Adelson cierra 'in extremis' una cita con el Gobierno tras anunciar su visita la 'lideresa'

Esperanza Aguirre ha vuelto a dejar en evidencia a su partido, en este caso a su propio sucesor en la Comunidad de Madrid, Ignacio González, a quien ayer no le constaba que el magnate estadounidense Sheldon Adelson viaje la próxima semana a Madrid para ultimar los detalles que quedan pendientes antes de presentar su proyecto de Eurovegas, tal y como adelantó la baronesa popular a primera hora de ayer. El equipo de Adelson, de hecho, avisó al interlocutor oficial del Gobierno, Jaime García-Legaz, horas después de que la baronesa popular hiciese pública su próxima visita.

El equipo del secretario de Estado de Comercio recibió a última hora de la tarde de ayer un aviso de Las Vegas Sands, en el que le alertaba de que Adelson y su “cuerpo de asesores” harían escala en España “en los próximos días” y querían reunirse con los asesores jurídicos del Gobierno para hacer “un repaso del proyecto in situ”. Sin embargo, no se especificó ni la hora ni el día en el que los futuros inversores visitarán al Ejecutivo central, que todavía no ha dado el beneplácito en público a las pretensiones de Adelson, que quiere a toda costa que se pueda fumar en Eurovegas. Un punto que genera gran controversia en el país, donde está prohibido fumar en espacios públicos cerrados desde el 1 de enero de 2012. En la Real Casa de Correos ya se empieza a sospechar que este podría ser el motivo por el que el equipo de Sheldon Adelson se resiste a depositar oficialmente el proyecto.

Desde Las Vegas Sands, la empresa promotora, siempre se han mostrado muy discretos al hablar de los encuentros que mantienen con las administraciones públicas para avanzar en el proyecto. Tras las precipitadas declaraciones de Aguirre, ayer intentaron quitar hierro al revuelo que generó recordando que “en los últimos meses” tanto Adelson como otros altos ejecutivos de la compañía interesada en invertir 17.000 millones de euros en España “se han reunido en numerosas ocasiones” con miembros de las distintas administraciones españolas involucradas en el proyecto.

Visiblemente molesto, González reconocía ante los periodistas que oficialmente la Comunidad de Madrid no tiene prevista ninguna reunión con Adelson. Lo es que el asunto está "ya hablado y muy avanzado" por parte de la Comunidad y Las Vegas Sands y que ahora es el Gobierno de España el que "tiene que cerrar algunos temas que están pendientes, fundamentalmente el del tabaco y algunas otras cosas pequeñas que quedan". 

Entre la baronesa popular y el magnate estadounidense siempre ha existido una buena sintonía desde hace años. De hecho, un ejecutivo de LVS reconoció a este diario que, sin ella, España nunca hubiera sido el país elegido para levantar el mayor macrocomplejo de convenciones al Sur de Europa. Aguirre y el magnate estadoundiense llegaron a tener tanta complicidad que la baronesa invitó personalmente al matrimonio Adelson a cenar en su casa con Ignacio González ya en la presidencia de la Comunidad. Entonces justificó la velada con que solo quería garantizar su apoyo a Eurovegas.

Sus socios dudan de la viabilidad de Eurovegas

El último capítulo de la serie de Eurovegas lo protagonizaron varios socios del propio Adelson, que no están nada convencidos de que el proyecto español triunfe. Estos socios minoritarios quieren hacer entender al magnate estadounidense los riesgos que supondría para el grupo afrontar una inversión de esta magnitud en el malogrado sector inmobiliario español, englobado en un marco de recesión económica como la que vive Europa en estos momentos. Pese a no contar con el beneplácito de una parte del accionariado de Las Vegas Sands, las mismas fuentes reconocen que la decisión final la tomará Adelson, que controla el 51% del grupo y es un firme defensor de que la compañía extienda sus tentáculos hacia Europa.

Tampoco se sabe nada cómo se financiará todo el proyecto, ya que la compañía asumiría los 2.000 millones de dólares que se necesitan para poner en marcha la primera fase del proyecto. Pero nadie desvela de momento quién va a pagar o qué bancos están dispuestos a financiar los 4.000 millones restante. Delante de los micrófonos, Adelson y su mano derecha afirman que la financiación está asegurada, pero no han dado ni una sola pista al respecto. Solo que “se hará una evaluación completa de las opciones de financiación”.