Los extranjeros frenan el envejecimiento de España

Si usted se topacon un ciudadano extranjero en una calle de una ciudad española, es fácil que este tengaocho años menos. De media, las personasde otras nacionalidades que viven en España son más jóvenes y, aunque con un ritmo menos elevado que antes de la crisis económica, contribuyen a rebajar la edad de los 46 millones de habitantes del país. La media española es de43 años, frente a los 35 de los extranjeros.

La crisis, de hecho, ha influido también en este aspecto. España es, desde 2013, un país que pierde población. Tiene un saldo migratorio negativo: son más los que se van que los entran. Una inversión del flujo que, además de la emigración juvenil, ha tenido como protagonista justamente a la población extranjera,que era la responsable de rebajar la edad media de los residentes. Ahora, cuando también esa población está dejando el país, la edad media de la población vuelve a subir.

Así lo indican los datos del padrón continuo que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este martes, que atestiguandos aspectos: la disminución de la población extranjera y el hecho de que la que ahora vive en España se está adaptando también desde un punto de vista demográfico.

Entre 2000 y 2004, la edad media de los extranjeros residentes en España bajó de los 38,5 a menos de 33 años. Era el resultado de la primera oleada de inmigración –la que venía a buscar el "milagro económico"español–: "Es lo que suele ocurrir al comienzo de los flujos migratorios", explica Amparo GonzálezFerrer, socióloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Sin embargo, ahora se ha estabilizado: el rejuvenecimiento inmediato del comienzo no se ha alargado mucho", apunta.

Y esto es lo que ha ocurrido. Entre 2003 y 2008, la población extranjera permaneció en la línea, pasando de los 32,8 años a los 33,3 de media. En el lustro siguiente, envejeció tres años, superando los 35. Ya estábamos en plena crisis, por lo que este aumento es “una consecuencia, entre otras cosas, del hecho que vienen menos extranjeros”, explica González Ferrer.

Y no es el único factor: "Los estudios que comparan la primera generación de inmigrantes con la intermedia apuntan a una convergencia con el patrón español", eso es, con el hecho de tener menos hijos. En la práctica, en cuanto la presencia del extranjero en España apunta a ser permanente, se adapta a la realidad de quelas españolas tengan menos hijos. Una forma de adaptación que, añade esta investigadora, se nota sobre todo en las madres latinoamericanas.

La tijera de las diferencias deedad, pues, se acerca, pero los años de diferencia siguen siendo ocho. Una tendencia que se confirma –donde más, en el País Vasco y dónde menos, en Málaga–,pero en casi toda España. Con tresexcepciones: Málaga, Santa Cruz de Tenerife yAlicante, convertida en una "segunda casa"de la población del norte de Europa (inglés, sobre todo) en edad avanzada. En esta provincia los extranjeros tienen, de media, 44 años, dos más que los españoles.

¿Qué consecuencias trae estatendencia?

Según apunta la Organización para el Desarrollo y el Crecimiento Económico (OCDE), la migración de por sí no puede dar la vuelta al envejecimiento de un país. Pero en una situación de bienestar económico la presencia de una inmigración joven puede tener consecuencias directas, por ejemplo, sobre el sistema de pensiones. Y positivas, ya que se trata de una población que todavía trabajará durante muchos años y que aportará al mantenimiento de la Seguridad Social.

La OCDE, de hecho, va más allá: "la migración laboral soporta la innovación y el desarrollo de las sociedades basadas en el conocimiento, además de rellenar las fallas en un mercado laboral que se está adaptando a un nuevo sistema productivo", apunta en un estudio sobre las migraciones a nivel global de 2014.

En los 34 países que representa esta organización, de los 15 millones de desempleados 3 son extranjeros. Sin embargo, alerta la OCDE, aunque la mayoría de los inmigrantes tengan empleo,el 47% de ellos está trabajando en empleos paralos que están "tremendamentesobrecualificados".Es una mano de obra cualificada que, sobre todo en el Sur de Europa,se está echando a perder.