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Por qué no les gustamos a los japoneses
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UNA DE LAS RAZONES ES LA FAMA DE INCUMPLIDORES

Por qué no les gustamos a los japoneses

La imagen de España mejora en todos los países del mundo. Excepto en Japón. ¿Qué les ocurre a los japoneses con los españoles?

Foto: Por qué no les gustamos a los japoneses
Por qué no les gustamos a los japoneses

La imagen de España mejora en todos los países del mundo. Excepto en Japón. ¿Qué les ocurre a los japoneses con los españoles? ¿No eran los nipones unos apasionados de la cultura de este país? El último informe sobre la marca país difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores revela el escaso interés de los japoneses por la tierra de Don Quijote. El año de España en Japón (también el de Japón en España) podría servir para dar un vuelco a esta tendencia.

Desde junio de 2013 y hasta junio de 2014 se celebrarán una serie de actos culturales y empresariales (también políticos) que servirán para acercar dos países situados a 10.000 kilómetros de distancia. El diplomático Eduardo Aznar, que fue subdirector general de Filipinas y Asuntos del Pacífico, es el encargado de la coordinación del año de España en Japón. La celebración de los actos coincide con el 400 aniversario del envío de la Embajada Keicho a Europa (España y Roma). Un grupo de japoneses de esa misión se afincó en Andalucía, en concreto en la localidad sevillana de Coria del Río.

El Instituto Cervantes de Tokio será el encargado de los actos. Ubicado en el distrito de Chiyoda, el centro, dirigido hasta el pasado mes de agosto por Víctor Ugarte, ahora responsable del Cervantes de Sydney, será una de las piedras angulares de esta iniciativa que incluirá exposiciones sobre la gastronomía, el arte contemporáneo y el deporte español.

Florentino Rodao, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense y doctor por la Universidad de Tokio, remarca que España está haciendo “muy poco” en este año dual. “Los japoneses sí se están moviendo mucho más”. Rodao argumenta la fama del español como incumplidor como una de las razones para destacar esa mala imagen de España en Japón. “El japonés es totalmente distinto. Si da la palabra, la cumple. Destrozar una imagen cuesta muy poco. No fue nada bueno que el expresidente Zapatero cancelara en el último momento el viaje que iba a hacer a Japón con motivo de la Expo de Nagoya. Sí, fueron dos ministros, pero él se había comprometido”, explica.

Rojo pasión versus tecnología

Para el historiador madrileño, autor del libro Franco y el Imperio japonés, traducido este año idioma nipón y considerado por el prestigioso diario Asahi como uno de los más importantes de 2012, la Guerra Civil es un tema “muy llamativo para los japoneses”, pero al Gobierno Aznar “no le interesó”, recuerda. Tampoco se promocionan los toros. “Los japoneses identifican a España con el rojo y con la pasión y eso tiene muy buena entrada para el turismo, lo malo es vender productos científicos o tecnológicos de primer orden”, precisa.

Tomoko Murano, de cuarenta y tantos años, casada y con dos hijas, y residente en el barrio tokiota de Setagaya, lamenta cómo sus amigas japonesas sólo asocian a España con el flamenco, la pasión, los buenos restaurantes y Gaudí. No saben la profunda historia que tienen España y Japón y muy poco de la grave situación económica española”, añade la autora de un proyecto de investigación sobre los cristianos ocultos en Japón (San Francisco Javier fue quien cristianizó la antigua Zipango), presentado hace ocho años en la Universidad de Salamanca. Murano cree que Italia ha trabajado “muy bien” el marketing para vender la cultura italiana en Japón. “Saben mucho de Italia, y no sólo por la comida”, precisa.

Jordi Yuste, periodista y traductor barcelonés que vivió una década en Kioto como corresponsal de El Periódico de Catalunya, confirma que Italia lleva “décadas de delantera” a España en la promoción de sus productos. “Es un caso arquetípico el aceite que se vende embotellado en muchas zonas de Japón y que en gran parte es español, aunque para el consumidor japonés pasa por italiano, sólo los muy informados lo saben”. “Italia -apunta- tiene una cultura más sofisticada que la española y en Japón tienen una imagen de los españoles como unos primos-hermanos bruticos de los primeros”.

Existen más factores que pueden explicar este asunto. El japonés le da mucha importancia a la seguridad y hay una percepción de que ha empeorado en España con un aumento de la conflictividad social y un mayor número de robos. “El fin de ETA fue una reacción positiva, pero fue de corta duración. Lo que sí preocupa es la situación económica general y la incapacidad de los gobiernos de Zapatero y de Rajoy para hacer frente a la crisis. Los japoneses creen que todo lo que haga mal el Ejecutivo español puede acabar minando su economía. Consideran que si España se acabara convirtiendo en un país insolvente eso afectaría a la economía nipona”.

La imagen de Japón en España

¿Y la imagen de Japón en España? El terremoto y el tsunami que asolaron Japón en marzo de 2011 fueron decisivos. El 44% de los encuestados de un sondeo realizado por el Instituto Elcano para el Ministerio de Asuntos Exteriores nipón del pasado mes de agosto reflejaba que la imagen había sido mejor tras comprobar los esfuerzos del pueblo japonés en la reconstrucción de la zona (la prefectura de Miyagi, al norte de Tokio). Aquella balada triste del Japón herido con los japoneses guardando con exquisito orden las colas en los supermercados y gasolineras.

Hiroshi Minegishi, pastor de la Iglesia Evangélica Bautista de Kesenuma (donde murieron 1.038 personas y 338 continúan desaparecidas), mostraba a este diario el pasado mes de julio la tragedia y cómo un barco japonés (el Dai-Juhachi Kyotoku Maru) fue arrastrado 2,5 kilómetros al interior por la fuerza del tsunami. Este buque se ha convertido en un centro de peregrinación. Acuden con velas y flores y juntan sus manos inclinando sus cuerpos como si fuera un templo de Kioto.

El año de Japón y España (y viceversa) podría ser una “excelente oportunidad para presentar imágenes positivas de la relación entre España y Japón”, apunta Jordi Juste, que aunque valora los esfuerzos de los últimos Gobiernos españoles en potenciar los aspectos científicos y tecnológicos, constata que la imagen de los japoneses sobre España pasa sin lugar a dudas por el flamenco, el Barça, el Real Madrid, Gaudí y los castells. “Saben que España ofrece también un excelente vino y jamón y que surgen elementos sofisticados como la alta gastronomía que han aportado Ferran Adrià o Arzak”, remata. Y ya.

La imagen de España mejora en todos los países del mundo. Excepto en Japón. ¿Qué les ocurre a los japoneses con los españoles? ¿No eran los nipones unos apasionados de la cultura de este país? El último informe sobre la marca país difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores revela el escaso interés de los japoneses por la tierra de Don Quijote. El año de España en Japón (también el de Japón en España) podría servir para dar un vuelco a esta tendencia.

Ministerio de Asuntos Exteriores Japón