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La violencia de la convocatoria Asedia el Congreso desactiva la protesta
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LOS PROMOTORES DEL 25-A NO ENCUENTRAN RESPALDO SOCIAL

La violencia de la convocatoria Asedia el Congreso desactiva la protesta

Los efectivos policiales que el Ministerio del Interior movilizó ayer por la tarde para proteger el perímetro del Congreso de los Diputados, 1.400 agentes antidisturbios en

Foto: La violencia de la convocatoria Asedia el Congreso desactiva la protesta
La violencia de la convocatoria Asedia el Congreso desactiva la protesta

Los efectivos policiales que el Ministerio del Interior movilizó ayer por la tarde para proteger el perímetro del Congreso de los Diputados, 1.400 agentes antidisturbios en total, eran más de los que se habían utilizado en ocasiones anteriores para protestas parecidas. Pero el motivo del fracaso de la convocatoria 25-A: Asedia el Congreso no fue la disuasoria presencia policial, sino la violenta deriva que la protesta tomó desde su origen. La mayoría de movimientos sociales que habían participado en concentraciones similares decidió desmarcarse en esta ocasión. Ayer, en la Plaza de Neptuno, apenas comparecieron 2.000 manifestantes dispuestos a perseguir los objetivos de la protesta: derribar la valla policial, acceder al Congreso y declarar la instauración de un nuevo Estado. Y no lograron ninguno de sus propósitos.

Los organizadores habían diseñado tres puntos de reunión en torno al Hemiciclo: Puerta del Sol, Puerta de Alcalá y Estación de Atocha. Su estrategia pasaba por acercarse al cordón policial partiendo de esos lugares. Las marchas debían arrancar a las 17 horas. Pero en ese momento no había ni rastro de asistentes en ninguno de los tres sitios. Sólo a partir de las 18 horas comenzaron a congregarse personas en la Plaza de Neptuno, enfilando ya la Carrera de San Jerónimo. Pero no fue necesario cortar el tráfico del Paseo de Recoletos en sentido Atocha hasta las 19 horas. Hasta entonces, sólo gritos de “¡Basta ya de Estado policial¡”, “Lo llaman suicidios y son asesinatos!” y el más ingenioso “¡Con esos maderos, haremos lapiceros!”, que trataban de tensar el ambiente.

El momento de mayor tensión duró 15 minutos

En ese momento, público joven con la indumentaria habitual de los grupos de la extrema izquierda comenzó a tomar las posiciones centrales de la concentración con capuchas y pasamontañas. Y para las 20.30 horas, un grupo de ellos comenzó a levantar las vallas y a lanzar contra los antidisturbios piedras, cohetes, petardos y botellas llenas de agua. Ahí arrancó la primera carga policial. Y no fueron necesarias muchas más para desalojar la Plaza de Neptuno. En 15 minutos apenas quedaban en ella manifestantes. Fuentes policiales aseguran que el plan de las Unidades de Intervención Policial (UIP) era arrastrar a los manifestantes hacia la estación de Atocha, pero las cargas los dividieron en varios grupos que, a partir de ese momento, comenzaron a moverse por la inmediaciones de la estación, Gran Vía y los alrededores de la Puerta del Sol. Su objetivo de tomar el Congreso derivó en el intento de incendiar una oficina bancaria en la calle de Barquillo, en el levantamiento de varias barricadas y en la quema de contenedores.
 

El saldo de la primera gran protesta del año son 15 manifestantes detenidos y 14 policías heridos, de los que al menos cinco tuvieron que ser trasladados a hospitales para recibir asistencia sanitaria. Al menos 16 asistentes a la protesta también fueron atendidos por el Samur con heridas leves. Sólo hubo cortes y contusiones.

Pero el resultado más trascendente de la jornada es el escaso apoyo social que logró cosechar el intento de asedio al Congreso, a pesar de que el malestar ciudadano no para de crecer por el deterioro de la situación económica y la ausencia de señales positivas. De hecho, el 25-A coincidió con el dato récord de desempleo de la Historia de España. Pero los promotores de la convocatoria, la Plataforma ¡En Pie!, que proponía acudir a la concentración con antorchas, material pirotécnico y armas blancas, apenas hallaron adhesiones a su proyecto. Ni la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), ni Democracia Real Ya, ni los colectivos del 15-M secundaron el llamamiento. Sobre las 23 horas, los organizadores dieron por concluido Asedia el Congreso ante su escaso respaldo.

Total normalidad en la Cámara Baja

De hecho, pese a la intensa presencia policial, la Cámara Baja pudo desarrollar la actividad que tenía prevista con total normalidad, informa Ángel Collado. El presidente del Congreso, Jesús Posada, incluso comprobó personalmente en la Carrera de San Jerónimo en dos ocasiones que la situación estaba bajo control. No abandonó el Hemiciclo hasta las 21 horas, al igual que el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, que también permaneció en su despacho durante toda la tarde.

Fuentes del Ministerio del Interior aseguran que la fecha, que había sido señalada en rojo por el departamento de Jorge Fernández Díaz por la virulencia de los preparativos y por tratarse de la primera de entidad en este periodo de sesiones, se ha superado sin graves contratiempos. A ello han contribuido las 18 detenciones de miembros de la extrema izquierda realizadas en las horas previas al 25-A. Tres de estos detenidos han ingresado en prisión provisional por tenencia de artefactos incendiarios. Presuntamente habían preparado cócteles molotov para atacar el dispositivo policial.

La firmeza judicial también ha aislado la convocatoria. El juzgado central de instrucción la Audiencia Nacional número seis dictó un auto antes de su inicio que dio cobertura a las actuaciones policiales. Al menos de forma preliminar, se descarta que los detenidos sean acusados de un delito de atentado contra las altas instituciones del Estado penado con hasta cinco años de prisión, como propuso Fernández Díaz al comienzo de la semana.

En todo caso, a pesar del balance positivo de la protesta, Interior tiene más retos por delante, y no serán tan minoritarios como el de ayer. El próximo domingo 12 de mayo está convocada en la Puerta del Sol la conmemoración del segundo aniversario del 15-M. Los grupos con mayor respaldo social ya se han sumado al encuentro. Y el blanco principal de las críticas no será el Congreso, sino el Gobierno. Después están programadas más manifestaciones. La Policía ya ha advertido a Moncloa de que se avecina una primavera 'caliente' en la calle. Asedia el Congreso sólo ha sido el anticipo. Fallido, pero el anticipo.

Los efectivos policiales que el Ministerio del Interior movilizó ayer por la tarde para proteger el perímetro del Congreso de los Diputados, 1.400 agentes antidisturbios en total, eran más de los que se habían utilizado en ocasiones anteriores para protestas parecidas. Pero el motivo del fracaso de la convocatoria 25-A: Asedia el Congreso no fue la disuasoria presencia policial, sino la violenta deriva que la protesta tomó desde su origen. La mayoría de movimientos sociales que habían participado en concentraciones similares decidió desmarcarse en esta ocasión. Ayer, en la Plaza de Neptuno, apenas comparecieron 2.000 manifestantes dispuestos a perseguir los objetivos de la protesta: derribar la valla policial, acceder al Congreso y declarar la instauración de un nuevo Estado. Y no lograron ninguno de sus propósitos.