Rajoy ofreció nombres a Rubalcaba para RTVE antes de que fracasara el diálogo

Hubo nombres sobre la mesa antes de que la negociación para elegir al nuevo presidente de RTVE saltara por los aires. Pese a que hasta ahora se había negado que socialistas y populares hubieran discutido sobre candidatos concretos, fuentes del Gobierno desvelaron que el PSOE no aceptó la oferta que Mariano Rajoy trasladó a Alfredo Pérez Rubalcaba en la reunión privada que mantuvieron antes de la campaña electoral en Andalucía. Este rechazó derivó primero en una congelación del diálogo y, finalmente, en el decreto que permite al Ejecutivo designar al nuevo responsable de la corporación por mayoría absoluta.

El PSOE ha reaccionado con indignación a esta secuencia de acontecimientos. Primero, Rubalcaba acusó el golpe de que Rajoy hiciera pública una reunión que habían pactado mantener en secreto; después, los socialistas tacharon de “golpe institucional” el decreto del Gobierno sobre RTVE y, finalmente, Ferraz prefiere no confirmar los términos en que se llegaron a cruzar nombres para el cargo.

Los socialistas esperan que sea el propio Rubalcaba quien decida si ofrece más detalles sobre su entrevista con Rajoy, o si prefiere no avivar la polémica. Pero el secretario general del PSOE volvió a reprochar ayer al presidente del Gobierno, desde la tribuna del Congreso, que traicionara la reserva de su encuentro, y negó vehementemente que hubiera bloqueado el diálogo para renovar la dirección de RTVE.

Fuentes gubernamentales próximas a Rajoy insistieron en que el Ejecutivo ha presentado candidatos al PSOE para el citado puesto, al igual que previamente hubo intercambio de nombres para ocupar las vacantes del Tribunal Constitucional. “Hay pruebas, no lo pueden negar”, señalaron estas fuentes, que justifican la posibilidad de elegir por mayoría absoluta al presidente como una solución a la urgencia, dada la situación de desgobierno de la televisión y radio pública.    

El último nombre que ha estado sobre la mesa de Rajoy es Francisco Campos, ex director general de los medios públicos de Galicia, por lo que es el favorito del llamado clan gallego que acompaña al presidente. Sin embargo, el primer candidato que sonó con fuerza en las fechas en que Rajoy y Rubalcaba mantuvieron su encuentro privado es Luis Blasco, presidente de Telefónica Argentina, que también ejerció como presidente de Antena 3 TV entre 2002 y 2003, así como consejero de Vía Digital.

El tiempo transcurrido no beneficia a ninguno de los nombres con que se ha jugado en los medios de comunicación y, además, en la elección está influyendo el choque de perfiles que se está dando en el seno del Ejecutivo. Un sector, en el que se encuentra la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, prefiere un periodista relevante, mientras que desde otros ministerios, como Hacienda, se decantan por un gestor profesional que lleve a cabo importantes ajustes en la casa.

El fantasma de Urdaci

Por su parte, fuentes socialistas precisaron que lo que en realidad pide el Gobierno, “decir que sí al nombre que te propongan, aunque no te guste”, no es una negociación. Por ello, desde el PSOE se niega que haya habido cualquier tipo de bloqueo, y se recuerda que Rajoy y Rubalcaba anunciaron públicamente, tras su primera reunión en Moncloa, que se darían hasta el verano para renovar los órganos pendientes de acuerdo. “Ha sido la presión del PP sobre el Gobierno por controlar la televisión lo que ha conducido a esta situación”, indicaron.

En realidad, los socialistas anhelaban una gran negociación global para RTVE, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo o el Tribunal de Cuentas, con delegaciones de ambos partidos y grupos parlamentarios. De esta forma, Rubalcaba podría exhibir músculo en uno de los pocos ámbitos en los que al PP no le basta con su mayoría absoluta.  Ahora, a la espera del plazo que marque el Parlamento para ratificar el decreto y votar a los candidatos, donde podría recuperarse el diálogo, RTVE parece escapar de la órbita de influencia socialista.

Claro que, la maniobra del Gobierno también ha dado munición a la estrategia del PSOE, que ha incluido esta “toma” de la corporación en su denuncia de que “van a por todo”. Los socialistas se han apresurado a recuperar la imagen de Alfredo Urdaci para lanzar el mensaje de que el PP pretende manipular RTVE y convertirla, en palabras de Elena Valenciano, en “la hermana mayor de Telemadrid”. Además, esta confrontación pone en peligro el resto de la negociación para renovar el Constitucional y otros órganos cuyo funcionamiento está lastrado por la caducidad de sus integrantes.