Es noticia
El fin del terrorismo no ‘salvaría’ al PSOE: la crisis merma su impacto electoral
  1. España
EL ELECTORADO VOTARÁ EN FUNCIÓN DE LA ECONOMÍA

El fin del terrorismo no ‘salvaría’ al PSOE: la crisis merma su impacto electoral

ETA ya no es lo que era. Los españoles han dejado de citar al terrorismo entres sus principales preocupaciones, y ni siquiera la noticia de su

Foto: El fin del terrorismo no ‘salvaría’ al PSOE: la crisis merma su impacto electoral
El fin del terrorismo no ‘salvaría’ al PSOE: la crisis merma su impacto electoral

ETA ya no es lo que era. Los españoles han dejado de citar al terrorismo entres sus principales preocupaciones, y ni siquiera la noticia de su disolución definitiva desencadenaría un efecto notable sobre el electorado. “Desgraciadamente, la paz es más difícil de vender que el conflicto”, señaló a este diario Narciso Michavila, director del Gabinete de Análisis Demoscópico y experto en opinión pública y seguridad.

El último comunicado de la banda terrorista volvió a acaparar ayer los titulares de los medios de comunicación, pero dos circunstancias dificultan que vuelva a marcar la agenda electoral como en la pasada legislatura: la gravedad de la crisis económica, que eclipsa cualquier otra materia, y los últimos acuerdos entre PSOE y PP sobre política antiterrorista. “El terrorismo, como otros temas relacionados con la seguridad, llega a los ciudadanos a través de los medios. Pero, ahora, las preocupaciones del electorado vuelven a ser las más inmediatas, como el trabajo o llegar a fin de mes”, explicó Michavila.

Para este sociólogo y comandante de artillería, “el electorado piensa en clave de futuro, no de pasado”. Por ello, que el cese definitivo del terrorismo llegara de la mano de un Gobierno socialista no conllevaría una inyección de votos para el PSOE. “Winston Churchill perdió las elecciones tras ganar las Segunda Guerra Mundial, y George Bush tras la victoria en la Guerra del Golfo”, recordó. En el caso del ex presidente estadounidense, fue el deterioro de la economía (“It’s the economy, stupid”) lo que llevó a Bill Clinton a la Casa Blanca.

Para María José Canel, catedrática de la Universidad Complutense y vicepresidenta del European Communication Research and Education Association, no se puede afirmar nada definitivo sobre el efecto electoral del fin de ETA. No obstante, coincide en que cuando la situación económica ocupa el primer lugar en la lista de preocupaciones, se reduce considerablemente el peso del resto de asuntos a la hora de valorar la gestión del Ejecutivo.

Los mensajes de ETA pierden fuerza

“El anuncio de la desaparición de ETA no influiría a día de hoy en día como en años anteriores. Los votantes del PSOE subrayarían este aspecto para contrarrestar la mala gestión económica, pero el votante popular no mejoraría su opinión del Gobierno, ni restaría su apoyo al PP”, sostuvo. Asimismo, los socialistas podrían sufrir un efecto bumerán, si los terroristas vuelven a romper la tregua como sucedió con el atentado de la T-4. “Parte del electorado podría interpretarlo como una mala gestión de José Luis Rodríguez Zapatero, que se sumaría a la de la economía”. Por otra parte, según Canel, el electorado rechazaría el intento de un partido por arrogarse al mérito del fin del terrorismo, por lo que solo podrá ser presentado como un triunfo de toda la sociedad.

En cuanto a su impacto mediático, Michavila apuntó que los comunicados de ETA han perdido efectividad hasta convertirse en rutinarios, y recordó que, como norma general, los conflictos suelen ocupar mayor espacio en los medios de comunicación que su resolución. En este sentido, Daniel Ureña, socio-director de Mas Consulting España, aseguró que “los españoles ya estamos tristemente acostumbrados a las escenificaciones de ETA”. “La situación económica es tan crítica para los ciudadanos que seguirá siendo el tema más importante para los votantes”, añadió.

Gobierno y PP sacan a ETA del combate electoral

Por ahora, y pese a la cercanía de los comicios municipales y autonómicos, Gobierno y PP mantienen la política antiterrorista fuera del combate electoral. En noviembre, Alfredo Pérez Rubalcaba y Federico Trillo cerraron un pacto para impedir que ETA acceda a las instituciones a través de las elecciones, y el vicepresidente se lo recordó ayer a Batasuna.

El diputado y coordinador electoral popular, José Antonio Bermúdez de Castro, uno de los padres de esta reforma legislativa, expresó a El Confidencial su satisfacción por que la reacción de Rubalcaba al comunicado coincidiera con la lectura crítica del PP. “Pudimos convencer al Gobierno de que renunciara a la política errática de la legislatura anterior. Me quedo con las palabras del ministro del Interior, que ha advertido que ‘el pasado nunca vuelve’”, indicó.

Bermúdez de Castro recordó también la moción que PSOE, PP y UPyD pactaron en diciembre para instar al Gobierno a lograr “la derrota definitiva e incondicional” de la banda. De este modo, el Congreso cerraba la puerta a una negociación con ETA y derogaba la autorización que había dado en 2005 al Ejecutivo para llevar a cabo el proceso de diálogo. “ETA pone precio político a la paz, pero nosotros no hacemos cálculos electorales”, aseguró este político del PP.

ETA ya no es lo que era. Los españoles han dejado de citar al terrorismo entres sus principales preocupaciones, y ni siquiera la noticia de su disolución definitiva desencadenaría un efecto notable sobre el electorado. “Desgraciadamente, la paz es más difícil de vender que el conflicto”, señaló a este diario Narciso Michavila, director del Gabinete de Análisis Demoscópico y experto en opinión pública y seguridad.

Crisis