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El análisis de los sondeos electorales pone en duda un triunfo arrollador de Rajoy
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PRIMER ESTUDIO DE GAD3 PARA 'EL CONFIDENCIAL'

El análisis de los sondeos electorales pone en duda un triunfo arrollador de Rajoy

El análisis de más de 200 sondeos y encuestas publicados antes de diez citas electorales en España pone en cuestión la posibilidad de que la victoria

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El análisis de los sondeos electorales pone en duda un triunfo arrollador de Rajoy

El análisis de más de 200 sondeos y encuestas publicados antes de diez citas electorales en España pone en cuestión la posibilidad de que la victoria de Mariano Rajoy el 20-N vaya a ser tan abultada como señalan actualmente todas las quinielas. Los precedentes de resultados distintos a lo que auguraban los sondeos, tanto en España como en el extranjero, lo inédito de una debacle similar del PSOE o la demostración de que las encuestas han castigado siempre (salvo el 11-M de 2004) al partido en el Gobierno, ponen en cuarentena la distancia media de 14 puntos existente ahora mismo.

¿Se están equivocando las encuestas? Esta es la principal duda que intenta resolver el primer estudio electoral para el 20-N realizado por GAD3 para El Confidencial. Y el resultado es que, a pesar de que todos los sondeos dan una media de 14,3 puntos en favor del PP (incluidos los 15,8 de Metroscopia para El País publicado ayer y los nada menos que 17,2 de Sigma Dos para El Mundo) la historia y el análisis demoscópico ponen en duda que ésa sea la distancia real el próximo 20-N.

La diferencia porcentual que se está manejando en los sondeos entre Rajoy y Rubalcaba no tiene parangón en la historia de la democracia española, salvo la que reflejaban los sondeos en los años 80 entre Felipe González y Manuel Fraga. Sin embargo, esa misma historia electoral nos demuestra que aunque todos los sondeos hablan de la misma o parecida distancia, eso no garantiza el acierto con el resultado real. Así ha sucedido en todas las convocatorias electorales desde 1993: la distancia real quedó siempre fuera del rango que predecían las encuestas.

Pero hay que añadir otro dato para comprender por qué el propio Rajoy y todo su equipo no hacen más que lanzar mensajes contra la euforia 'pre elecciones'. En todas las citas con las urnas de la democracia, las encuestas han castigado al partido que estaba en el Gobierno, ya fuera UCD, PSOE o PP, con la única excepción del 11-M de 2004, en la que los atentados de Atocha rompieron todos los esquemas conocidos.

Según el análisis de GAD3, en 1993 las encuestas dejaban a José María Aznar a menos de un 1% de Felipe González, y el resultado final fue de 4 puntos; en 1996, los sondeos daban a Aznar una ventaja de 9 puntos y ganó sólo por 1; en 2000, con Aznar ya en el Gobierno, los sondeos le daban sólo 5 puntos de ventaja y en las urnas se duplicaron hasta 10, dándole le mayoría absoluta histórica de los 'populares'... En definitiva, en todos los casos el partido en el Gobierno, salvo en 2004, obtuvo mucho mejores resultados en las urnas que los que le auguraban las encuestas.

Una debacle socialista histórica

El último dato que también pone en duda lo que actualmente arrojan todos los sondeos es que la debacle del PSOE sería de proporciones ciclópeas. Aunque se pone como ejemplo el 'suelo' electoral de Joaquín Almunia como 'línea roja' de la debacle, en pérdida de escaños una derrota que llevara al PSOE por debajo de los 120 asientos sería más que triplicar la derrota de los socialistas. Almunia no ha sido el máximo perdedor del PSOE en escaños (perdió 16 en el año 2000, ya que partía de 141). La mayor derrota cuantitativa fue de González en 1986 y 1996, que perdió 18 escaños en cada una de ellas. Hacer caso a los actuales sondeos es dar por bueno que Rubalcaba va a dejarse el 20-N casi 50 escaños, lo que supone triplicar la derrota de Almunia.

Todo este análisis de los sondeos se resume en que la victoria de Mariano Rajoy no está en duda, pero sí el tamaño de la misma. Aunque todas las encuestas agigantan la brecha, la historia y la lectura detallada de las encuestas nos ponen en cuarentena. Como dice Narciso Michávila, demóscopo de GAD3, "es como al meteorólogo al que las predicciones le dicen que tal día va a nevar mucho, pero la historia, las estadísticas y su experiencia se lo cuestionan".

El análisis de más de 200 sondeos y encuestas publicados antes de diez citas electorales en España pone en cuestión la posibilidad de que la victoria de Mariano Rajoy el 20-N vaya a ser tan abultada como señalan actualmente todas las quinielas. Los precedentes de resultados distintos a lo que auguraban los sondeos, tanto en España como en el extranjero, lo inédito de una debacle similar del PSOE o la demostración de que las encuestas han castigado siempre (salvo el 11-M de 2004) al partido en el Gobierno, ponen en cuarentena la distancia media de 14 puntos existente ahora mismo.

Mariano Rajoy