Decenas de preguntas de ciudadanos para interrogar a Rato por el caso Bankia

El abogado Andrés Herzog, autor en nombre de UPyD de la querella contra los 33 miembros del consejo de administración de Bankia, ha pedido a los ciudadanos que le trasladen las preguntas que les gustaría hacer a Rodrigo Rato en el interrogatorio al que le someterá como presidente de la entidad hasta su quiebra. “El 20 de diciembre estaré interrogando a Rato en la Audiencia Nacional. Se admiten aquí sugerencias sobre preguntas” escribe el letrado. Las preguntas hay que plantearlas con el hashtag #preguntaspaRato, y a última hora de ayer se contaban ya por decenas. UPyD del Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid, entre otros, retuitearon la convocatoria.

"Se trata de que la gente pueda participar o expresar su indignación por lo que ha ocurrido", manifestó Herzog a este diario. "Hay preguntas de todo tipo, y aunque el interrogatorio será muy técnico, hay personas que han planteado cuestiones muy interesantes". La idea, dice, surgió de otras iniciativas similares que pusieron en marcha en la red el Movimiento 15M y Democracia Real Ya.

El magistrado Fernando Andreu, instructor de la causa, ha citado esta semana a declarar a todos los miembros del consejo de administración del banco para que aclaren su participación en la gestión de la entidad y su salida a Bolsa, tras haber hecho acopio de la abundante documentación (más de doscientos mil folios) que requirió a las siete cajas fusionadas que dieron lugar a Bankia. Todos ellos desfilarán por la Audiencia Nacional a partir del próximo 5 de noviembre en calidad de imputados, y será Rato quien cierre las comparecencias. Los imputados están acusados de los delitos de los delitos de estafa, apropiación indebida, falsificación de cuentas anuales en conexión con delitos societarios, y de administración fraudulenta o desleal, castigados con hasta 15 años de prisión.

Muchas de las preguntas aluden a la salida de Bankia a Bolsa con un balance contable que no reflejaba la situación financiera de la entidad, pese a lo cual sus responsables dijeron a bombo y platillo en el parqué que la entidad tenía una “fortaleza que respalda el futuro de la entidad”. ¿Fue la fusión de las cajas para formar Bankia una estrategia para que el banco fuera demasiado grande y no pudiera caer?; ¿Recibió presiones para sacar la entidad a Bolsa?, ¿Conocía la situación real de la entidad?, ¿Manipuló sus cuentas?, ¿Sacar a Bolsa unas acciones muy por encima de su valor real utilizando información falsa no es un delito?

Otros inquieren sobre su nombramiento como presidente y las razones por las que aceptó el cargo. ¿Le obligó el Gobierno? Viendo la situación y las cuentas de la caja a su llegada, ¿realizó una auditoría a la gestión de Miguel Blesa (el anterior presidente) para pedir responsabilidades?, Si no observó irregularidades en la gestión de Blesa, ¿quiere decir que las cometió usted,  o que fue indulgente con su antecesor?  

Hay ciudadanos que sencillamente expresan su indignación con lo que es el mayor escándalo del sistema financiero español, que le va a costar a los contribuyentes 23.465 millones de euros, y aproximadamente 3.000 millones más en participaciones preferentes a los 106.000 clientes que confiaron sus ahorros a Bankia. Señor, ¿es usted capaz de dormir tranquilo sabiendo lo que ha hecho a los españoles?, ¿Se siente un poco responsable del suicidio del desahuciado granadino, señor Rato? (se refiere a José Miguel Domingo, de 53 años de edad, que se ahorcó el jueves en su domicilio cuando iba a ser deshauciado por no poder pagar la hipoteca), ¿Cómo es posible que la nefasta gestión de los políticos en las cajas de ahorro se premie con indemnizaciones y nadie vaya a la cárcel? (se da la circunstancia de que pese a la inyección de dinero público a través del FROB, Bankia repartió entre enero y noviembre de 2011 nueve millones de euros entre sus directivos, de los cuales dos fueron para Rato). ¿Cómo se atreve a cobrar esa indemnización dejando en bancarrotísima a la entidad?

Un ciudadano dice que no le caben en un tuit todas las preguntas que se le ocurren, y se limita a animar al letrado: ¡Dadle duro!