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Los políticos continúan con su desgaste hasta convertirse en el tercer problema nacional
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EL BARÓMETRO AUTONÓMICO DEL CIS PROFUNDIZA EN SU DESPRESTIGIO

Los políticos continúan con su desgaste hasta convertirse en el tercer problema nacional

La clase política en general se ha convertido en uno de los principales problemas de los ciudadanos, que manifiestan una vez más, y de forma contundente,

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Los políticos continúan con su desgaste hasta convertirse en el tercer problema nacional

La clase política en general se ha convertido en uno de los principales problemas de los ciudadanos, que manifiestan una vez más, y de forma contundente, sentirse más preocupados por esta cuestión que por la Sanidad o la Educación, dos de los principales caballos de batalla peleados por la oposición frente a los recortes del Ejecutivo. El tercer barómetro autonómico del CIS, que se dio a conocer ayer junto al barómetro de intención de voto, y que se basa en las respuestas de más de 11.000 entrevistas, ofrece un panorama desolador sobre el desprestigio de la clase política, a la que se retrata también manchada por un alto grado de corrupción.

Los resultados no difieren mucho de lo que la misma encuesta refleja a nivel nacional, que casi nueve de cada diez ciudadanos apenas confía en los principales líderes políticos, ni en el presidente, Mariano Rajoy, ni el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. La encuesta autonómica no ofrece puntuaciones o valoraciones de líderes, pero destaca, de forma reiterada cómo los políticos son el tercer problema nacional por detrás del paro y de los problemas económicos. Los ciudadanos responden en ese orden en casi todas las regiones, aunque en algunas comunidades la preocupación es incluso mayor. 

Así ocurre en la Comunidad Valenciana, fuertemente salpicada por escándalos de corrupción como el Gürtel, y en donde la clase política se valora aún peor hasta ser considerada el segundo problema de la región –solo por detrás del paro- por el 12,35% de los encuestados. En Navarra, los políticos y la economía empatan en la segunda posición con apenas unas décimas más de preocupación para los problemas económicos. Este mismo empate se produce también en Madrid, donde los representantes públicos presentan más problemas para los ciudadanos que la política sanitaria –la Comunidad ha puesto en marcha un plan de privatizaciones en varios hospitales- o la Educación, los dos ejes que vertebran el discurso de oposición del líder del PSM, Tomás Gómez.

El 26,2% de los madrileños señala a los políticos como el tercer problema frente al 13,5% que cita la Educación o el 12,8 que la sanidad. El barómetro autonómico, sin embargo, fue realizado entre septiembre y octubre de 2012, antes de la marcha de Esperanza Aguirre y todavía no recoge, por ello, el efecto de los primeros recortes aplicados por su sucesor, Ignacio González, en estas dos áreas. En Cataluña, por su parte, el 25,4% de los encuestados apunta también a los políticos como su tercera preocupación.

Más corrupción a nivel nacional

La percepción de que la corrupción es una plaga fuertemente extendida entre los principales partidos también está muy asentada en los resultados que ofrece el CIS. Pero los ciudadanos, en general, consideran que está más extendida a nivel nacional que autonómico o local, aunque los márgenes de diferencia sean muy pequeños. Estos datos que se complementan con los que, en la misma dirección, ofrece el barómetro de abril, que sitúa la corrupción en el segundo lugar de las preocupaciones de los ciudadanos, según declara el 39,3% de los consultados. 

El descrédito de la clase política lleva a que todos los líderes políticos y parlamentarios reciban un suspenso general, según la encuesta correspondiente al mes de abril. No hay ni uno sólo de ellos que llegue al pírrico 4 de nota. Sigue encabezando la valoración la líder de UPyD, Rosa Díez, con un 3,96%. Rajoy apenas logra un 2,44; Rubalcaba un 3, y quien encabezaba no hace mucho esta clasificación, la imagen de CiU en Madrid, Josep Antoni Duran Lleida, lleva varios CIS hundido casi con la misma nota que Rajoy: un 2,61.

Tampoco se salvan de la quema los ministros del Gobierno. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, con un 3,06, y el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, le sigue con un 3,03. A la cola sigue el ministro de Educación, José Ignacio Wert, con un 1,76, aunque la titular de Sanidad, Ana Mato, arrastrada por el caso de su exmarido Jesús Sepúlveda y la Gürtel ya le pisa los talones con un 1,99.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró ayer, ante la baja valoración de las instituciones que refleja la encuesta, que el Ejecutivo ha puesto en marcha medidas con el objetivo de devolverles la confianza de los ciudadanos, como la futura ley de transparencia. Subrayó, en este sentido, que su tarea es “gobernar, sacar adelante las reformas y trabajar para ir mejorando esa confianza”.

La clase política en general se ha convertido en uno de los principales problemas de los ciudadanos, que manifiestan una vez más, y de forma contundente, sentirse más preocupados por esta cuestión que por la Sanidad o la Educación, dos de los principales caballos de batalla peleados por la oposición frente a los recortes del Ejecutivo. El tercer barómetro autonómico del CIS, que se dio a conocer ayer junto al barómetro de intención de voto, y que se basa en las respuestas de más de 11.000 entrevistas, ofrece un panorama desolador sobre el desprestigio de la clase política, a la que se retrata también manchada por un alto grado de corrupción.

Policía Nacional