcleo duro, insistió en dejar claro que la única representante de los andaluces de Podemos es la secretaria general y que el cargo de Pascual “en ningún caso correspondía a cuotas o cupos territoriales”. “A la organización de Podemos Andalucía la representa únicamente Teresa Rodríguez como miembro nato” del consejo ciudadano estatal, dejó claro.

Nombrar a una persona con oposición entre los barones generaría resistencias a la hora de adoptar las directrices marcadas desde Madrid

Lejos de restarle poder, la marcha de Pascual la fortalece y los Anticapitalistas aprovecharán el pulso de Iglesias y Errejón para ganar espacio y reforzar sus cuotas de poder. Curiosamente, es ese organigrama y ese modelo de partido que ellos rechazaron frontalmente el que ha permitido al secretario general eliminar a su secretario de Organización sin debates internos ni contemplaciones. Ahora, Teresa Rodríguez se limita a admitir que ese modelo ni es suyo ni le gusta pero es el que existe. Sin más críticas.

Los estatutos del partido permiten al secretario general nombrar directamente al secretario de Organización, sin que este tenga que ser ratificado mediante votación del consejo. Sin embargo, el correcto funcionamiento de la estructura organizativa del partido depende de la persona que ostente este cargo, por lo que nombrar a una persona con oposición entre los barones y los secretarios generales de las grandes ciudades podría generar una bicefalia en la dirección, dobles discursos o resistencias a adoptar las directrices marcadas desde Madrid. Los movimientos de los 'errejonistas' se centran en dar la batalla en la próxima ejecutiva para, al menos, conseguir que el cargo lo ocupe una persona de consenso. Alguien con un perfil intermedio entre las dos almas, en lugar de un miembro del núcleo duro de Iglesias.

Las diferentes familias de Podemos toman posiciones de cara al próximo consejo ciudadano estatal (equivalente a la ejecutiva del partido) que se celebrará después de Semana Santa con el fin de tratar el conflicto interno. El órdago lanzado por los 'errejonistas' en Madrid contra Luis Alegre, secretario general autonómico y persona de la máxima confianza de Pablo Iglesias, ha escalado hasta la cúpula del partido. El golpe de mano del líder de la formación, tratando de cortar de raíz la rebelión de los afines a Errejón mediante la destitución de su máximo exponente, el número tres y secretario de Organización Sergio Pascual, no ha hecho más que espolear el conflicto.

Pablo Echenique Teresa Rodríguez
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