El Carlos III amplía cuatro esclusas para quitarse el traje, pero deja igual la de Teresa

El hospital Carlos III ya cuenta con cuatro esclusas, los cuartos donde el personal sanitario que atiende a los pacientes sospechosos de haber sido contagiados de ébola se desprende del traje protector, adaptadas a las medidas de seguridad recomendadas por los expertos. Las esclusas que se utilizaron para atender a los misioneros contagiados no superaban el metro cuadrado, lo que dificultaba a los trabajadores la labor de extracción del traje de seguridad. Precisamente, este es el momento de mayor riesgo de contagio y durante el cual pudo haberse infectado la enfermera Teresa Romero.

La ampliación de las esclusas ha sido una reclamación constante por parte de los sindicatos desde que se comunicó que el Carlos III sería el centro de referencia para internar a este tipo de pacientes. Sin embargo, como señalaron representantes sindicales del CSI-F y Satse, se trata de una medida que llega tarde, puesto que no se puede hacer obras en la esclusa colindante a la habitación en la que está ingresada la enfermera contagiada. “El problema es que esto está mal hecho desde el principio. Ahora, a Teresa no se la puede trasladar a otra habitación ni mucho menos realizar obras de reforma en la pared contigua a su cuarto, por lo que los trabajadores que la atienden (un equipo de medio centenar de personas) seguirán cambiándose en una esclusa con las mismas medidas”, lamenta el portavoz de Satse, Juan José San Miguel.

Vídeo: Las próximas horas son vitales en la evolución de Teresa

Las temperaturas que los sanitarios tienen que soportar cuando se enfundan el traje de seguridad van desde los 45 hasta los 50 °C, mientras que tardan en quitárselo una media de quince minutos. Se trata del momento de máximo riesgo, calor y estrés, por lo que las medidas reducidas de las esclusas, sin apenas espacio para estirar los brazos en cruz, aumentan las complicaciones de esta tarea, según denunciaron los profesionales.

Formación continua y acreditada

La reforma de las esclusas no es el único cambio que los sindicatos y organizaciones sanitarias han arrancado a la Consejería de Sanidad. La mejora de los protocolos es otra de las medidas a la que ha accedido el departamento dirigido por Javier Rodríguez. Por primera vez desde que se inició la crisis del ébola, se darán cursos reglados a los profesionales. Se trata de cursos de formación continua y acreditada para “que consten en el currículo y vayan más allá de una charla de quince minutos en la que te indican cómo ponerte el traje”, añaden desde el sindicato de enfermería.

Los profesionales sanitarios llevaban reclamando la realización de estos cursos formativos desde el pasado mes de mayo, e incluso cursaron una denuncia en el juzgado para advertir del incumplimiento de la ley de riesgos laborales ante la negativa de la gerencia del hospital. Una medida que para conseguir su implantación han tenido que pasar más de cinco meses, incluyendo la muerte de dos misioneros por ébola, el contagio a una auxiliar de enfermería y el ingreso de varios casos sospechosos. Sin embargo, los representantes de los trabajadores aún no han recibido más información y todavía desconocen cuándo se impartirá la formación, cómo se hará y quién la recibirá.

Las negociaciones realizadas en la mesa sectorial también han dado sus frutos respecto a la petición de recibir apoyo psicológico in situ y realizar programas de simulacros reales impartidos por personal del Suma y del Samur, además de que las cámaras de las habitaciones de descompresión estarán operativas. Asimismo, la intranet del hospital contará con la información de última hora disponible para el conjunto de los profesionales sobre la enfermedad y los protocolos.

El sindicato de enfermería ha solicitado asimismo a la ministra de Sanidad, Ana Mato, una reunión urgente con el objetivo de abordar la situación actual y colaborar conjuntamente en el desarrollo de nuevas medidas que eviten en todo lo posible nuevos casos de contagio. En el escrito, que a última hora de ayer aún no había obtenido respuesta, el sindicato traslada algunas propuestas de mejora para garantizar la salud de los ciudadanos y de los profesionales, “una vez que todo parece indicar que se han producido fallos en la activación y aplicación del protocolo de actuación establecido”.