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Gallardón comparece con la ministra al tiempo que el PP presenta el recurso contra la ley Aído
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EL ALCALDE, CRITICADO POR REVELAR LA UBICACIÓN DE UN REFUGIO PARA MUJERES

Gallardón comparece con la ministra al tiempo que el PP presenta el recurso contra la ley Aído

La foto de Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid y Bibiana Aído, ministra de Igualdad, visitando las obras de un centro para mujeres y niños víctimas de

Foto: Gallardón comparece con la ministra al tiempo que el PP presenta el recurso contra la ley Aído
Gallardón comparece con la ministra al tiempo que el PP presenta el recurso contra la ley Aído

La foto de Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid y Bibiana Aído, ministra de Igualdad, visitando las obras de un centro para mujeres y niños víctimas de violencia, no ha podido ser más desafortunada: ha molestado en el PP, en el PSOE y entre los profesionales en la lucha contra la violencia de género. Aído y Gallardón, juntos, dieron ayer mucho que hablar. Gallardón, que aspira a ser presidente del Congreso de los Diputados y el político mejor posicionado en las encuestas para llevar al PP a la Moncloa, aparecía cediendo su brazo, para que se apoyara a Aídofarolillo rojo en las encuestas del CIS, el mismo día que Federico Trillo presentaba en el Tribunal Constitucional, en nombre de Mariano Rajoy y otros 48 diputados populares, el recurso contra la llamada ley Aído (nueva regulación de la interrupción de embarazos). La ley  entra en vigor el sábado.

 

“Gallardón no podía haber elegido peor día para hacerse la foto con Aído”, afirmaba molesta una destacada responsable popular. Otros compañeros intentaban restar importancia al gesto del alcalde y recordaban  su empeño en seguir siendo el verso suelto del PP, como le gusta autodefinirse. “Parece que se ha puesto ya a recabar apoyos para ser elegido presidente del Congreso con el máximo consenso”, apuntaban. Sobre la capacidad de los políticos para buscar aliados, Max Aub, uno de los autores más significativos del exilio republicano, afirmó: “en el momento en el que el hombre dejó de creer en Dios, todo se vació. Queda claro el marxismo, pero tiene poco que ver con la literatura. Al hombre político nunca le importó ni Dios ni el diablo, como no sea para aliarse con uno de ellos si lo cree conveniente para su causa”. Al analizar la extraña relación entre Gallardón y Aído hay que recordar que  el PP ha votado ya en tres ocasiones que el Congreso inste a Zapatero que suprima el ministerio de Igualdad. De hecho, el PP actúa como si no existiera y lleva meses ignorando la actividad de Aído. Además, se da por hecho que dejará Madrid para ocupar algún puesto en Andalucía o competir con Teófila Martínez por la alcaldía de Cádiz, donde pasa la mayor parte del tiempo. No entienden, por ello, el nuevo desaire de Gallardón a las directrices de Génova.

Tampoco en las filas socialistas entienden mucho la actuación de la ministra: tanto desde el grupo parlamentario como desde el PSOE insisten en denunciar que el PP, al votar en contra de las medidas de Zapatero, ha demostrado inmadurez para gobernar y defraudado a su electorado. “Aído, con su foto con Gallardón, (la página del ministerio aún la tenía ayer colgada como el tema más destacado de la semana ) facilita al PP frenar esas críticas”, afirman en el PSM.

En  el territorio de David Lucas, portavoz socialista en la Casa de la Villa, también se escucharon críticas porque parte de raíz una de sus actuaciones: llevan meses intentando poner negro sobre blanco que las deudas de Gallardón merman los fondos para temas sociales. Durante la vista se afirmó que el Ayuntamiento pone 1,5 millones de euros para las obras del centro.  “Gallardón pretende acallar las críticas por su nefasta gestión. Estamos casi en precampaña de las municipales y quiere reivindicarse hacia un electorado de centro”, explicaban en el grupo socialista.

El alcalde y la ministra ‘rompen’ el anonimato de las casas-refugio

Pero las críticas más duras, sin duda, se produjeron entre las profesionales que desde hace décadas ven, a pie de obra, la cara más amarga de la violencia contra las mujeres. En el centro habrá, entre otras dependencias, 16 apartamentos dónde se dará acogida a las mujeres que tienen que salir huyendo de casa con sus hijos. Uno de los principios básicos para garantizar su seguridad es que se ignore la ubicación de las casas-refugio. Esa precaución ha quedado rota con la visita de la ministra y el alcalde a las obras. “El sentido común y la experiencia en este campo dice que los centros tienen que estar en el anonimato”, afirma Rosario Carracero, primera abogada que hizo una acusación popular en materia de violencia de género en el año 1985. Carracero ilustra esa necesidad del anonimato: “A mí me mataron a dos mujeres. Recuerdo que una de ellas seguía todas las pautas que se le dieron en la casa de acogida, pero el marido la localizó, era guardia civil, disparó a través de la verja y la mató. No soportaría que me mataran a una tercera”.

Carmen Pujol, destacada letrada y ex presidenta de la Asociación de Mujeres Abogadas y Juristas Themis, va más allá y se atreve a decir públicamente  lo que muchas abogadas afirman a puerta cerrada: “Esta semana  han muerto tres mujeres. Mejor nos iría si los políticos dejaran de estar pendientes de su imagen y gastando el dinero en campañas mediáticas de dudosa eficacia. El informe elaborado por el Gobierno y las Comunidades en 2008, a los tres años de estar en vigor la ley, mostró que se habían producido 64.646 condenas por violencia de género. Eso representa el 40,1% de los casos que llegaron a juicio. El resto, el 60%, fueron: sobreseimientos (23,3%),  archivos (2,90%), inhibiciones (16%) y absoluciones (15,66%). Y no han cambiado mucho las cosas;  muchos jueces, en este tema, se limitan a marear la perdiz. No podemos decir a las mujeres que denuncien, si no tienen garantizada su seguridad”, afirma Pujol.

 

El coste total del centro es de seis millones de euros. Igualdad aporta el 50%. Durante la visita, Aído invitó a las mujeres “a que no se resignen”, y ha insistido en que “la puerta de entrada al sistema de protección es la denuncia”. La ministra acudió a visitar las obras con la plana mayor del ministerio: Isabel Martínez (secretaria general) y Miguel Lorente, Delegado del Gobierno contra la Violencia de Género). Gallardón se hizo acompañar de su mano derecha y vicealcalde, Manuel Cobo, y de Concha Dancausa, responsable de Familia y Servicios Sociales.

La foto de Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid y Bibiana Aído, ministra de Igualdad, visitando las obras de un centro para mujeres y niños víctimas de violencia, no ha podido ser más desafortunada: ha molestado en el PP, en el PSOE y entre los profesionales en la lucha contra la violencia de género. Aído y Gallardón, juntos, dieron ayer mucho que hablar. Gallardón, que aspira a ser presidente del Congreso de los Diputados y el político mejor posicionado en las encuestas para llevar al PP a la Moncloa, aparecía cediendo su brazo, para que se apoyara a Aídofarolillo rojo en las encuestas del CIS, el mismo día que Federico Trillo presentaba en el Tribunal Constitucional, en nombre de Mariano Rajoy y otros 48 diputados populares, el recurso contra la llamada ley Aído (nueva regulación de la interrupción de embarazos). La ley  entra en vigor el sábado.

Alberto Ruiz-Gallardón Bibiana Aído