ETA estudia una entrega de armas este otoño para intentar revivir el 'proceso'

Algo se mueve en ETA, y en la dirección de dar más pasos hacia su punto final. Al menos esas son las previsiones con las que cuentan fuentes conocedoras de la situación de la banda, quedebateanunciar en las próximas semanas o, en todo caso, antes de Navidad, una entrega de armas de sus arsenales. ETA daría así respuesta a las conclusiones planteadas en el Foro Social organizado por la plataforma Lokarri en mayo,entre cuyas recomendaciones abogaba por “culminar con el desmantelamiento de armas y estructuras militares de ETA”.

Según fuentes conocedoras del proceso, ETA y su entorno están dispuestos a escenificar pasos que desbloqueen la actual situación de parálisis en la que se encuentra el fin de la banda después de que el Gobierno de Mariano Rajoy se haya negado a mover ficha en los dos frentes que más preocupan a la organización: el de una negociación bilateral de tú a tú con el Estado y el de la política penitenciaria. El calendario interno sólo lo maneja la banda, pero estas fuentes concluyen que ETA dará pasos significativos este otoño para relanzar el llamado 'proceso de paz'. El comunicado de entrega de las armas podría ir acompañado, según estas informaciones, de otro importante paso por parte del colectivo de presos de la banda en la medida de reconocer el daño causado en las últimas décadas.

Con la vía de la negociación con el Gobierno en estado muerto, ETA se habría visto forzada a buscar otros cauces, por lo que podría recurrir auna institución internacional prestigiosa que haga de notario de la entrega de las armas y a la que la banda pueda entregar un inventario de zulos, arsenales y otro tipo de materiales acumulados a lo largo de las décadasde terrorismo. “Quien va a dar los pasos, porque los tiene que dar, es ETA y eso va a contribuir a desbloquear la situación”, explican las citadas fuentes. “Quien más necesita ahora este desarme es la propia izquierda abertzale”, insisten. El paso vendría precedido de un comunicado en el que la banda establecería el mecanismo para la entrega de ese inventario.

Los presos reconocerían el daño causado

La medida podría ir acompañada, además, de otro gesto por parte del entorno de ETA, como un comunicado del colectivo de presos de ETA (EPPK en sus siglas en euskera) en el que estos reconozcan el daño causado durante sus años de militancia en la organización y se muestren dispuestos a solicitar, a modo individual, los mecanismos legales existentes a su alcance para poder disfrutar de permisos penitenciarios y medidas de tercer grado previstas en la ley, Medidas que, hasta ahora, no se han desarrollado por la negativa de la banda a que sus presos recorran este camino en solitario y no como resultado de una negociación bilateral con el Gobierno central.

Las conclusiones del Foro Social organizado por Lokarri en mayo, y que ETA admitió en un comunicado como punto de partida, señalan al respecto que “en su caso, debe haber por su parte un reconocimiento del daño causado como consecuencia de su actuación” y añade, también, que “el proceso de reintegración se realice por medio de cauces legales, aceptando que el mismo, siendo integral, se debe desarrollar de forma individualizada, escalonada, y en tiempo prudencial”.

Antes de fin de año

Varios acontecimientos políticos propiciados por la propia izquierda abertzale que tendrán lugar en las próximas semanas contribuirán también a crear ese clima propicio para que la banda y sus presos decidan, finalmente, escenificar estos pasos.

Estas citas son, por un lado, un encuentro de personalidades iberoamericanas que va a desarrollarse en México para significarse a favor del proceso de paz; por otro, la conferencia de alcaldes de San Sebastián que tendrá lugar el 10 y 11 de octubre; y, por último, un seminario organizado por la Diputación de Guipúzcoa, gobernada por Bildu, sobre justicia transicional, que se celebrará después de la conferencia de San Sebastián. Estas fuentes consideran también que ETA y la izquierda abertzale necesitan dar estos pasos, en todo caso, antes de que el calendario político se sumerja en las elecciones europeas de la primavera y en las sucesivas citas electorales que vendrán después.