Cayo Lara rechazó investigar el ‘pufo’ de la afiliación masiva de africanos en IU Parla

El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, conocía todos los pormenores que rodeaban al caso de la afiliación masiva de africanos a la formación en Parla. La anterior portavoz del partido en la localidad madrileña, Carolina Cordero, le remitió una carta el pasado 6 de noviembre al máximo dirigente izquierdista en la que le mostraba su sorpresa ante el numeroso grupo de extranjeros pertenecientes a una iglesia evangélica que se había inscrito de golpe a IU a principios de 2013.

La misiva, sin embargo, nunca tuvo respuesta por parte de Lara, que decidió mirar para otro lado y rechazó abrir una investigación interna para determinar el motivo de esa afiliación masiva, como de hecho le había solicitado la remitente. Cordero apeló en la citada carta a la comisión de transparencia del partido con el fin de conocer lo que había sucedido y solicitó una reunión con el entonces coordinador general, que rechazó todas las propuestas planteadas por la exportavoz de IU Parla.

Cordero tampoco recibió contestación de otros dirigentes del partido a los que también transmitió su inquietud ante lo que estaba sucediendo en la formación madrileña. En concreto, el ya dimitido Eddy Sánchez, coordinador de IU Madrid, fue uno de los informados, pero también decidió optar por la callada como respuesta y denegar el encuentro que le había propuesto Cordero.

Entre el 17 de diciembre de 2012 y el 15 de enero de 2013, una veintena de africanos –la mayoría procedentes del Congo y de Angola– decidió afiliarse a Izquierda Unida en Parla. Todos ellos, además, eran miembros de la iglesia evangélica Ministerio Internacional de Cristo, que tiene sede en la localidad. La adhesión masiva al partido elevó el número de militantes hasta superar los dos centenares. Los nuevos socios suponían, por lo tanto, más del 10% del total de afiliados.

Ese porcentaje fue suficiente para aupar hasta la coordinación general en Parla al candidato Jesús Saiz, elegido en abril de 2013. Las últimas adhesiones al partido fueron utilizadas por el sector de Saiz para llegar a un acuerdo con la aspirante alternativa, que era precisamente Carolina Cordero –la que remitió la carta a Cayo Lara–, quien rechazó presentarse, dada la claridad con la que se iba a imponer su contrincante gracias al apoyo de los africanos.

Durante los meses posteriores, otros miembros de la mencionada iglesia se fueron afiliando y engrosando poco a poco las filas de la formación izquierdista. Los africanos, de hecho, también iban haciendo público su apoyo a Saiz durante las posteriores asambleas internas que celebró la organización a nivel local, donde los nuevos ‘camaradas’ mostraban abiertamente –mano alzada– su apoyo a cada una de las medidas que el recién elegido coordinador general planteaba.

La presencia de los africanos dividió aún más al partido, que ya estaba muy enfrentado como consecuencia de la pasividad del equipo de Saiz ante la incoherente presencia de un miembro de IU en el equipo de Gobierno del PSOE en el Ayuntamiento de Parla después de que los izquierdistas abandonaran el consistorio, seis meses después de las elecciones municipales de 2011, por discrepancias con sus socios socialistas.

Saiz aterrizó en Parla en 2011, justo después de que PSOE e IU llegaran al acuerdo de Gobierno que luego se rompería. Llegó como asesor de uno de los concejales izquierdista procedente de Fuenlabrada, donde también había sido cargo de confianza del grupo municipal de IU (en concreto, director general de Comercio del Ayuntamiento de Fuenlabrada). Su aparición coincidió con la llegada de Avelino Pérez Pallares, que también venía de Fuenlabrada y que igualmente se colocó como asesor de otra edil de IU en Parla.

Las críticas le llovieron a Saiz cuando, a los seis meses de firmar el pacto, IU decide romper el acuerdo de Gobierno y permite que su compañero Pérez Pallares siga en el cargo –ahora como asesor de un socialista– a pesar de continuar militando en la formación izquierdista. Los reproches aumentaron cuando Pérez Pallares fue detenido en el marco de la Operación Púnica junto al alcalde socialista José María Fraile, caso en el que ambos continúan imputados.