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Sánchez copia la vieja fórmula de Rubalcaba de listas electorales semicerradas
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sólo se podrá cambiar parcialmente el orden de candidatos

Sánchez copia la vieja fórmula de Rubalcaba de listas electorales semicerradas

La propuesta de Pedro Sánchez de cambiar la ley electoral para implantar listas abiertas corre el riesgo de quedarse en un brindis al sol

Foto: El líder del PSOE, Pedro Sánchez (EFE)
El líder del PSOE, Pedro Sánchez (EFE)

La propuesta de Pedro Sánchez de cambiar la ley electoral para implantar listas abiertas, que el líder socialista defendió el pasado día 5 en el Foro Líderes organizado por la agencia EFE y KPMG, corre el riesgo de quedarse en un brindis al sol. El secretario general del PSOE no concretó cuál será la fórmula para cambiar el actual modelo de listas cerradas, pero fuentes de la dirección del partido han precisado a El Confidencial que se trata del mismo sistema de listas parcialmente desbloqueadas que ya incluyó Alfredo Pérez Rubalcaba en el programa para las elecciones generales de 2011 y en las resoluciones de la Conferencia Política de 2013.

"Propondremos la posibilidad de aplicar listas electorales desbloqueadas con la posibilidad [sic] de voto preferencial a un número determinado de candidatos, según el modelo vigente en algunos países europeos", rezaba el programa socialista de 2011 en el apartado dedicado a la reforma del sistema electoral. Con esa fórmula, las candidaturas estarían muy lejos de ser realmente abiertas, como anunció Sánchez la semana pasada, ya que los partidos seguirían conservando intacta su capacidad de proponer el 100% de los candidatos de una lista, dejando a los electores las migajas de alterar, pero sólo parcialmente, el orden de los aspirantes a diputados. Es decir, se trataría de listas semicerradas; o, si se prefiere, semiabiertas.

El programa socialista de las últimas elecciones generales, las que llevaron a Mariano Rajoy a la Moncloa y devolvieron a Rubalcaba a la Facultad de Químicas de la Universidad Complutense, dejaba sin concretar cuántas preferencias podríanmarcar los electores en las papeletas de votación para poder cambiar el orden inicialmente establecido en las listas por cada partidopolítico. Las fuentes de Ferraz consultadas se inclinan por la fórmula incluida en las resoluciones de la Conferencia Política de 2013, con Rubalcaba todavía al frente del partido: un mínimo de una y un máximo de dos preferencias.

La resolución política aprobada en aquella conferencia propugnaba "laapertura de las listas electorales a que los ciudadanos señalen preferencias personales respecto de los candidatos". Y añadía: "La fórmula sería reconocer el derecho de los electores a expresar una preferencia en todas las circunscripciones, salvo en las que eligen más de 10 diputados, donde cabría expresar dos". Según las fuentes consultadas, el programa electoral con el que el PSOE concurrirá a las elecciones generales del próximo otoño recogerá ese mismocompromiso; es decir, desbloquear las listas para que los electores tengan la posibilidad de marcar sus diferencias,alterandoel orden fijado por los partidoshasta un máximo de dos candidatos.

Ese sistema no se utilizará, obviamente, en las próximas generales, en las que seguirá aplicándose el método clásico de listas cerradas y bloqueadas que rige desde las primeras elecciones democráticas tras la caídade la dictadura franquista, en 1977. La fórmula elegida por Sánchez sí podría implantarse en los comicios de 2019, siempre y cuando el PSOE pactase, como mínimo con el PP, la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). Las leyes orgánicas, según el artículo 81 de la Constitución, sólo pueden ser modificadas por mayoría absoluta, un techo que, dada la fragmentación del voto que pronostican todos los sondeos, también podría alcanzarse sin el PP y con el apoyo de otros partidos, como Podemos o Ciudadanos.

En ese contexto de dispersión del voto, que dibuja una próxima legislatura sin mayorías absolutas, aún está por ver si la propuesta socialista, que deja a los electores un margen de libertad muy limitado, satisface los estándares de regeneración democrática de esas formaciones que, con toda seguridad, tendrán por primera vez representaciónen el Congreso de los Diputados. Lo que sí parece seguro es que en las elecciones generales de 2019 el sistema tradicional de listas cerradas y bloqueadas dejará paso a una fórmula, todavía por concretar, que reducirá en mayor o menor medida el poder absoluto de las cúpulas de los partidos para elaborar las listas.

La propuesta de Pedro Sánchez de cambiar la ley electoral para implantar listas abiertas, que el líder socialista defendió el pasado día 5 en el Foro Líderes organizado por la agencia EFE y KPMG, corre el riesgo de quedarse en un brindis al sol. El secretario general del PSOE no concretó cuál será la fórmula para cambiar el actual modelo de listas cerradas, pero fuentes de la dirección del partido han precisado a El Confidencial que se trata del mismo sistema de listas parcialmente desbloqueadas que ya incluyó Alfredo Pérez Rubalcaba en el programa para las elecciones generales de 2011 y en las resoluciones de la Conferencia Política de 2013.

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