Buen servicio de Metro, mucha Policía en Sol y pocos estudiantes en la Complutense

El centro de Madrid ha amanecido con los cubos de basura repletos y las calles sin barrer. Primer signo de la jornada de huelga general que comenzó a media noche con piquetes recorriendo la ciudad y provocando cortes de tráfico. La mayoría de los comercios han abierto sus puertas con normalidad, aunque con los escaparates llenos de pegatinas a favor de la huelga y algunas pintadas contra los “esquiroles”. No obstante, la actividad en la almendra de la capital, pasadas las diez de la mañana, era mucho menor que un día ordinario e incluso las calles del popular barrio de Lavapiés, donde abundan la venta al por mayor de ropa y complementos, han perdido su habitual ajetreo.

El dispositivo policial más imponente se ha situado en la Puerta del Sol, plaza simbólica de las últimas protestas sociales, así como en sus aledaños. Así, las conocidas tiendas y grandes almacenes de la zona han abierto sus puertas protegidas por decenas de agentes de la Policía Nacional, aunque la escasez de clientes resulta evidente tanto en la generalmente transitada calle Preciados como en el área de Callao.

En cuanto al transporte público, el servicio de Metro en la capital está funcionando con bastante normalidad. La frecuencia de los trenes es buena, cumpliendo e incluso superando los servicios mínimos acordados entre el Gobierno de la Comunidad y las centrales UGT y CCOO. El pacto contempla un 35% de servicio entre las 6 y las 9:30 horas, y un 30% para el resto de la jornada.

Pasadas las ocho de la mañana, se podía tomar el suburbano cada cuatro o cinco minutos en Sol con dirección a Moncloa, un nudo de comunicaciones donde confluye el metro con numerosos autobuses. Sin embargo, la eficiencia del transporte público no se ha correspondido con la afluencia de viajeros, más baja de lo habitual en estas estaciones importantes, especialmente en la siempre concurrida de Sol. La situación se repetía pasadas las diez de la mañana: menos viajeros pero buen servicio de metro. Asimismo, los taxis circulaban con normalidad a la caza de clientes.

Pocos estudiantes en la Complutense

La huelga también se ha notado en la Ciudad Universitaria de la Complutense, donde las facultades permanecían en calma, sin colas para acceder a reprografía o con las cafeterías anormalmente vacías. Algunas, como Ciencias de la Información, se encontraban prácticamente paradas, con algunos restos de botellón en su entorno, mientras que otras facultades, como Medicina o Farmacia, conservaban una menguada actividad estudiantil. “Podían haber avisado ayer de que no había algunas clases y no hubiera venido”, se quejaba una universitaria.