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'Fumata' negra en el Vaticano
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LA PRIMERA SESIÓN DEL CÓNCLAVE HA DURADO DOS HORAS Y QUINCE MINUTOS

'Fumata' negra en el Vaticano

Nadie esperaba de la primera reunión bajo llave de los cardenales otra cosa que un primer acercamiento de posturas y un primer retrato de los purpurados

Foto: 'Fumata' negra en el Vaticano
'Fumata' negra en el Vaticano

Nadie esperaba de la primera reunión bajo llave de los cardenales otra cosa que un primer acercamiento de posturas y un primer retrato de los purpurados con más apoyos dentro de la Sixtina. Nadie esperaba otra cosa y la primera "fumata" negra sobre una ciudad de Roma cubierta hoy bajo la lluvia ha venido a confirmar la previsión de que hará falta algo más de tiempo para que los cardenales de la Iglesia Católica se pongan de acuerdo sobre el perfil del futuro Obispo de Roma en un momento en el que no hay un claro favorito a hacerse con la silla de San Pedro. A las 19.42 horas de la tarde, dos horas y 15 minutos después del cierre de las puertas de la capilla, el humo negro ha puesto fin a la primera sesión del cónclave.

A las 17.31 de la tarde, el maestro de ceremonias, Guido Marini, ha pronunciado en latín el imperativo “extra omnes” que marca el inicio del ritual secreto y confidencial que los 115 cardenales van a repetir durante las próximas horas bajo la atenta mirada del Juicio Final de Miguel Ángel. A su orden han abandonado la Sixtina el coro de la capilla que ha acompañado a los cardenales hasta ese momento, así como otros religiosos como el secretario personal de Benedicto XVI, el arzobispo Georg Ganswein, el director de 'L'Osservatore', Giovanni Maria Vian, el director de Radio Vaticano, Federico Lombardi, y, por supuesto, las cámaras de la televisión vaticana que, por segunda vez en la historia, han permitido al mundo acercarse a uno de los ritos más emblemáticos de la Iglesia. Tres minutos después, a las 17.34 de la tarde quedaban oficialmente cerradas las puertas de la capilla, custodiadas solo por dos imponentes miembros de la Guardia Suiza. 

Antes, y durante una hora, los príncipes de la Iglesia Católica han procesionado desde la capilla Paulina hasta la anexa Sixtina invocando al Espíritu Santo con el canto "Veni Creator Spiritus" y han jurado, en conjunto y después, uno a uno, observar los preceptos de la constitución apostólica que regular la elección del Pontífice, la Universi Dominici Gregis, así como el secreto de las deliberaciones que se están llevando a cabo. En latín, y con su mano sobre los Evangelios, los cardenales han prometido y jurado, tal y como establece esa ceremonia, “De iure iurando”, y han repetido la fórmula: “Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano”.

El cónclave se desarrolla en latín, idioma oficial de la Santa Sede y lengua litúrgica de la Iglesia Católica y todo el ritual está recogido en el "Ordo rituum conclavis" (consulte infografía sobre las normas del cónclave), de 1978, usado para la elección de Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI.  

Una vez cerradas las puertas, el cardenal maltés octogenario Prosper Grech ha llevado a cabo una meditación sobre la elección del pontífice tras la que ya, por fin, los purparados se han quedado solos para comenzar con la votación. Tanto Grech como el propio maestro de ceremonias no pueden permanecer tampoco dentro de la capilla durante el momento solemne en el que los purpurados escriben su candidato en las papeletas –lo hacen deformando su letra para que no se pueda reconocer quién vota a quién- y se lleva a cabo el recuento y la posterior incineración en la estufa cuyo humo, blanco o negro, es el único sistema de comunicación con el mundo.

En ausencia de Angelo Sondano y Roger Etchegaray, decano y vicedecano del Colegio Cardenalicio, la guía del cónclave recae en el cardenal Giovanni Battista Re. La primera "fumata" negra de la era post-Ratzinger no permite saber cuántos cardenales de entre los supuestos preferiti cuentan con apoyos más serios como para pasar a la segunda vuelta de mañana. Los expertos vaticanistas destacan la importancia de esta primera elección para poner negro sobre blanco los primeros nombres, entre los que, a buen seguro, figuran el cardenal arzobispo de Milán, Angelo Scola, y el de Sao Paulo, Odilo Pedro Scherer, pero también, y he ahí lo más importante, para descartar ya a quienes no cuentan con apoyos de peso como para llegar al trono vaticano. También acumulan muchas posibilidades el canadiense Marc Ouellet, de 69 años, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, y el arzobispo de Boston, el capuchino Sean O'Malley.

Sodano pide "otro buen pastor"

El encierro de los cardenales en la capilla Sixtina se ha producido después de que esta mañana el cardenal Sodano oficiara en la basílica de San Pedro la misa votiva "Pro eligendo Pontifice". En ella, Sodano ha llamado a la unidad en la Iglesia y ha pedido a Dios "otro Buen Pastor, capaz de dar la vida por sus ovejas", de "corazón generoso", que promueva sin cesar la justicia y la paz en el mundo, además de expresar la gratitud de los cardenales a Benedicto XVI.

Tras la misa votiva, oficiada en latín, los cardenales se retiraron a la residencia de Santa Marta, a cuyas habitaciones, repartidas por sorteo, entraron a primeras horas de este martes y donde se alojarán durante los días que dure el cónclave.

Nadie esperaba de la primera reunión bajo llave de los cardenales otra cosa que un primer acercamiento de posturas y un primer retrato de los purpurados con más apoyos dentro de la Sixtina. Nadie esperaba otra cosa y la primera "fumata" negra sobre una ciudad de Roma cubierta hoy bajo la lluvia ha venido a confirmar la previsión de que hará falta algo más de tiempo para que los cardenales de la Iglesia Católica se pongan de acuerdo sobre el perfil del futuro Obispo de Roma en un momento en el que no hay un claro favorito a hacerse con la silla de San Pedro. A las 19.42 horas de la tarde, dos horas y 15 minutos después del cierre de las puertas de la capilla, el humo negro ha puesto fin a la primera sesión del cónclave.

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