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Los investigadores grabaron en secreto durante una semana al policía acusado de dar el chivatazo
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EL INSPECTOR BALLESTEROS RECONOCE QUE ESTUVO EN EL FAISÁN EL DÍA DE LA FILTRACIÓN

Los investigadores grabaron en secreto durante una semana al policía acusado de dar el chivatazo

Los investigadores del chivatazo a ETA grabaron en secreto al inspector José María Ballesteros entre el 16 y el 23 de febrero pasado para cotejar su

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Los investigadores grabaron en secreto durante una semana al policía acusado de dar el chivatazo

Los investigadores del chivatazo a ETA grabaron en secreto al inspector José María Ballesteros entre el 16 y el 23 de febrero pasado para cotejar su imagen con la que figura registrada en la cinta de vídeo-vigilancia nº 122, en la que se ve a una persona saliendo del bar Faisán en el tramo horario en que se produjo la filtración, el 4 de mayo de 2006. Los informes antropométricos realizados por equipos especializados de la Policía, la Guardia Civil y el Centro de Visión por Computador de la Universidad Autónoma de Barcelona han confirmado que se trata de la misma persona.

 

A raíz de esta prueba, el juez Pablo Ruz citó a declarar el pasado día 10 a Ballesteros, quien reconoció que es él la persona que sale del bar Faisán. En anteriores declaraciones ante el magistrado, el inspector se había limitado a manifestar que la mañana del chivatazo tomó café en un bar de la zona que no recordaba. Tras esta verificación, el juez decretó su libertad provisional, con la obligación de presentarse cada quince días en la comisaría más próxima a su domicilio.

La existencia de unas imágenes de José María Ballesteros saliendo del bar Faisán la mañana del chivatazo fue descubierta hace unos meses por los investigadores, sin que aún se conozca por qué no las detectaron en las fechas posteriores a la de los hechos. En concreto en tres ocasiones: entre las 11:14:05 y las 11:14:10; las 11:30:03 y las 11:30:08, y las 11:46:15 y las 11:46:25 horas. Tiempos todos ellos a los que hay que sumar tres minutos por el desfase horario existente en el videograbador.

La llamada a Pamies para que alertara a Elosua

Los investigadores llegaron en sus primeros informes a la conclusión de que el chivatazo se produjo a las 11 horas y 27 minutos, que encajaría con la salida de Ballesteros a las 11:30 horas del bar, que serían realmente las 11,33; es decir, seis minutos después. A esa hora, las 11,27 el imputado telefoneó desde un móvil a su nombre a otro que utilizaba Enrique Pamies, jefe superior de Policía del País Vasco, que alertó a Joseba Elosua, dueño del Faisán, de la operación policial en marcha para desmantelar el aparato de extorsión de ETA que operaba a través de dicho establecimiento, siempre según las conclusiones de los investigadores.

Con aquellas imágenes y las grabadas el pasado febrero se realizaron tres estudios periciales antropométricos por parte de las instituciones antes señaladas, consistente en el cotejo de los rasgos faciales, morfología corporal y elementos y estructura ósea, que determinaron se trataba de la misma persona. El magistrado ha citado para el próximo 4 de abril a los especialistas de Policía y Guardia Civil para que ratifiquen los informes, habiéndolo ya hecho el Centro de Visión por Computador.

 

La identificación del inspector José María Ballesteros saliendo del bar Faisán en el tramo horario investigado, y su propio reconocimiento, es una prueba relevante que puede facilitar el esclarecimiento de lo ocurrido y sus protagonistas. De momento, además del citado agente están también imputados Enrique Pamies y el entonces director general de la Policía, Víctor García Hidalgo. Todos ellos se han declarado inocentes, y sus defensas intentan desmontar la acusación de “colaboración con banda armada”, que implica graves penas de prisión, por otra de “revelación de secreto”, mucho más leve. En este caso el juez Ruz perdería la competencia sobre el caso, del que pasaría a ocuparse un juzgado de instrucción de Irún. Las hipotéticas responsabilidades políticas quedarían también en nada.

El contenido de las actas elaboradas por ETA sobre sus contactos con el Gobierno entre julio de 2005 y mayo de 2007, incautadas en 2008 en Francia al dirigente etarra Francisco Javier López Peña, Thierry, y conocidas ahora, desvelan que el caso Faisán estuvo encima de la mesa de los negociadores. El proceso de paz y la detención del dirigente del PNV Gorka Aguirre por hacer de intermediario entre la red de extorsión y un empresario vasco chantajeado, son los dos móviles del chivatazo, según mantienen los investigadores desde hace años. Una versión de los hechos que el Gobierno ha negado siempre. 

- La investigación del caso Faisán de El Confidencial - C. Fonseca

Los investigadores del chivatazo a ETA grabaron en secreto al inspector José María Ballesteros entre el 16 y el 23 de febrero pasado para cotejar su imagen con la que figura registrada en la cinta de vídeo-vigilancia nº 122, en la que se ve a una persona saliendo del bar Faisán en el tramo horario en que se produjo la filtración, el 4 de mayo de 2006. Los informes antropométricos realizados por equipos especializados de la Policía, la Guardia Civil y el Centro de Visión por Computador de la Universidad Autónoma de Barcelona han confirmado que se trata de la misma persona.

Negociación colectiva