El Gobierno sólo prohibió cinco de las 3.000 marchas de apoyo a ETA en 2012

Las estadísticas demuestran que el Gobierno de Mariano Rajoy ha levantado la mano con los actos de propaganda de la izquierda abertzale. Según los datos oficiales del Ministerio del Interior, en 2012, el primer año del Partido Popular en La Moncloa, sólo se prohibieron cinco de las 2.989 manifestaciones convocadas en todo el territorio nacional para apoyar a ETA o exigir la libertad de los presos de la banda terrorista.

El balance contrasta con el discurso de firmeza que ha mantenido el Ejecutivo de Rajoy en materia de lucha antiterrorista desde que tomó posesión del cargo. De todas las solicitudes cursadas por el entorno de ETA el pasado ejercicio para convocar concentraciones en espacios públicos, las delegaciones del Gobierno correspondientes sólo tumbaron un ridículo 0,0016%. En el resto de los casos, la vasta galaxia organizativa que da cobertura social a la organización terrorista no encontró ningún obstáculo del Estado para pasear sus pancartas por la calle.

Curiosamente, los datos también prueban que, en lo que se refiere a manifestaciones, el primer año de Rajoy en el Gobierno fue más favorable para el entorno de ETA que el último de José Luis Rodríguez Zapatero en el poder. En 2011 la izquierda abertzale pidió autorizaciones para celebrar 2.856 marchas en apoyo a ETA y sus presos, 143 menos que en 2012, pero el Ministerio del Interior tumbó durante esos 12 meses 45 convocatorias, nueve veces más que las que se prohibieron el año siguiente.

Más marchas a favor de ETA que en contra

Las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior reflejan además que el año pasado se planificaron más marchas contra el terrorismo que en 2011, 654 frente a las 128 del ejercicio anterior. Pero lamentablemente la movilización de la sociedad española contra la actividad de ETA apenas alcanza una quinta parte de las citas que se registraron en apoyo de la organización terrorista y sus militantes encarcelados.

Hay otro dato significativo sobre ese desequilibrio de fuerzas. El 98% de las concentraciones a favor de la banda terrorista y sus presos del año pasado tuvo lugar dentro de las fronteras del País Vasco y Navarra, pero sólo el 3% de las manifestaciones en contra de la violencia de ETA se celebró en esas comunidades. Casi la totalidad de las exhibiciones públicas contra la organización terrorista se convocó fuera de los dominios tradicionales de la izquierda abertzale.

Aumento de la conflictividad social

En conjunto, el primer año del Gobierno de Rajoy experimentó un aumento excepcional de la conflictividad en las calles. Según los datos proporcionados por las delegaciones del Gobierno, en 2012 se celebraron en toda España 44.233 manifestaciones, más del doble que las autorizadas en el ejercicio precedente, que terminó con 21.297 convocatorias.

De su clasificación por el contenido de las reivindicaciones se desprende que las más numerosas en el estreno de la legislatura del PP fueron las encuadradas en el epígrafe de “temas laborales” (15.182 manifestaciones), seguidas de las contrarias a “medidas políticas y legislativas” (9.780) y de las originadas por protestas “vecinales” (4.443). Las menos numerosas fueron las contrarias a la “droga y la delincuencia” (74).