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Rubalcaba advierte que el PSOE seguirá en la calle pese a los reproches del PP
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RECUERDA A RAJOY LAS MANIFESTACIONES DE LOS OBISPOS

Rubalcaba advierte que el PSOE seguirá en la calle pese a los reproches del PP

Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró durante el último congreso del PSOE que a él no le iban a “quebrar” y que sería un “líder socialista fuerte”. Y

Foto: Rubalcaba advierte que el PSOE seguirá en la calle pese a los reproches del PP
Rubalcaba advierte que el PSOE seguirá en la calle pese a los reproches del PP

Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró durante el último congreso del PSOE que a él no le iban a “quebrar” y que sería un “líder socialista fuerte”. Y ahora trata de demostrarlo plantando cara a los dirigentes del PP que le acusan de agitar las calles en contra del Gobierno. “El derecho de manifestación está consagrado en la Constitución y los españoles se manifiestan libre y pacíficamente cuando quieren, y el PP lo ha hecho durante 8 años, y el PSOE lo hará porque ejercemos nuestro derecho”, afirmó ayer desde Oviedo. Pese a que ha tratado de instaurar el lema de “oposición responsable” para definir su estrategia, Rubalcaba pretende lanzar un nítido mensaje a los populares: los socialistas no se quedarán en casa para evitar los reproches de Génova.

La táctica del PP pasa en los últimos días por proyectar a los ciudadanos la imagen de un PSOE radical, alejado de su responsabilidad institucional y dedicado a promover la confrontación en las calles. A raíz de la catarata de movilizaciones sindicales y estudiantiles contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy, el vicesecretario de organización popular, Carlos Floriano, sostuvo que detrás de las protestas se esconde “una estrategia del Partido Socialista con el ánimo de, ocupando las calles, crear un clima de conflictividad social que disimule el rotundo fracaso electoral de Rubalcaba y la minoría que tienen en el Congreso”.

Esta hipótesis también fue esbozada el martes por el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, quien reclamó a los socialistas que volvieran al Parlamento porque “en la calle dando voces no se solucionan los problemas”. Pero la presión sobre el PSOE ha aumentado tras los incidentes violentos registrados el miércoles en Barcelona, que llegaron ayer a la portada de The New York Times. Rafael Hernando, portavoz parlamentario adjunto del PP, elevó el tono para advertir al PSOE que va a acabar “quemado” por “mecer la cuna” de manifestaciones “violentas”. “Quien siembra vientos recoge tempestades”, insistió.

Pero la táctica de definir al adversario como un partido radical y montaraz no es nueva y, de hecho, José Luis Rodríguez Zapatero se aprovechó durante su primera legislatura en Moncloa de la dureza del PP en la oposición para unir al electorado de izquierda y aislar a Rajoy.

Bien conocedor de estas estrategias políticas, Rubalcaba está decidido a mantener la participación de su partido en las movilizaciones. “Cada uno hace lo que quiere con quien quiere. El PP lo ha hecho durante años y el PSOE lo hará también. El PP con la Conferencia Episcopal, y nosotros, con los sindicatos: cada oveja con su pareja”, señaló. Hernando replicó más tarde este argumento indicando que los populares habían participado en manifestaciones no violentas, a diferencia del PSOE, que apoya “actividades violentas como las de Barcelona”.

Wert, la violencia y el PSOE

Pero lo cierto es que el secretario general socialista había condenado los incidentes, a la vez que denunciaba el intento de relacionar a su partido con los disturbios desde algunos medios de comunicación. “La violencia es detestable, como toda violencia. El problema no es la violencia, el problema es que haya alguien que quiera relacionar al PSOE con la violencia”, advirtió.

Una vez defendido su propio terreno de juego, Rubalcaba pasó al ataque acusando al ministro de Educación, José Ignacio Wert, de haber sido el primero en difundir la relación entre PSOE y violencia, y de haberlo hecho además en una sesión plenaria el Congreso. Sucedió la semana pasada, cuando Wert arremetió contra los socialistas por “ponerse del lado de los violentos” en las manifestaciones estudiantiles de Valencia.

Dirigentes y diputados del PSOE marcharon en la capital del Turia contra la actuación policial que trató de disolver las primeras protestas, como también lo hicieron en la manifestación convocada por UGT y CCOO contra la reforma laboral. Esta presencia del PSOE en la calle se podrá extender, según las palabras de Rubalcaba, a las próximas movilizaciones previstas por los sindicatos, como la del próximo 11 de marzo. No obstante, Ferraz no quiere eclipsar el papel de las centrales sindicales y ha dejado que sean ellas quienes piloten la contestación social, así como la posible convocatoria de una huelga general. Es decir, Rubalcaba tratará de seguir compaginando la política institucional con las pancartas.

Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró durante el último congreso del PSOE que a él no le iban a “quebrar” y que sería un “líder socialista fuerte”. Y ahora trata de demostrarlo plantando cara a los dirigentes del PP que le acusan de agitar las calles en contra del Gobierno. “El derecho de manifestación está consagrado en la Constitución y los españoles se manifiestan libre y pacíficamente cuando quieren, y el PP lo ha hecho durante 8 años, y el PSOE lo hará porque ejercemos nuestro derecho”, afirmó ayer desde Oviedo. Pese a que ha tratado de instaurar el lema de “oposición responsable” para definir su estrategia, Rubalcaba pretende lanzar un nítido mensaje a los populares: los socialistas no se quedarán en casa para evitar los reproches de Génova.

Alfredo Pérez Rubalcaba