El ‘cortijo’ de la UGT: Fernández Sevilla fue un hombre de paja de Cándido Méndez

“UGT está secuestrada”. Así de contundente se muestra un exdirigente de UGT Andalucía que conoce muy bien el modus operandi de la Ejecutiva Regional. La frase la dijo hace ya más de una década y, aunque sigue afilado al sindicato, “y muy orgulloso”, aclara, esta “sigue vigente”. El sindicalista abandonó un destacado puesto en la organización sindical al comprobar “cómo no podía cambiar desde dentro la UGT”, dominada desde la época de Manuel Pastrana por la poderosa Federación de Servicios Públicos (FSP).

¿En qué clave se entiende entonces el relevo en mayo de 2013 de Pastrana por Francisco Fernández Sevilla si este pertenecía a la Federación de Trabajadores de la Tierra y no a la FSP? Todo apunta, según este experto conocedor de las tripas de la UGT Andalucía, a que el ya exsecretario general no era más que “un hombre de paja” de Cándido Méndez, el número 1 el sindicato en toda España. “Vieron venir lo que se avecinaba y colocaron a Fernández Sevilla para que si se destapaba todo lo que ahora se ha sabido no le afectara a alguien de la FSP y, lo más importante, salvar a Cándido”, resalta a este diario el exdirigente de la organización en Andalucía.

El líder nacional del sindicato, como publicó este diario, preparó un cortafuegos para parar el tsunami que, de modo irremediable, se le venía encima a Méndez, “un tipo nada respetuoso con sus leales, como ahora se ha demostrado con Fernández Sevilla”, asegura un crítico sindical. La dimisión del exlíder andaluz ha desembocado en una rebelión de las federaciones contrarias a que el equipo actual de la UGT Andalucía, encabezado por Manuel Ferrer, secretario de organización, “nos vuelva a secuestrar”. Ferrer no atendió ayer las cuatro llamadas telefónicas de este diario.

Germán Domínguez, exsecretario de Formación de UGT-A durante tres mandatos, se postula como el principal aspirante para hacer frente a la candidatura oficialista que presentará la actual dirección regional en funciones. Este responsable sindical ya quiso optar en el X Congreso regional a la secretaría general, pero finalmente optó “por cerrar filas entre todos ante las graves agresiones externas sufridas por el sindicato".

Por la “regeneración del sindicato”

Esta vez parece que va en serio. Domínguez demanda "una regeneración del sindicato", que "se tiene que abrir y ser clara y transparente", de forma que considera necesario "que se desarrolle una auditoría externa, una revisora de las cuentas junto a la Junta de Andalucía, donde se investigue y se tomen decisiones, caiga quien caiga". Y añadió, en declaraciones a Europa Press: “No puede ser que un secretario general esté durante 15 años en un poder, pues entonces este se convierte en nepotismo, como así ocurría".

Otro exdirigente de la Ejecutiva Regional avanzó el pasado miércoles en El Confidencial que sus compañeros de la dirección de UGT Andalucía se dedicaban “a hacer política, no a revisar las cuentas”. Este exresponsable sindical explicó que, cuando se terminaba de gestionar un programa de formación, se encontraban en el sindicato “con una habitación llena de archivadores A-Z con todas las facturas. Ahí podía haber facturas de un euro o 4.000 euros en programas en los que el importe total se eleva a cuatro millones de euros”.

El secretario de organización de UGT Andalucía anunció esta semana la destrucción de 1.756 archivos informáticos en un "borrado interno" dentro del sindicato entre los meses de enero y junio. También se copiaron más de 22.400 desde ordenadores internos del área de administración del sindicato, lo que dificulta la investigación que está llevando a cabo sobre las presuntas irregularidades en la gestión de los fondos de formación. Ferrer informó de que el sindicato ha abierto expediente a tres trabajadores por estos hechos; hasta ahora, dos se han cerrado con amonestación y, por lo que respecta al otro, la investigación sigue abierta.