Cascos, Arenas... y Páez: Génova teme la declaración del sucesor de Bárcenas

Desde que el 1 de agosto Mariano Rajoy compareció en el Congreso de los Diputados para dar su versión acerca de la supuesta financiación ilegal de su formación, la falta de actividad política propia del mes de agosto y la polémica sobre Gibraltar avivada desde el propio Gobierno habían conseguido dejar el caso Bárcenas en un segundo plano. La Audiencia Nacional vuelve hoy a primera línea informativa, al convertirse en el escenario por el que desfilarán dos de los máximos responsables del PP de los últimos 24 años, que han sido llamados a declarar en calidad de testigos por el juez Ruz para intentar aclarar si en el PP hubo financiación ilegal.

La última en declarar ante el magistrado será la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que mañana deberá explicar hasta qué punto conocía el partido las prácticas puestas en marcha por su extesorero. Antes de que esta misma mañana declaren Francisco Álvarez Cascos, secretario general del partido entre 1989 y 1999, y Javier Arenas, que tuvo el mismo cargo desde 1999 hasta 2003, el juez Ruz tomará declaración a Antonio Ortiz, empleado de caja del PP, y a Cristóbal Páez, 'número dos' de Bárcenas en la tesorería del PP, el sustituto del mismo cuando la trama Gürtel le obligó a apartarse de la formación.

El protagonismo de Páez es mucho menos conocido que el de Cascos o el de Arenas, pero es el que más expectación despierta en Génova 13. Cabe recordar que Páez terminó de manera muy brusca su relación con el PP en mayo de 2010, cuando Mariano Rajoy encomendó la tesorería del partido a José Manuel Romay Beccaría, disipando todas las aspiraciones que Páez había puesto de convertirse en el tesorero del principal partido.

Debido al cargo que ocupó y a la cercanía que tuvo con Bárcenas, Páez podría manejar exactamente la misma información que el extesorero, muy útil para un juez que busca verificar que todos los papeles filtrados por Bárcenas son ciertos. Fue él además quien administró el presupuesto del PP en las elecciones de 2008, las segundas con Rajoy de cabeza de cartel. En la cúpula del PP temen ahora que se cobre su venganza personal contra el partido y que su declaración ante Ruz desmonte la teoría que van a sostener en el mismo despacho Cascos, Arenas y Cospedal: negar las acusaciones de Bárcenas y desacreditar todos los documentos filtrados por el extesorero.

Entre la documentación que maneja el juez de la Audiencia Nacional -y conocida desde hace varios meses- figuran también las nóminas de los dirigentes del PP entre los años 2006 y 2011, y llama poderosamente la atención que los cargos mejor retribuidos en cada uno de esos años siempre han sido los del tesorero y el gerente, mejor pagados que incluso el secretario general. Cristóbal Páez se embolsó en 2010, año en el que cobró el finiquito tras abandonar el partido, 560.000 euros.

Un año antes, el hombre más cercano a Bárcenas en la calle Génova cobró del Partido Popular 156.000 euros, cuatro veces menos que en 2010, según consta en el apartado “retribución dineraria total” de los documentos que maneja la Audiencia Nacional. El sueldo de Luis Bárcenas entre 2008 y 2010 oscila entre los 133.000 y los 219.000 euros, menos de la mitad que el propio Páez se llevó en 2010.

Aparente tranquilidad

El vicesecretario de Política Local y Autonómica del PP, Javier Arenas, aseguraba ayer que afronta su comparecencia de hoy con "mucha tranquilidad”. Previsiblemente, el juez Ruz le interrogará sobre lo que Bárcenas afirmó en sede judicial: que fue él, personalmente, quien le pidió en 2010 que entregara a Mariano Rajoy 4.900 euros que quedaban de remanente tras la liquidación de la caja donde se guardaban las donaciones recibidas por el partido.

Ruz también preguntará sobre una reunión celebrada en marzo de 2010 en Génova, en la que supuestamente estuvo presente Rajoy, Arenas, Bárcenas y la esposa de éste último, Rosalía Iglesias, en la que supuestamente el extesorero pidió que se dijera a De Cospedal que dejara de intoxicar sobre él en la prensa.

A Álvarez-Cascos, además de que cuente todo lo que sabe cuando fue secretario general, Bárcenas le atribuyó cobros de 10.000 euros todos los meses durante los años 1994, 1995 y 1996 para “compensar los gastos ocasionados por dedicación al partido”. Una cantidad a la que habría que añadir los 4.000 euros que percibía cada mes como diputado.

Los mandatarios del PP han negado en las últimas semanas estas acusaciones, y tanto De Cospedal como Arenas han renunciado a su derecho de declarar en su despacho oficial para comparecer personalmente en el del titular del Juzgado Central de Instrucción número 5. En los supuestos papeles de Bárcenas publicados en los últimos meses y que él mismo reconoció haber redactado durante su última declaración en sede judicial, la presidenta de Castilla-La Mancha supuestamente se benefició de dos pagos en negro del partido entre 2009 y 2010 por un total de 90.000 euros, la misma cantidad que supuestamente le fue entregada a Rajoy.

Además, la presidenta de Castilla-La Mancha deberá explicar otra acusación del extesorero: mientras ella era la máxima mandataria del PP de la región, los conservadores castellano manchegos cobraron una comisión ilegal de 200.000 euros por un contrato de limpieza en el Ayuntamiento de Toledo. El exsenador aportó un recibí por el supuesto cobro de esta comisión el 17 de julio en la misma Audiencia Nacional donde mañana acudirá una María Dolores de Cospedal que, asegura, está muy tranquila.