Cospedal tensa el pacto antiterrorista con el PSOE mientras Rajoy calla

El terrorismo se ha colado en la precampaña electoral. El PP ha encontrado en la eventual presencia de Bildu en los comicios, la fuga del etarra Antonio Troitiño, las actas de ETA sobre la negociación con el Gobierno y el “caso Faisán” un nuevo frente que sumar a la crisis económica para atacar al Gobierno y al PSOE. Las críticas de la dirección popular contrastan con el silencio de Mariano Rajoy, a quien los socialistas acusan de azuzar a los sectores más radicales de su partido.

María Dolores de Cospedal, Jaime Mayor Oreja, Federico Trillo, Esteban González Pons y José María Aznar, entre otros, han puesto en duda la voluntad real del Gobierno para impedir que la coalición abertzale concurra a las elecciones; explicado la fuga de Troitiño como parte de la estrategia negociadora con ETA, y calificado el chivatazo a la banda en el bar Faisán como el hecho más grave de la democracia.

La secretaria general del PP dio ayer un paso más y sugirió la posibilidad de que el partido rompa el Pacto Antiterrorista si el Gobierno no impugna a la coalición Bildu (vía Ley Electoral). De ello depende, dijo, “la buena o la mala salud del pacto antiterrorista”. La amenaza se produce pese a que Federico Trillo acordó el pasado día 7 con Alfredo Pérez Rubalcaba la impugnación de las listas y descartado la de la coalición por ser más eficaz.

El diputado popular José Antonio Bermúdez de Castro se reunió ayer por espacio de una hora con Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad para trasladarle el cambio de criterio de su partido. El parlamentario del PP no quiso comentar a este diario el contenido de su entrevista con el número 2 de Interior, y justificó que su partido haya pasado de pedir la impugnación de listas a la de la coalición en el hecho de que ahora se conocen datos sobre Bildu que antes se desconocían. "Cuando Trillo se reunió con Rubalcaba desconocíamos la composición de las candidaturas. Ahora hemos podido comprobar, por ejemplo, que en Guipúzcoa de las 71 listas presentadas 68 están encabezadas por independientes y solo tres por EA, pese a que se trata de la provincia donde este partido tiene más fuerza". Bermúdez de Castro sostiene que las candidaturas de Bildu están "viciadas de origen, con independencia de que personas vayan en ellas".

Otro dirigente del PP que pide no ser identificado restó trascendencia a las declaraciones de María Dolores de Cospedal y aseguró que el partido va a ser “muy exigente” con el Gobierno, pero sin llegar a la ruptura del pacto antiterrorista, ni aún en el supuesto de que Bildu consiguiera sortear las impugnaciones de la Abogacía y la Fiscalía del Estado. “El Gobierno está trabajando mejor que hace cuatro años con ANV (la última marca electoral de la izquierda abertzale), y si hace todo lo posible por evitar la presencia de Bildu en los comicios, para el PP es suficiente”.

Un acuerdo permanentemente incumplido.

El Pacto Antiterrorista fue suscrito por PSOE y PP en 2000 para “reforzar su unidad” para luchar contra el terrorismo. Los socialistas recuerdan que el documento otorga al Gobierno la dirección de la política antiterrorista y el compromiso de “eliminar del ámbito de la legítima confrontación política o electoral entre nuestros dos partidos las políticas para acabar con el terrorismo”. Los populares hacen hincapié en que el texto recoge también de la violencia de ETA no conseguirá, en ningún caso, “ventaja o rédito político” y, sin embargo, el Ejecutivo ha negociado con la banda.

En los once años que el pacto lleva en vigor se ha certificado su “defunción” en más de una ocasión. La política del día a día ha demostrado que la solemnidad con que fue suscrito en su día no ha sido avalada con hechos y socialistas y populares lo  sacan periódicamente “a pasear” para acusar al oponente de su incumplimiento.

Fuentes policiales manifestaron a este diario que las candidaturas de Bildu están “limpias” y resulta muy difícil su impugnación. Esa circunstancia ha obligado a buscar en documentos de ETA la prueba de que la coalición es parte de la estrategia de la banda terrorista para colarse en las instituciones. Esta es la vía que podría utilizarse para impugnar la coalición y no sus listas. De prosperar la impugnación, EA quedaría fuera de los ayuntamientos y diputaciones. En el caso de Alternatiba, el otro partido de la coalición, estas son sus primeras elecciones.