El proceso de primarias de Izquierda Unida en Madrid acabará en los tribunales

Cerca de 5.000 militantes y 8.000 simpatizantes de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid estaban llamados hoy a las urnas, pero cientos de ellos no han podido ejercer su derecho a voto en lugares como Parla, Alcalá de Henares, Ciempozuelos o Torrejón de Ardoz, después de que la corriente oficialista "limpiase el censo" de simpatizantes que supuestamente militaban en otros partidos, principalmente Podemos. Una decisión que desde las candidaturas críticas han tachado de "manipulación", por lo que emprenderán acciones legales en los tribunales, según ha asegurado a este diario el candidato de Espacio Plural Julián Sánchez. "Hemos detectado numerosas incidencias y muchos simpatizantes no están pudiendo votar, por lo que denunciaremos esta situación por la vía legal. Creemos que deben determinarse responsabilidades individuales, sobre todo en lugares como Parla, y estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias para que así sea".

El aluvión de no militantes registrados para participar en el proceso ha sido percibido por la vieja guardia, la corriente Somos IU que a día de hoy controla el aparato interno y que representan José Antonio Moreno y Raquel López, como un ataque directo a su candidatura. Militantes de Podemos y Ganemos, dicen, que pretenderían aupar a la corriente crítica, encabezada por el tándem Tania Sánchez y Mauricio Valiente, por defender posturas más cercanas a sus intereses.

“Cualquier afiliado a IUCM que advierta la presencia de personas de otros partidos en el censo y en el mismo acto de votación podrá impugnar el censo y trasladar su impugnación a la Comisión de Primarias”, explicaba una circular interna enviada a los militantes. Para facilitar estas impugnaciones, la dirección ha decidido, en un gesto casi desperado por salvar los muebles, colocar dos urnas diferenciadas en cada asamblea de distrito donde se lleven a cabo las votaciones. En una de ellas votarán los militantes, en la otra, los simpatizantes que serán observados bajo la lupa de los interventores.

El reglamento niega la participación a los militantes de otros partidos, y basándose en ello la corriente oficialista dice haber impugnado a más de 300 inscritos y a todo el censo de Torrejón de Ardoz. Sin embargo, no ha sido comunicado a los afectados, que están acudiendo a votar y encontrándose in situ con la prohibición. En la mayoría de estos casos los afectados ni siquiera aprecen registrados en el censo, a pesar de que muchos de ellos portan el documento acreditativo expedido telemáticamente por la formación.

Durante la jornada de ayer, la corriente oficialista se afanó en realizar “una limpieza y depuración de los censos”. Una actitud tildada de “antidemocrática” por las otras dos candidaturas en liza y que, según ha podido saber este diario, afectaría a cientos de simpatizantes, a quienes se les negaría el derecho a votar. Un extremo que si se materializa, el candidato de la corriente Espacio Plural, Julián Sánchez, ha adelantado a este diario que, previsiblemente, denunciará la manipulación del censo por la vía legal. Finalmente se han confirmado los peores presagios y la denuncia se presentará en las próximas horas.

Ataque preventivo, dicen algunos, y ganas de morir matando, según otros, puesto que los datos del censo de partidos no son públicos. “Son todo conjeturas, de hecho, hay quien quiere probar que militan en Podemos analizando sus perfiles en redes sociales. Es patético que gente tan preparada y comprometida con la organización caiga en estas cosas”, lamentaban fuentes cercanas a la candidatura alternativa. Todos ellos creen que el clima generado se ha hecho inaguantable y que la vieja guardia pretende hacer estallar una bomba para inmolarse junto a sus rivales.

Lo que verdaderamente está en juego

Los candidatos que salgan ganadores de este proceso no sólo se verán con el derecho a encabezar las candidaturas en las próximas elecciones municipales y autonómicas, sino que definirán el modelo de partido en la nueva era que afronta la organización. De ahí el intenso cruce de acusaciones de los últimos días, que tuvo su punto álgido con la llamada a capítulo, por parte de la ejecutiva regional, de la candidata favorita, la diputada Tania Sánchez. En la última recta de campaña ha sido protagonista el “todo vale”, incluidas filtraciones interesadas a la prensa, y que hoy llegará a su máxima expresión si se cumple la amenaza de impugnación de censos.

Esta misma mañana, la corriente oficialista Somos-IU envió un comunicado a los medios en el que se concluía: o Tania Sánchez demuestra con datos, documentos y actuaciones probadas que es ajena a prácticas irregulares durante su gestión en el Ayuntamiento de Rivas, o debe renunciar a sus cargos y a su condición de candidata en las elecciones primarias de IUCM".

Las elecciones primarias de IU-CM están visibilizando la división de la organización en dos sectores irreconciliables: “los niños” y la vieja guardia. El relevo generacional está llamando a la puerta de IU con un tono poco amigable desde el día después de las elecciones europeas, cuyos resultados habrían demostrado el diagnóstico defendido por las nuevas generaciones de corte quincemayista: abrazar la “nueva política” para evitar que partidos como Podemos se coman su tostada recogiendo el voto indignado.

A pesar de todo, la vieja guardia que representan los miembros históricos de la formación no está dispuesta a irse por la puerta de atrás, como aseguró gráficamente el portavoz municipal, Ángel Pérez, en esta entrevista: “Quieren impugnar el modelo de Izquierda Unida echándonos, matando a los que somos sus referentes, pero no vamos a irnos por la puerta de atrás”.

Este conflicto lleva varios meses abierto, pero estos últimos días ha llegado al punto de amenazar el futuro de la coalición, abriendo incluso la posibilidad de rematar en escisión. Todo ello coincidiendo con el proceso de primarias abiertas de IU en la capital. Tras las bambalinas se encuentra la investigación interna sobre la gestión de varios cargos de la vieja guardia en Caja Madrid.

Entre los implicados se encontrarían el actual portavoz municipal, Ángel Pérez, el portavoz en la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo, y el número dos de Cayo Lara, Miguel Reneses. Ante la ausencia de dimisiones, Lara les lanzó un ultimátum desde la presidencia para que se depurasen responsabilidades. El órdago no fue acatado y se optó por el enroque. Ahora saben que si pierden las primarias también perderán su silla en la dirección del partido y hasta su carné de militantes. Hay mucho en juego y algunos prefieren romper el trablero antes que asumir su derrota.