Aznar abre la puerta a su regreso: "Cumpliré con mi responsabilidad con mi partido y con mi país"

El expresidente del Gobierno José María Aznar ha dejado para el final de la entrevista la 'bomba' de la misma, más allá de sobresueldos, bodas de El Escorial o mala relación con Mariano Rajoy. Preguntado sobre si está dispuesto a volver a la política, Aznar no lo ha negado y ha asegurado dos veces que "cumpliré con mi responsabilidad personal, con el partido y con mi país". Antes, el expresidente había confirmado lo que era un secreto a voces: no se 'lleva' con Rajoy, exige que cumpla el programa del PP y baje los impuestos y prefirió no contestar que nunca le elegiría, hoy, como sucesor.

Un Aznar especialmente tenso ha desmentido en la noche de este martes todas las acusaciones de haber recibido sobresueldos –“nunca he cobrado ninguna retribución que no figure en mis declaraciones de renta”-, ha presumido de haber acabado con los fondos reservados cuando llegó a Moncloa –“me encontré 300.000 pesetas en una caja fuerte de libre disposición diaria”- y ha pasado a la ofensiva al defender los regalos del jefe de la trama Gürtel en la boda de su hija: “¿Cómo se pueden sembrar dudas desde un grupo en cuasi bancarrota?” y relacionado con Silvio Berlusconi, “un político procesado”.

En el tramo final pidió a Rajoy, como hizo Esperanza Aguirre, que “cumpla el programa con el que fue elegido”, porque “deseo el éxito de España”, y prefirió callar cuando le preguntaron si volvería a designar a Rajoy como su sucesor: “Es una pregunta interesante pero no aporta nada”. Aseguró que se siente como un votante más del PP que quiere que “actúe y tenga el mayor éxito posible”, y que se guíe por unos principios históricos. Y no dudó en dejar claramente cómo es su relación con el presidente del Gobierno: “Hemos tenido una conversación larga no hace mucho, una vez desde que es presidente. Ha habido encuentros esporádicos, pero de manera profunda, sólo una vez y no hace mucho. Y lo que expresé no difiere de lo dicho aquí esta noche”.

Una vez metido en faena, ha dejado entrever que se siente defraudado por el actual liderazgo del PP, que no ha cumplido el programa y que no se guía por un proyecto histórico. Y el culmen ha llegado ante la pregunta de si está dispuesto a volver. Dos veces ha evitado negarlo y dos veces ha respondido: "Cumpliré con mi responsabilidad personal, con la de mi partido y con la de mi país". La redes sociales, en ese momento, bullían con la 'noticia' de que Aznar no descarta su regreso.

Antes, en poco más de quince minutos, Gloria Lomana, Francisco Marhuenda y Victoria Prego habían servido en bandeja una batería de preguntas para que el expresidente se defendiera de las acusaciones de los papeles de Bárcenas. Ha negado que el PP pudiera ser chantajeado “porque ha hecho las cosas desde la legalidad”, defendió que siempre ha cobrado en ‘A’ e incluso ha desvelado que cuando llegó a Moncloa, ordenó dedicar un 10% de su sueldo como presidente a pagar el ‘alquiler’ de La Moncloa: “No sé lo que hicieron los demás”.

Aznar ha insistido en que los únicos sobres que ha visto han sido los de los “fondos reservados” en una caja fuerte de Moncloa que, según el expresidente popular, “ordené que se terminaran en cuanto llegué”. Sin embargo, y cuando se le recordó que Jaime Ignacio del Burgo acaba de declarar en los juzgados de Navarra que fue él quien autorizó el pago de 600.000 pesetas mensuales al político del PP Ayesa, porque tuvo que cerrar una clínica dermatológica por estar amenazado por el terrorismo, Aznar no ha querido contestar y repitió el argumentario inicial.

Tras pasar al ataque contra el Grupo Prisa y acusarle de intentar destruir el honor de su familia tras no poder acabar con “mi legado político”, Aznar pasó de puntillas por la situación de su amigo Miguel Blesa –“todos podemos cometer errores”, pero el expresidente no aprecia conducta delictiva por el momento- y se dedicó de lleno a repasar el liderazgo de Mariano Rajoy. Defendió la bajada de impuestos “en cuanto sea posible, incluso ahora mismo” y pasó rápidamente a justificar la actuación del Ejecutivo “por la nefasta herencia y la situación de España en el momento de llegar a la Moncloa” tras los siete años de Rodríguez Zapatero. Sobre el PSOE, Aznar insiste en que el partido tiene que refundarse o corre el riesgo de desaparecer.