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Malestar en la 'vieja guardia' del PP por la falta de reflejos de Cospedal en el caso Bárcenas
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EL PARTIDO INTENTA RECUPERAR LA INICIATIVA

Malestar en la 'vieja guardia' del PP por la falta de reflejos de Cospedal en el caso Bárcenas

La dirección del Partido Popular, acosada por el caso Bárcenas, intenta pasar a la ofensiva en los tribunales y ante la opinión pública mientras de puertas

Foto: Malestar en la 'vieja guardia' del PP por la falta de reflejos de Cospedal en el caso Bárcenas
Malestar en la 'vieja guardia' del PP por la falta de reflejos de Cospedal en el caso Bárcenas

La dirección del Partido Popular, acosada por el caso Bárcenas, intenta pasar a la ofensiva en los tribunales y ante la opinión pública mientras de puertas adentro, entre los veteranos del 'aparato' y los antiguos dirigentes, se escuchan críticas por la falta de reflejos y de previsión que han detectado entre los actuales líderes. En la vieja guardia del partido no cayó bien que, tras la primera andanada sobre los presuntos pagos en dinero negro dentro de la formación, se incidiera en que María Dolores de Cospedal era ajena a la práctica y que la había "cortado". Ahora, dicha vieja guardia tampoco entiende la demora en presentar las anunciadas demandas.

La secretaria general popular dio la semana pasada instrucciones a todos los aludidos en las distintas informaciones para que esperen a que el partido dé el primer paso ante los tribunales. Así lo hicieron hasta que ayer algunos dirigentes regionales o provinciales, a título particular, como es el caso de Teófila Martínez (alcaldesa de Cádiz), y en sus respectivos ámbitos, se adelantaron al anunciar su propia querella para hacer frente a las presuntas anotaciones de Bárcenas publicadas hasta el domingo.

La propia Cospedal y Arenas habían dicho lo mismo, que recurrirían a los tribunales, pero existía la creencia general de que primero sería el partido el que demandaría como tal y, después, se sumarían a esa decisión todos y cada uno de los citados. Como fruto de la inquietud interna, la dirección del PP se animó ayer a volver a anunciar sus acciones judiciales, pero en general, sin dar los nombres de los 'objetivos' de las mismas. En fuentes del Partido Popular reconocen que ya está decidido proceder contra Bárcenas, Trías y El País, pero no quieren hacerlo público hasta que el máximo líder del PP, Rajoy, no dé su visto bueno definitivo.

La lentitud en la respuesta jurídica a las informaciones que 'castigan' al partido desde el pasado día 18 de enero ha reabierto en la formación el debate sobre si es posible que una misma persona 'gobierne' una formación con 800.000 militantes, que acumula más poder en las instituciones que ningún otro en la historia de la democracia y, al mismo tiempo, se ocupe de presidir una comunidad autónoma: Castilla-La Mancha.

La vieja guardia cuestiona la acumulación de cargos 

La suma de cargos y funciones de María Dolores de Cospedal como secretaria general y presidenta autonómica vuelve a ser cuestionada por la vieja guardia del partido, obsesionada con que dirigir Génova requiere dedicación plena, sobre todo cuando el presidente actual, Mariano Rajoy, ha delegado en la figura de la secretaria general todo lo concerniente al partido para consagrarse al Gobierno.

"Tenía que haberse enterado con tiempo de lo que se nos venía encima, pedir apoyo e información a los dirigentes de las etapas anteriores e intentar parar el vendaval", dice un antiguo miembro del aparato. En fuentes del PP corre la especie de que la amenaza de 'los papeles de Bárcenas' era conocida desde hace meses y que había que estar atentos a la comisión rogatoria enviada a Suiza por el juez, pero que Cospedal no estuvo pendiente de las consecuencias y después, cuando supo que iban a ser publicadas las primeras informaciones, se esforzó más en declararse inocente que en parar lo que definen como una campaña de descrédito dirigida contra todo el partido.

Cuando la secretaria general se dispuso a preparar la respuesta 'mediática' y legal, los acontecimientos, las nuevas informaciones con 'papeles' y la irrupción del líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, dispuesto a sacar provecho del escándalo desbordaron las previsiones de Génova. No obstante, en los mismos medios apuntan que, aunque Cospedal no haya sabido parar el primer golpe, la lentitud posterior en la réplica del partido es muy propia de las tácticas habituales de Rajoy: esperar los movimientos de los demás y responder sólo cuando está contra las cuerdas.

La dirección del Partido Popular, acosada por el caso Bárcenas, intenta pasar a la ofensiva en los tribunales y ante la opinión pública mientras de puertas adentro, entre los veteranos del 'aparato' y los antiguos dirigentes, se escuchan críticas por la falta de reflejos y de previsión que han detectado entre los actuales líderes. En la vieja guardia del partido no cayó bien que, tras la primera andanada sobre los presuntos pagos en dinero negro dentro de la formación, se incidiera en que María Dolores de Cospedal era ajena a la práctica y que la había "cortado". Ahora, dicha vieja guardia tampoco entiende la demora en presentar las anunciadas demandas.

María Dolores de Cospedal