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La oposición del PSOE pierde pulso y cede el protagonismo a IU y UPyD
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NO LOGRA CASTIGAR A RAJOY, QUE SIGUE ENCELADO CON ROSA DÍEZ

La oposición del PSOE pierde pulso y cede el protagonismo a IU y UPyD

Los recortes presupuestarios, el rescate financiero, la nacionalización de Bankia o los polémicos viajes de Carlos Dívar han provisto de munición al PSOE y al resto

Foto: La oposición del PSOE pierde pulso y cede el protagonismo a IU y UPyD
La oposición del PSOE pierde pulso y cede el protagonismo a IU y UPyD

Los recortes presupuestarios, el rescate financiero, la nacionalización de Bankia o los polémicos viajes de Carlos Dívar han provisto de munición al PSOE y al resto de partidos de la oposición para disparar contra el Gobierno. Sin embargo, Alfredo Pérez Rubalcaba no ha demostrado tanta puntería como Izquierda Unida y UPyD, que poco a poco han ido robando a los socialistas el protagonismo en el combate al PP. Rubalcaba ha buscado el acuerdo con Mariano Rajoy, pero no puede presentar ninguna 'victoria' política frente al Ejecutivo. En cambio, los grupos minoritarios, que le arañan votos por la izquierda y por el centro, han conseguido quitarle la iniciativa en el Parlamento.

El PSOE parece estar pagando la indecisión con la que afrontan su estrategia de oposición. Por un lado, Rubalcaba apoya al Gobierno en Europa, modera los ataques a cuenta del rescate y negocia la renovación de los órganos constitucionales. Por otro, la necesidad de constituirse como alternativa al PP, y la presión del sector crítico, le obliga a subir el tono contra el Ejecutivo. El resultado es que esta estrategia no ha acabado de cuajar, y los socialistas han acabado yendo a rebufo de Cayo Lara o Rosa Díez.

Prueba de ello fue la sesión de control celebrada ayer en el Congreso de los Diputados. El Grupo Socialista había modificado su batería de preguntas para introducir, en siete de ellas, el término "rescate". Por su parte, Rubalcaba se había reservado una interpelación de carácter más institucional. Pero, al contrario de lo que suele ser habitual, el principal partido de la oposición no fue el protagonista del duelo parlamentario. El papel recayó en Rosa Díez, quien eclipsó las intervenciones del líder del PSOE y de su portavoz, Soraya Rodríguez.

"Dígalo conmigo: res-ca-te"

La dirigente de UPyD acaparó las crónicas de la jornada con su ácida sugerencia a Rajoy: "Llame al rescate, rescate. Dígalo conmigo: res-ca-te. Rescate limitado, rescate financiero, rescate ligth, rescate maravilloso, pero rescate". "¿Se acuerda cuando toda esta Cámara decía a Zapatero que había que llamar a las cosas por su nombre y que debería pronunciar la palabra crisis porque había una crisis y que no le iba a pasar nada por hacerlo?", recordó Díez al presidente. 

Este episodio no es un caso aislado. El martes, el Congreso debatió en sesión plenaria la creación de una comisión de investigación sobre la crisis financiera, pero no fue a petición del PSOE, sino del grupo de la Izquierda Plural. El partido de Lara se posicionó desde la nacionalización de Bankia a favor de una “comisión de la verdad”, denominación que luego copiaría Carme Chacón, y trató en diversas ocasiones de que se votara su creación en la Cámara. Sin embargo, los socialistas tardaron en definir su postura, a la espera de que el PP concediera la comparecencia de Miguel Ángel Fernández Ordóñez o Rodrigo Rato.

De haber conseguido que los responsables del Banco de España y de Bankia acudieran al Congreso con luz y taquígrafos, Rubalcaba podría haber cantado una victoria parlamentaria. Pero no fue así. Los populares no dieron su brazo a torcer, y Rubalcaba quedó en evidencia ante los suyos. Cuando el PSOE comenzó a exigir una comisión de investigación, sobra Bankia primero, y ahora sobre el rescate, ya era tarde. IU se había apropiado ese mensaje, y el martes, el Grupo Socialista fue el que acabó votando a favor de una moción defendida por Lara.

Del mismo modo, UPyD buscó desmarcarse de PP y PSOE radicalizando su discurso en contra de la gestión de Bankia. El partido magenta no solo ha ceñido su actuación al Congreso, sino que se ha querellado contra todo el consejo de administración de la entidad nacionalizada y su  matriz, un total de 35 directivos. La querella incluye cinco delitos: estaba, apropiación indebida, falsificación de cuentas, intervención fraudulenta y desleal y maquinación para alterar el precio de las cosas. Con habilidad, la diputada Irene Lozano captó la atención en el Pleno utilizando su turno en una iniciativa sobre incendios forestales para publicitar su acción judicial. La amonestación del presidente del Congreso, Jesús Posada, no hizo sino amplificar su mensaje.

El PSOE sigue siendo clave para renovar el TC

Algo parecido ha sucedido con el caso Dívar. El PSOE se expresó con moderación, sin pedir la dimisión del presidente del CGPJ desde un principio, y acusó cierta falta de reflejos a la hora de conseguir que acudiera al Parlamento. Pero esta semana, en la Junta de Portavoces del Congreso, IU volvió a ocupar los titulares al obligar al PP a admitir una comparecencia de Dívar, aunque no para aclarar sus controvertidos viajes, sino para explicar la futura memoria del Poder Judicial. IU obtuvo así el protagonismo del caso, pese a que no tardó en descubrirse que, en realidad, el también presidente del Tribunal Supremo no acudiría al Parlamento hasta otoño o Navidad.

Rajoy sigue así esquivando los dardos de Rubalcaba, a pesar de la crítica situación económica. La dirección socialista tiene ahora, con la renovación de los órganos constitucionales (cuyo plazo está abierto hasta el 29 de enero) la oportunidad de vender a los suyos que ha logrado un buen resultado, y que el PSOE sigue contando a la hora de confeccionar el Tribunal Constitucional, el de Cuentas o el Defensor del Pueblo. De momento, en el Banco de España, Rubalcaba tuvo que retirar a su primer candidato a subgobernador, Soledad Núñez, para que Rajoy aceptara que el PSOE se ocupara de elegir ese cargo. Finalmente, fue Fernando Restoy el designado.

Los recortes presupuestarios, el rescate financiero, la nacionalización de Bankia o los polémicos viajes de Carlos Dívar han provisto de munición al PSOE y al resto de partidos de la oposición para disparar contra el Gobierno. Sin embargo, Alfredo Pérez Rubalcaba no ha demostrado tanta puntería como Izquierda Unida y UPyD, que poco a poco han ido robando a los socialistas el protagonismo en el combate al PP. Rubalcaba ha buscado el acuerdo con Mariano Rajoy, pero no puede presentar ninguna 'victoria' política frente al Ejecutivo. En cambio, los grupos minoritarios, que le arañan votos por la izquierda y por el centro, han conseguido quitarle la iniciativa en el Parlamento.

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