Gallardón salva al Palacio de Cibeles de los recortes y se ceba con los programas sociales

Alberto Ruiz-Gallardón anunció ayer, durante el debate sobre el Estado de la Ciudad, que apretará el cinturón al Ayuntamiento para reducir los gastos en 1.041 millones de euros. Aún así, Madrid seguirá encabezando la lista de los ayuntamientos más endeudados. David Lucas, portavoz del grupo socialista, afirmó en el pleno que los números rojos de las arcas madrileñas representan el 25% del total de la deuda de los ayuntamientos. Pero si se comparan sólo las cuentas de las capitales de provincia, los 6.762 millones de euros que, según el Banco de España, adeuda el gobierno de Ruiz-Gallardón, suponen casi el 40% del total.

 

El alcalde, que ayer se sentó en el banco del Gobierno municipal cediendo la presidencia del pleno al vicealcalde, Manuel Cobo (sancionado con suspensión de militancia en el Partido Popular durante un año  por sus polémicas declaraciones sobre Esperanza Aguirre), incluyó entre las medidas de ahorro la ya consabida reducción del 15% en los salarios de los altos cargos y la amortización de 755 puestos de empleo público. Además, quedarán suspendidos los fondos previstos para la negociación colectiva de los trabajadores municipales.

Mientras el regidor anunciaba esas medidas, un centenar de empleados de las instalaciones deportivas madrileñas se manifestaba en la plaza de la Villa para denunciar que, a pocos días de que se incorporen los trabajadores temporales que prestan servicios en piscinas y otras instalaciones propias del verano, siguen esperando que el gobierno municipal diga algo sobre su convenio colectivo: “la mitad de la plantilla es temporal y las negociaciones del convenio están paradas desde enero”, denunciaba una de las afectadas.

Además de empleos y salarios, algunos vehículos oficiales se sustituirán por otros de una gama más baja que los actuales y con menos emisiones contaminantes. Las medidas de ahorro en la factura de la luz (Iberdrola cortó hace  meses el suministro en varios centros por impago de recibos) supondrán una reducción en los horarios de las oficinas, que cerrarán a las cinco de la tarde. En esa miscelánea de propuestas, Ruiz-Gallardón incluyó la desaparición de la Oficina Madrid Global y, siguiendo el ejemplo del Gobierno de Rodríguez Zapatero, fusionará algunas direcciones generales, como por ejemplo Relaciones Públicas y Protocolo, y Relaciones Internacionales. Las subvenciones para Cooperación al Desarrollo quedan suspendidas y se suprimen asimismo cinco fundaciones (Voluntarios por Madrid, Fundación Movilidad, Madrid Ciudad Global 2010, la Fundación para el Desarrollo de la Sociedad de la Información, y la Fundación Mercamadrid). Los recortes presupuestarios van a suponer también el cierre de esMadrid, televisión municipal que desde sus inicios se enfocó a la promoción de la capital como destino turístico mediante la emisión de documentales cuya elaboración el alcalde otorgó a una productora del grupo PRISA.

El Palacio de Cibeles se salva de los recortes

Desde los escaños de la oposición, David Lucas y Ángel Pérez (IU),  criticaron al alcalde por los recortes sociales que de facto implica la reducción de subvenciones y la supresión de las ayudas a cooperación. Pero las frases más ácidas las destinaron a las obras que el alcalde está realizando en el Palacio de Cibeles y que, en principio, no estarían afectadas por los recortes. Ruiz-Gallardón, que tras largas y costosas obras trasladó su despacho al  emblemático edificio del Palacio de Telecomunicaciones, en la plaza de Cibeles, quiere contar en ese inmueble con un salón de plenos de dimensiones más generosas que en el que ayer se celebró el Debate sobre el Estado de la Ciudad, el último antes de la cita electoral de mayo de 2011.

En palabras de Ángel Pérez, “el Madrid del Palacio de Cibeles es el único que existe para el alcalde”. Pérez definió la relación del regidor con los otros grupos que componen el Ayuntamiento como un “diálogo de sordos". “Hasta hace dos días ni tan siquiera se sabía si por parte del PP intervendría el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, o el vicealcalde, Manuel Cobo", desveló el portavoz de IU. El regidor argumentó que “se ejecutaran las obras que ya estén en marcha”. En el limbo de las promesas electorales incumplidas quedarán, por tanto, obras como el Centro Internacional de Convenciones y el estadio de Atletismo previsto en Vallehermoso.

Y, en la próxima legislatura, ya se verá lo que deparan los acontecimientos: Alberto Ruiz-Gallardón ha afirmado que repetirá como candidato del PP a la alcaldía, pero en sus intervenciones de ayer ninguneó a los otros portavoces y dejó claro que su pensamiento no estaba en el Palacio de Cibeles, si no en la Carrera de San Jerónimo y el Congreso de los Diputados, donde José Luis Rodríguez Zapatero respondía a las preguntas de Mariano Rajoy.

Gallardón  no hizo autocrítica alguna con respecto al sobreendeudamiento de su gobierno y responsabilizó al presidente de la nación de la situación de los Ayuntamientos. En su opinión, el Gobierno central está siendo “débil con los fuertes -las comunidades autónomas- y fuerte con los débiles”. “El Gobierno de España, entregado a criterios que cada vez más olvidan la realidad de los ayuntamientos, ha incumplido su propio compromiso de poner en marcha un nuevo sistema de financiación local