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Zapatero consuma su "matrimonio con la comunidad gay" al recibir el premio Pluma
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"debimos poner la bandera arcoiris en monCloa"

Zapatero consuma su "matrimonio con la comunidad gay" al recibir el premio Pluma

Diez años después de su victoria electoral de 2004, José Luis Rodríguez Zapatero pudo consumar ayer su idílico matrimonio con la comunidad gay de España

Foto: Zapatero, durante su discurso al recoger el Premio Pluma en la Sala Clamores (Chueca.com)
Zapatero, durante su discurso al recoger el Premio Pluma en la Sala Clamores (Chueca.com)

Diez años después de su victoria electoral de 2004, José Luis Rodríguez Zapatero pudo consumar ayer su idílico matrimonio con la comunidad gay de España. El expresidente socialista recibió ayer por la noche, de manos de la Federación Estatal de Lesbinas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) el premio Pluma por su ley del matrimonio homosexual que convirtió a España en un país pioneros de la materia. “Cometimos un fallo y yo ahora me arrepiento. Aquel día que aprobamos la ley deberíamos haber puesto la bandera (arcoíris) en Moncloa”, explicó en su discurso de agradecimiento.

El acto tuvo lugar en la Sala Clamores de Madrid y, en un espacio como ese, Zapatero derrochó simpatía en sus palabras. Abrió el discurso bromeando: “Compruebo desde aquí arriba que esto parece una cita a ciegas”. Y después se mostró orgulloso de poder consumar al fin el matrimonio. “He venido encantado. Esta era una cita que nos debíamos. De verdad. Alguna vez teníamos que ver cómo se consumaba este matrimonio”, explicó. Y es que, como dijo después, desde el año 2005, en el que se aprobó la norma, Zapatero se ha sentido parte de cada matrimonio homosexual que se ha ido produciendo. “No sé cuántas veces me he casado ya. Sentía emoción, ilusión, felicidad. Sentía haber hecho algo tan difícil en la vida, que es, nada más y nada menos, que cambiar el destino, el orgullo y la dignidad de tanta gente haciéndola feliz”.

Zapatero trufó su discurso, de doce minutos de duración, de anécdotas sobre cómo ha vivido siempre el orgullo de haber impulsado esa ley. Así, explicó que, siempre, cuando viajaba fuera de España, era habitual encontrar a grupos de personas que lo recibían con la bandera del arcoíris o que el mismo Barack Obama le felicitó por la ley en su primer contacto cara a cara.

“Algún disgusto me costó”, añadió a renglón seguido. “Cada vez que me reunía con el Papa, la gran mayoría del tiempo nos pasábamos hablando de la ley de matrimonio gay. (Risas) Volcaba todo mi talante para intentar convencerle de lo que es el derecho a la igualdad y que si hay alguien que proclamó la igualdad fue Jesucristo. Que tuvieran ese mandato presente”. Otra persona con la que también se tuvo que fajar al respecto, “en pleno fragor del euro”, fue con la canciller alemana. “Quiero recordar que estuve una noche, en una cena larga, muy larga, convenciendo a Angela Merkel. Y que muchos países latinoamericanos, también Portugal, durante años, sus presidentes me preguntaron cómo se hizo”.

(Chueca.com)Junto a Zapatero, también fueron premiados con el premio Pluma la periodista Ruth Toledano, el concejal del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Zerolo y los históricos activistas Antonio Poveda y Beatriz Giménez. Antes de recoger su premio, se proyectó el discurso que pronunció el presidente el día que se aprobó la norma en el Congreso de los Diputados. “Quien me conoce bien puede advertir que tuve que hacer esfuerzos serios para contener la emoción que tenía para hacer ese discurso a todo el país, a todos los españoles”, explicó. “No es frecuente que el presidente del Gobierno intervenga en el trámite de una ley. El presidente del Gobierno interviene en los grandes debates, pero sabía que aquel era un momento histórico y sabía que a, a veces, a la fría letra de un texto legal había que acompañarle lo que mucha gente sentía. Y lo que el país merecía escuchar, como lección. Merecía escuchar que, a partir de esa ley, de reconocimiento de la dignidad, de la libertad de tantas personas humilladas, íbamos a ser un país más decente. Y recuerdo bien que buscamos mucho esa palabra y la utilizamos mucho. Porque era la decencia lo que estaba en juego frente a quienes consideraban esto como una indecencia”.

“Por ello –concluyó-, os imagináis que este acto, este premio, para mí, supone un motivo, sobre todo, de emoción. Debo decir que estoy emocionado. Emocionado de ver y recordar que este país os merece un homenaje. Os merece un reconocimiento histórico porque vuestra libertad y dignidad ha sido palanca de libertad y de dignidad para mucha gente. Esto sí que es marca España”.

Diez años después de su victoria electoral de 2004, José Luis Rodríguez Zapatero pudo consumar ayer su idílico matrimonio con la comunidad gay de España. El expresidente socialista recibió ayer por la noche, de manos de la Federación Estatal de Lesbinas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) el premio Pluma por su ley del matrimonio homosexual que convirtió a España en un país pioneros de la materia. “Cometimos un fallo y yo ahora me arrepiento. Aquel día que aprobamos la ley deberíamos haber puesto la bandera (arcoíris) en Moncloa”, explicó en su discurso de agradecimiento.

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