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Zapatero exaspera al PSOE con su aproximación a Cañizares en pleno Orgullo Gay
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RECHAZO A SU DEBATE CON EL CARDENAL EN ÁVILA

Zapatero exaspera al PSOE con su aproximación a Cañizares en pleno Orgullo Gay

José Luis Rodríguez Zapatero ha demostrado audacia al elegir un debate con el cardenal Antonio Cañizares para regresar a la arena pública, seis meses después de

Foto: Zapatero exaspera al PSOE con su aproximación a Cañizares en pleno Orgullo Gay
Zapatero exaspera al PSOE con su aproximación a Cañizares en pleno Orgullo Gay

José Luis Rodríguez Zapatero ha demostrado audacia al elegir un debate con el cardenal Antonio Cañizares para regresar a la arena pública, seis meses después de dejar la Moncloa. Pero su gesto, por mucho talante que demostrara, no ha gustado nada en las filas de su partido. Solo algunos exministros de su gabinete acompañaron al expresidente en su reaparición, ignorada por los pesos pesados del PSOE. En plena celebración del orgullo gay, y cuando los socialistas vuelven a cargar contra el Gobierno del PP en materias como el aborto, pocos han entendido la aproximación de Zapatero a este destacado miembro de la Iglesia.

“Esta es una convocatoria valiente, un acto que será discutido, que generará debate y algunas incomprensiones. No pierdo mi espíritu humanista porque hablo solo de algunas incomprensiones”. Zapatero inició su intervención con estas palabras, reponiéndose de los sonoros abucheos que recibió a su llegad al palacio de congresos de Ávila, pero también enviando un mensaje a sus propios compañeros de partido. El expresidente era consciente de que su deseo de debatir con Cañizares en la Universidad Católica de la ciudad de Santa Teresa, moderado por el director de La Razón, Francisco Marhuenda, no había sido bien recibido en el PSOE. No obstante, siguió adelante afirmando que “respeto es la palabra más bonita en castellano”; o recordando el fructífero diálogo que protagonizaron el filósofo Jürgen Habermas y el entonces cardenal Joseph Ratzinger.

“Después de la fuerte oposición que la Conferencia Episcopal hizo al Gobierno de Zapatero, con Rouco a la cabeza de varias manifestaciones, diciendo barbaridades y pidiendo el voto para el PP resulta inexplicable que ahora se preste a este tipo de cosas”, señaló un parlamentario socialista. Se trata de una opinión extendida, más allá de la corriente o afinidad interna a la que pertenezcan los diputados o dirigentes del PSOE.

“Precisamente ahora que el PP está amenazando de nuevo los derechos de las mujeres, y que se niega a retirar su recurso de inconstitucionalidad sobre el matrimonio gay y la reforma del aborto, tenemos que ser firmes en la defensa de las conquistas de la era Zapatero, y no olvidar en la campaña que hizo la Iglesia en contra de todos los avances”, sostuvieron fuentes socialistas.

El  PSOE volvió a acorralar el miércoles, durante la sesión de control, al ministro Alberto Ruiz-Gallardón a cuenta del matrimonio homosexual, mientras que la número dos del partido, Elena Valenciano, encabezará la delegación del partido en la marcha por los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Un nivel de representación que Ferraz no ha llevado a otras manifestaciones como las organizadas por los sindicatos contra los recortes o la reforma laboral. Asimismo, el Grupo Socialista ha rescatado dos iniciativas que se quedaron en el tintero en la última legislatura de Zapatero: la ley de muerte digna y la de igualdad de trato, incluyendo nuevas medidas para fomentar el respeto y la integración de los colectivos que esta semana celebran su orgullo.

Laicidad frente al peso de la Iglesia

Pese a la expectación que había generado el debate, Zapatero y Cañizares prefirieron no confrontar directamente, ni abordar cuestiones concretas de la realidad española. Al contrario, el expresidentes destacó cómo había pasado “del respeto al afecto” en sus diez años de relación con el cardenal, y se esforzó en encontrar los puntos de encuentro con la visión de la Iglesia: desde la aportación del cristianismo al pensamiento occidental y al humanismo, hasta el diálogo interreligioso que ha llevado a cabo Benedicto XVI.

 

No obstante, también quedó claro que ambos parten de territorios ideológicos alejados. El exsecretario general del PSOE defendió la aconfesionalidad del Estado, una visión laica que garantice la libertad religiosa, y el hecho de que la religión no sea la organizadora de toda la vida social. Por su parte, Cañizares reivindicó la dimensión pública de la Iglesia y su repercusión en la sociedad, rechazando la idea de que debe circunscribirse al ámbito privado. 

José Luis Rodríguez Zapatero ha demostrado audacia al elegir un debate con el cardenal Antonio Cañizares para regresar a la arena pública, seis meses después de dejar la Moncloa. Pero su gesto, por mucho talante que demostrara, no ha gustado nada en las filas de su partido. Solo algunos exministros de su gabinete acompañaron al expresidente en su reaparición, ignorada por los pesos pesados del PSOE. En plena celebración del orgullo gay, y cuando los socialistas vuelven a cargar contra el Gobierno del PP en materias como el aborto, pocos han entendido la aproximación de Zapatero a este destacado miembro de la Iglesia.