Rajoy entierra sus previsiones y vende los presupuestos "de la recuperación"

El Gobierno presenta hoy el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014 como una enmienda a casi todas las previsiones macroeconómicas que hizo hace sólo cinco meses. De los más negros augurios de abril a cargo de Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, el Ejecutivo pasa a las cuentas “de la recuperación”. Además de las cifras, cambia el discurso, ahora en positivo porque incluso del déficit público parece bajo control, según adelantó Mariano Rajoy con el dato de que 2012 cerró con un 6,8%, dos décimas por debajo de lo anunciado.

Los drásticos recortes de los dos anteriores ejercicios se quedan para el próximo año en ajustes que se pueden calificar de menores, aunque en la mayoría de los departamentos se ha llegado al hueso (personal) después de cargar la mano en el capítulo de inversiones. La reducción de gasto en los ministerios pasa del 12,2% aplicado este año al 0,7% para el próximo.

“En abril hicimos lo que había que hacer y ahora tenemos más margen”, comentan en fuentes gubernamentales sobre la conferencia de prensa que ofrecieron los ministros de Economía y de Hacienda el pasado 26 de abril para ofrecer un panorama tan pesimista que dejaba el crecimiento de la economía y del empleo para el final de la legislatura. Esas previsiones tan realistas pudieron servir para que la UE accediera a la prórroga para cumplir con el objetivo de déficit público como se proponía Rajoy, pero fueron letales para la imagen del propio Gobierno y sumieron en el desánimo al Partido Popular. Ahora, el Ejecutivo quiere que el cuadro macroeconómico de los Presupuestos sirva para enmendar aquel episodio.

El presidente del Gobierno ha adelantado desde Nueva York la buena nueva sobre la que Economía y Hacienda aspiraban a empezar a vender optimismo: el cumplimiento del objetivo de déficit incluso por encima de lo comprometido con el 6,8% con que se cerró 2012. Son dos décimas de colchón para dar mayor credibilidad a las previsiones y las cuentas que el Consejo de Ministros aprueba este viernes.

El dato del 6,8% también confirma lo que en el Ministerio de Hacienda consideran su gran éxito: conseguir que las comunidades autónomas y ayuntamientos reduzcan su déficit y se apliquen planes de recorte después de tres décadas de continuo crecimiento y no pocos casos de despilfarro. “Hemos terminado con el mito de que las autonomías eran incontrolables en términos financieros y de deuda”, insisten en medios gubernamentales desde principios de año.

Los presupuestos de 2014 serán los primeros que elabora el Gobierno de Rajoy con previsión de crecimiento, en principio de un 0,7%, pero con la esperanza de cerrar el año con un punto entero. La prima de riesgo por debajo de los 240 puntos desde este verano, la mejora de la competitividad y el aumento de la inversión extranjera animan esas mejores previsiones que, a su vez, permiten mejores perspectivas para el crecimiento del empleo, el dato fundamental que espera el Ejecutivo para hablar de recuperación económica a partir de principios del próximo año.

La decisión de congelar otro año más los salarios de los funcionarios se aplicará está vez con el argumento paliativo de que no incluye supresión de pagas extraordinarias como en 2012 y que la reducida tasa de inflación prevista (incluso por debajo del 1%) ayudará a que la pérdida de poder adquisitivo sea mínima, la menor desde que empezaron los ajustes presupuestarios con el anterior Ejecutivo.