El PP recula ante el temor de que la llama de Gamonal prenda en otras ciudades

El Partido Popular había salido en tromba para respaldar la decisión del alcalde de Burgos, el miembro del partido Javier Lacalle, de seguir adelante con su proyecto de reforma del barrio de Gamonal, a pesar de la dimensión que estaba alcanzando la oposición de los vecinos a ese plan. Pero los populares se han visto forzados a cambiar de estrategia por la fuerte presión social y mediática que en los últimos días ha centrado el foco de la opinión pública nacional en los altercados de Burgos, más por su valor simbólicoque por la gravedad de los acontecimientos. Finalmente,Lacalle anunció este martes que la construcción del bulevar y el aparcamiento subterráneo que generó el levantamiento se paralizará durante “15 o 20 días” para tratar de alcanzar un acuerdo con los residentes afectados.

Con la nueva estrategia, los populares esperan que se detenga la espiral de violencia que amenazaba con extenderse a otros puntos de la geografía española tras cinco días de manifestaciones y disturbios. El PP de Castilla y León, que en un principio defendió la intención de la corporación municipal de continuar con las obras, respaldó este cambio de postura y aseguró que encaja en la “eficiencia de gestión y cercanía con los ciudadanos” que ha demostrado el alcalde durante el proceso de tramitación del proyecto.

El objetivo de Lacalle es que el paréntesis abierto ahora permita calmar los ánimos y reconducir la situación. En las condiciones actuales, según el primer edil, era imposible continuar con los trabajos de remodelaciónde la principal arteria de Gamonal, la calle Vitoria, epicentro de las protestas,por la falta de seguridad.

Satisfacción en la Policía

Fuentes de Génova y del Ministerio del Interior han rechazado haber influido en la decisión, pero la noticia se recibió con agrado en la Policía Nacional. El Ministerio del Interior había convertido el control de los sucesos de Gamonal en una prioridad, ante el temor de que se produjera un efecto contagioque desplazara la revuelta aotros puntos de España. De hecho, ya se habían convocado este miércoles actos de solidaridad con el barrio burgalés en varias ciudades.

Sin embargo, fuentes policiales consultadas por este diario creen que la rectificación del alcalde contribuirá a desinflarla tensión que se ha respirado en el barrio desde la primera noche de disturbios, el pasado viernes. Desde entonces ha habido más de 40 detenidos y unos 15 agentes, un bombero y un guardia de seguridad han sufrido heridas leves. Se han quemado contenedores, una caseta de obra y diferente mobiliario urbano. Una oficina del banco Santander en la zona decidió este martes blindarse con planchas metálicas para evitar nuevos ataques.

Radicales de Madrid, Valladolid y Pamplona

El mayor temor en la Policía era que los disturbios experimentaran un nuevo repunte este próximo fin de semana con la llegada de radicales desde otras provincias. Los servicios de información de la Policía detectaron este martes la presencia en Burgos de miembros de grupos de ultraizquierda procedentes de Madrid, Valladolid y Pamplona, aunque la gran mayoría de los manifestantes son residentes de la ciudad y están teniendo un comportamiento pacífico. En principio, la paralización de las obras reduce elriesgo de nuevos episodios de violenciay debería provocar el regreso de losradicales foráneos a sus ciudades de origen.

Con todo, Interior mantendrá una intensa presencia policial en la zona hasta comprobar cómo evolucionan los acontecimientos. A los 100 antidisturbios que la Dirección General de Policía ya envió desde Valladolid el pasado domingo se sumaron este martes otros 50 agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) procedentes de Madrid. En total, contando con los agentes de la plantilla de Burgos, ya hay sobre el terreno más de 200 antidisturbios, y no se descarta el envío de más efectivos en el caso de que sea necesario.

Interior también ha movilizado a sus mandos para tratar de controlar la crisis cuanto antes. Fuentes policiales confirman que el propio comisario general de Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona, se ha instalado en Burgos para coordinar las operaciones sobre el terreno. El operativo también se está supervisando desde Madrid. El director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, Eugenio Pino, ha estado al frente del dispositivo desde el primer día.