Rajoy elude a la gallega el debate del déficit: "Al final habrá acuerdo"

Mariano Rajoy ha preferido eludir el debate sobre el reparto del déficit público y lo ha hecho muy a su estilo, a la gallega, después de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sentenciara doce horas antes que todas las Autonomías tendrán que seguir con los ajustes presupuestarios "y más las que tienen más déficit". En la misma reunión, ante diputados, senadores, eurodiputados y dirigentes nacionales del partido congregados en la XIX Interparlamentaria, el presidente del Gobierno no ha podido decir menos: que la distribución del déficit entre todas las administraciones será "ordenada" y que al final se llegará "llegará a un acuerdo entre todos".

Después de la clausura de la convención de parlamentarios del PP celebrada este fin de semana en Salamanca, Rajoy también ha declarado que no tenía mayor preocupación por el asunto, pese a la guerra de declaraciones entre sus barones autonómicos (a favor o en contra del objetivo único de déficit), al mismo tiempo en que insistía en que nada está cerrado.

El jefe del Ejecutivo, acatarrado y con problemas de voz para desarrollar su discurso, se había mostrado cómodo y relajado ante los dirigentes de su partido, con los que bromeó incluso por la larga intervención del orador que le precedió: el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. Pese a que a veces perdía el hilo por los problemas  de garganta, Rajoy se congratuló al final por haber logrado hablar tanto como “Juanvi", que es como se refirió al último barón que unos minutos antes se había quejado en público del ajuste de déficit.

El presidente del Gobierno eludió el conflicto interno y prefirió infundir ánimos a los dirigentes de su partido con un mensaje optimista sobre la inminente salida de la crisis económica y abundantes explicaciones sobre los primeros indicativos favorables. Enmarcó la reducción del déficit público como algo "instrumental" para conseguir el gran objetivo de su gabinete: el crecimiento económico para crear empleo. "Hay que seguir reduciendo el déficit", no se puede cejar en el empeño, fue el aviso más concreto lanzado. Los mecanismos le parecen secundarios: "habrá una distribución ordenada entre todas las administraciones y la Seguridad Social".

Rajoy dio por hecho, pese a las posiciones enfrentadas, que al final habrá "entendimiento y un acuerdo entre todos”. “ Entre otras cosas, porque es nuestra obligación", añadió. Todo lo demás consistió en repasar lo que va bien en la economía española (se quejó de que no se hable de lo positivo) y recordar que el PP es un partido nacional y el único que defiende lo mismo en toda España ("una de las razones que nos ha llevado a gobernar").

Crecimiento y bajada de impuestos

El jefe del Ejecutivo citó al ley de estabilidad presupuestaria como la primera y principal reforma acometida desde el poder y el mecanismo legal que ha permitido "el gran cambio: demostrar que era falso el mito de que el Estado de las Autonomías sea ingobernable". Además de proclamar las bondades de sus reformas y destacar que si han vuelto las inversiones industriales en España ha sido por la laboral, Rajoy se comprometió a que "en esta legislatura habrá crecimiento económico y bajada de impuestos".

El presidente del Gobierno estuvo acompañado en la primera fila del acto de Salamanca por algunos de los ministros más vinculados al partido o él mismo: Ana Mato, Cristóbal Montoro, Jorge Fernández Díaz y Fátima Báñez.